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Capitalismo
El capitalismo es un sistema de organización económica caracterizado por la propiedad privada de los medios de producción y la utilización del trabajo asalariado. [1]
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CaracterÃsticas[edit]
En torno a este concepto existen diversas dicusiones. Por un lado se encuentran los que señalan que la propiedad privada de los medios de producción no implica necesariamente una explotación inhumana al trabajador o al consumidor. Y por otro, se encuentran los que señalan que la propiedad privada permanente de los medios de producción implica tarde o temprano una explotación inhumana al trabajador o al consumidor.
Por un lado, pensadores liberales como Adam Smith mantenÃan la noción de excluir dentro de la idea del capitalismo la promoción de monopolios ya que esta idea atenta contra la noción de libertad. Aparentemente, otros pensadores han ido más lejos que Adam Smith en ese sentido, entre ellos Karl Marx, quien señala que con el capitalismo es imposible prevenir la promoción de instituciones como los monopolios y la explotación de los trabajadores criticando asà la noción de "mano invisible", sostenida por muchos liberales, como recurso sociológico que evitarÃa un auténtico mercado libre.
Desde el punto de vista ácrata resulta cuestionante la noción del capitalismo, ya que se comparte con el marxismo que la propiedad privada de los medios para producir tarde o temprano generan abusos y opresiones.
La distinción en este aspecto entre la corriente ácrata y la marxista se da generalmente en su propuesta para confrontar el capitalismo. Mientras que los marxistas generalmente proponen una especie de dictadura del proletariado o la conquista de la hegemonÃa del pueblo, los libertarios y anarquistas también cuestionan esta propuesta considerándola tan burguesa como las que se promueven desde las tradiciones capitalistas.
En ese sentido desde la tradición ácrata se trata de confrontar al capitalismo con la desobediencia civil, acción directa, liberación de medios de producción, entre otros (vease en principios anarquistas).
Otra distinción entre la corriente ácrata y la marxista con respecto al capitalismo es que los anarquistas y libertarios ven la idea del capitalismo como una extensión del significado de Estado, como institución que monopoliza el uso de la violencia en una sociedad. En ese sentido, la apropiación de los medios de producción para el anarquismo significa también la privación de las libertades de los seres humanos, ya que desde este enfoque los medios de producción deben pertenecer a la colectividad.
Algo paradójico es que desde diversas tradiciones capitalistas se habla de "libre" mercado promoviendo ejercicios monopólicos como también de la noción de "anarco"-capitalismo (vease pseudo-anarquismo). En ese sentido, diversos grupos anarquistas y libertarios consideran que con este ejercicio se hace un culto al eufemismo y a la confusión del público.
¿Qué determina los precios en el capitalismo?[edit]
Los partidarios del capitalismo normalmente están deacuerdo con la llamada TeorÃa Subjetiva del Valor (TSV), como se explica en los principales libros de economÃa. Este sistema de economÃa se denomina a veces economÃa "marginalista" por razones que se aclararán más tarde.
En pocas palabras, la TSV establece que el precio de un artÃculo es determinado por la utilidad marginal al consumidor y al productor. La utilidad marginal es el punto, en una escala individual de satisfacción, en el que el deseo de él/ella por un producto se satisface. AsÃ, el precio es el resultado de una evaluación individual y subjetiva dentro del mercado. Se puede ver fácilmente porqué esta teorÃa podrÃa atraer a aquellos interesados en la libertad individual.
Sin embargo la TSV es un mito. Como muchos mitos, no tiene un solo grano de verdad. Pero como una explicación de cómo determinar el precio de un artÃculo, tiene serias deficiencias.
La verdad es que los individuos, grupos, empresas etc.. realmente ponen precio a los bienes y los consumen o producen. El nivel de consumo, por ejemplo, se basa en el uso-valor de los bienes al usuario (aunque el precio y los ingresos influye en que alguien compre un producto, como veremos). De igual manera, la producción está determinada por la utilidad del producto de proveer más bienes. El uso-valor de un bien es un evaluación altamente subjetiva, y asÃ, varÃa de caso a caso, dependiendo de las necesidades y gustos individuales. Asà esto tiene efectos en el precio, como mostraremos, pero como medio para determinar el precio de un producto ingnora la dinámica de la economÃa capitalista y las relaciones de producción que forman la base del mercado. En efecto, la TSV trata a todos los artÃculos como obras de arte, y tales productos de la actividad humana (debido a que son únicos) no son artÃculos capitalistas en el sentido normal de la palabra (ej. no pueden ser reproducidos y asà el trabajo no puede incrementar su cantidad). De esta manera la TSV ignora la naturaleza de la producción bajo el capitalismo. Esto es lo que se discutirá en las siguientes secciones.
