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Democracia
El vocablo democracia deriva del griego demos: pueblo y kratos: gobierno o autoridad, y significa gobierno o autoridad del pueblo.
De allà que se defina a la democracia como "la doctrina polÃtica favorable a la intervención del pueblo en el gobierno y también al mejoramiento de la condición del pueblo". Sin embargo, en la actualidad, el concepto de democracia no se limita al de una forma determinada de gobierno, sino también a un conjunto de reglas de conducta para la convivencia social y polÃtica.
La democracia como estilo de vida es un modo de vivir basado en el respeto a la dignidad humana, la libertad juridica y los derechos de todos y cada uno de los miembros de la comunidad. La democracia como forma de gobierno es la participación del pueblo en la acción gubernativa por medio del sufragio y del control que ejerce sobre lo actuado por el estado.
Contents
Origen de la democracia[edit]
Si bien el concepto básico de democracia se remonta a la forma de gobierno que utilizaban en Atenas (Grecia) y en otras ciudades griegas durante el siglo V (AC), también debemos reconocer la importancia que tuvo el movimiento pacÃficamente revolucionario del cristianismo, que hizo desaparecer las supuestas diferencias naturales entre esclavos y libres. Todos los hombres, sin distinción, son iguales ante Dios, según el cristianismo.
Clases de democracia[edit]
Democracia directa:[edit]
Cuando la soberanÃa, que reside en el pueblo, es ejercida inmediatamente por él, sin necesidad de elegir representantes que los gobiernen.
A su vez, dos vertientes fundamentales nacen de la democracia directa:
Democracia pura[edit]
[[Archivo:Anarchy symbol neat.png|thumb|Varios anarquistas proponen un sistema libertario basado en la democracia directa]] Para nosotros, los anarquistas, la democracia directa totalmente pura es un mecanismo en cada una de las personas asociadas a determinada agrupación pueden exponer sus puntos, iniciativas y propuestas actuando directamente sobre ella y dirigiéndola. Hace enfasis en la decisión y el cumplimiento común de acuerdos, siendo entonces una forma de democracia en la que los ciudadanos pueden participar directamente en el proceso de toma de decisiones polÃticas, cada ciudadano representándose a sà mismo.
Por lo tanto es una democracia sin representantes, que no está esmerada en elegir gobernantes sino en los mismos ciudadanos elegir o construir propuestas. Cada persona perteneciente a una asociación, deberÃa estar allà por su propia causa o su propio interés, por lo que no tiene necesidad ni sentido ser representado por otros. Al oponer democracia directa a democracia representativa, se rechaza a todo representante que pretenda hablar en nombre de otros, actuar en su lugar o peor aún en su interés.
Democracia semidirecta[edit]
Según los defensores de sistemas politicos modernos, esta es considerada para ellos "democracia directa", más sin embargo, no es del todo directa, ya que el estado y las instituciones siguen existiendo.
La democracia semidirecta es una forma de democracia en la que los ciudadanos pueden participar directamente en el proceso de toma de decisiones polÃticas. Algunos sistemas propuestos dan a la gente poderes legislativos y ejecutivos, aunque la mayorÃa de sistemas existentes permiten la participación sólo en el proceso legislativo.
La democracia semidirecta en su forma tradicional es el gobierno del pueblo mediante referéndum. La ciudadanÃa tiene derecho a aprobar o vetar leyes, asà como retirar el apoyo a un representante (si es que el sistema tiene representantes) en cualquier momento.
La democracia semidirecta, en un sentido moderno, consta de tres pilares concretos:
1. La iniciativa popular
2. El referéndum
3. La revocación de cargos electos
Suiza es el mejor ejemplo de sistema polÃtico moderno basado en la democracia semidirecta, pues posee los dos primeros pilares tanto a nivel local como federal. En los últimos 120 años más de 240 iniciativas han sido votadas en referéndum.
Democracia representativa o indirecta:[edit]
El pueblo es gobernado por medio de representantes elegidos por él mismo. La elección de los individuos que han de tener a su cargo la tarea gubernativa se realiza por medio del sufragio y cualquier individuo tiene derecho a participar o ser elegido. La forma representativa suele adoptar diversos sistemas:
- Sistema presidencialista: se caracteriza por un poder ejecutivo fuerte. El presidente
gobierna realmente a la Nación, lo secundan los ministros o secretarios que él elige.
- Sistema parlamentario: el parlamento es el eje alrededor del cual gira toda la acción
gubernamental. Las facultades del presidente son muy restringidas.
- Sistema colegiado: es una combinación de los dos anteriores. El poder ejecutivo está
integrado por varias personas elegidas por el parlamento y que se turnan en el ejercicio de la presidencia.
Formas de participación polÃtca[edit]
- Voto.
- Referendum. Otorga a los ciudadanos el derecho de ratificar o rechazar las decisiones
de los cuerpos legislativos.
- Plebiscito. La ciudadanÃa responde mediante el voto a una consulta efectuada por el
gobierno sobre asuntos del estado que son de interés fundamental. Pueden ser cuestiones internas (por ejemplo, cambio de forma polÃtica) o de orden internacional (problemas limÃtrofes).
- Iniciativa popular. Es la proposición al parlamento de proyectos de leyes presentados
directamente por ciudadanos.
- Recall o revocatoria. Derecho de deponer funcionarios o anular sus decisiones por
medio del voto popular.
- Jurados. Los ciudadanos integran jurados populares, que es una forma de colaborar con
el poder judicial.
Leyes de la democracia[edit]
1. SoberanÃa popular: soberano deriva del latÃn y etimológicamente quiere decir "el que está sobre todos". La democracia es autogobierno del pueblo. reconoce que el hombre, ser inteligente y libre, puede regirse por sà mismo mediante los órganos por él instituidos.
2. "Libertad": la democracia asegura al hombre su libertad jurÃdica e individual. La libertad jurÃdica es el derecho que tiene el hombre a obrar por sà mismo sin que nadie pueda forzarlo a obrar en otro sentido (según ellos). los lÃmites están dados por las leyes. La libertad individual es el reconocimiento de que el hombre nace libre y dotado de inteligencia y voluntad.
3. Igualdad: se trata de una igualdad jurÃdica (y no social). Todos los hombres tienen las mismas oportunidades ante la ley, es decir, la igualdad de deberes es tambien la misma.
Anarquismo y Democracia[edit]
La anarquÃa como verdadera democracia. Porque cuando todo el pueblo gobierna nadie manda[edit]
Sólo una auténtica participación deliberativa del demos (todo el pueblo en asamblea) en el gobierno de la polis (la “autoinstitución de la colectividad por la colectividadâ€) será capaz de superar la galopante y funesta trivialización actual a que se ve sometido el concepto de democracia. Cuando la ciudadanÃa activa (sujeto de la polis) se reconoce en ella y la reivindica, únicamente la violencia extrema y concertada por los poderes fácticos e ilegÃtimos puede ya desalojarla. Como quedó demostrado en la defensa popular ante la destrucción homicida de la II República española, nuestro primer ensayo de democracia cabal. En este contexto de una nación balizada por siglos de dictaduras y meses de democracia, alguna reflexión sobre la esencia democrática del anarquismo merece el hecho de que nuestras dos únicas experiencias de res pública (Hablando de España) hayan tenido un acusado protagonismo libertario. Por una parte, durante la Primera República Española de 1873, con un presidente, Pi i Margall, introductor de Proudhon en el paÃs, que en opinión de Federico Urales representó “el primer destello anarquista en Españaâ€.Y de otra, en la fase del Frente Popular de la Segunda República Española en 1936 (régimen surgido de un ¡ plebiscito municipalista ! en 1931), contribuyendo los anarquistas a su triunfo con una decisiva votación en las elecciones y luego, en momentos de máximo peligro, llegando incluso a compartir a regañadientes el gobierno.
El factor expansivo de la democracia participativa del demos frente a la democracia oligárquica de las élites tiene una manifestación colateral en la explosión cÃvico-cultural que históricamente ha acompañado a sus escasas manifestaciones, lo que prueba la extraordinaria capacidad creativa inserta en las energÃas que son liberadas cuando el pueblo llano asume su propio destino sin interferencias ni delegaciones. Las “edades de oro†que acunaron a la Grecia de Pericles, las ciudades-estado del Renacimiento italiano, la Revolución Americana de 1776, la Revolución Francesa de 1789 y los experimentos transformadores que significaron las efÃmeras repúblicas de Weimar y la española de 1931 son referentes del vigor autodeterminacionista que implica vivir “para†la polÃtica y no “de†la polÃtica.
De lo contario, si el pueblo resulta suplantado por élites y reducido a un espejismo epistemológico, el sistema polÃtico se convierte en una ruleta rusa reversible que sirve igual para pasar legalmente de una situación de dictadura a otra de democracia (caso transición española), como a la inversa, de la democracia al totalitarismo nazi (caso en Alemania de Hitler). Un eje-cigüeñal el descrito cuyas consecuencias fueron analizadas por Hans Kelsen, el jurista impulsor de la doctrina constitucional, y por Robert Michels, el sociólogo que culpó de la oligarquización de la democracia a la profesionalización jibarizada de la representación.
La “democracia de los antiguos†se perdió petrificada en los turbios meandros de la sociedad de consumo y la autista delegación polÃtica. La posible “democracia de los modernos†será libertaria o será más de lo mismo pero peor. Porque, arrancado el referente de su experiencia, seremos fatalmente irreconocibles. Queda poco tiempo, pero aún estamos emplazados si hacemos de la adversidad virtud y confiamos el poder a la imaginación. La democracia, como recuerda Tucidides, se formuló en momentos de crisis, cuando tras la derrota griega en la I Guerra del Peloponeso Pericles declaró: “Tenemos un régimen polÃtico que no emula las leyes de otros pueblos, y más que imitadores de los demás, somos un modelo a seguir. Su nombre, debido a que el gobierno no depende de unos pocos sino de la mayorÃa, es democraciaâ€.
La reflexión sobre el anarquismo como verdadera democracia exige la compresión cabal del concepto clave de “representaciónâ€, que es el locus donde se materializa la “ausencia de la presencia†del ciudadano activo, y abordar con competencia el reciente y decisivo problema de los media como nuevos agentes mediadores en las sociedades del conocimiento. Una colosal herramienta que ha logrado entronizar urbi et orbi una “democracia de percepciónâ€, un elemento sobrevenido con el que se intenta culminar la deriva de las iniciativas polÃticas más o menos inclusivas a favor de una democracia excluyente, de karaoke o simulacro. Y todo para que las “personas fÃsicas†(los ciudadanos) sucumban ante la “personas jurÃdica†(la empresa), mientras la democracia, en cuyos valores hay yacimientos de equidad, veracidad y libertad (isonomia, isegorÃa y parresia) sea definitivamente sustituida por la demoscopia, ese testimonio de opinión pública-publicada fabricada por la galaxia mediática. Los medios de comunicación de masas son actualmente los nuevos púlpitos que nos catequizan en la servidumbre voluntaria.