Claro, los economistas modernos intentan y nos muestran la economÃa como una "ciencia sin valores". Por supuesto, raramente los economistas se les aclara la idea de que están simplemente dando por hecho las estructuras sociales existentes y los dogmas económicos construidos a su alrededor, y de este modo justificándolos. Como señala Kropotkin:
- "Todas las llamadas leyes y teorÃas de la economÃa polÃtica son en realidad nada más que sentencias de la siguiente naturaleza: 'Dando por hecho que siempre hay en un paÃs un número considerable de personas que no pueden sobrevivir un mes, o incluso dos semanas, sin aceptar las condiciones de trabajo impuestas por el Estado, u ofrecida por aquellos a los que el Estado reconoce como dueños de la tierra, fábricas, ferrocarriles etc... entonces el resultado serÃa asà o asá." (Panfletos Revolucionarios de Kropotkin, p. 179)
- "Hasta ahora la economÃa polÃtica de la clase media ha sido sólo una enumeración de lo que pasa en la condiciones que se acaban de mencionar -- sin indicar distintivamente las condiciones mismas. Y después, habiendo descrito los hechos que aparecen en la sociedad bajo estas condiciones, nos muestran estos hechos como rÃgidas e inevitables leyes económicas." (Panfletos Revolucionarios de Kropotkin, p. 179)
En otras palabras, los economistas normalmente cogen los aspectos polÃticos y económicos de la sociedad capitalista (como los derechos de propiedad, desigualdad etc...) como dados y construyen sus teorÃas alrededor de ellos. El marginalismo, en efecto, sacó la "politica" fuera de la "economÃa polÃtica" al dar por hecho la sociedad capitalista asà como su sistema de clases, sus jerarquÃas y sus desigualdades. Al concentrarse en las elecciones de los individuos se abstrayeron del sistema social en el cual esas elecciones están hechas lo que les influye. Ciertamente, la TSV se construyó abstrayendo a los individuos de su entorno social y generando "leyes" económicas aplicables para todos los individuos, en todas las sociedades, para todos los tiempos. Esto resulta en instancias concretas, sin importar las diferencias históricas, siendo tratados como expresiones del mismo concepto universal. AsÃ, en la economÃa neo-clásica, el trabajo-asalariado se convierte en trabajo, el capital se convierte en los medios de producción, el proceso de trabajo se convierte en una función de la producción, el comportamiento adquisitivo se convierte en la naturaleza humana. De esta forma la distinción de la sociedad contemporánea, a saber, que está basado en el trabajo asalariado se ignora ("El periodo por el que pasamos ... se distingue por una caracterÃstica especial --- SALARIOS." Proudhon, System of Economical Contradictions, p. 199) y aquello que es especÃfico al capitalismo se universaliza y se aplica para todos los tiempos. Dicha perspectiva no puede evitar ser ideológica en vez de cientÃfica. Al intentar crear una teorÃa aplicable para todos los tiempos (y asÃ, aparentemente, sin valores) sólo ocultan el hecho de que sus teorÃas justifican las desigualdades del capitalismo. Como señalaba Edward Herman:
- "Atrás en 1849, el economista Británico Nassau Senior reprendió a aquellos que defendÃan los sindicatos y la regularización de los salarios mÃnimos por exponer una 'economÃa del pobre'. La idea de que él y la clase dirigente estaban sacando adelante, una 'economÃa de los ricos' nunca se le ocurrió; se veÃa a si mismo como un cientÃfico y un portavoz de pricipios verdaderos. Este autoengaño impregnó la economÃa dominante hasta la revolución keynesiana de los años 30. La economÃa Keynesiana, aunque rápidamente amaestrada como instrumento al servicio del estado capitalista, era perturbadora en su énfasis en la inherente inestabilidad del capitalismo, la tendencia hacia el desempleo crónico, y la necesidad de una sustancial intervención del gobierno para mantener la viabilidad. Con el resurgimiento del capitalismo los últimos 50 años, la ideas Keynesianas, y sus llamadas a la intervención, han estado bajo un ataque incesante, y, en la contrarevolución intelectual llevada a cabo por el colegio de Chicago, la tradicional economÃa laissez-faire ('let-the-fur-fly') de los ricos ha sido restablecida como núcleo de la economÃa dominante." (The Economics of the Rich)
Herman sigue preguntando "¿Porqué los economistas sirven a los ricos?" y argumenta "Por una razón, los principales economistas están entre los ricos, y los otros buscan llegar a similares alturas. El economista Gary Becher de la Escuela de Chicago estaba sobre la pista correcta cuando decÃa que los motivos ecomómicos explican muchas de las acciones frecuentemente atribuidas a otras fuerzas. Él, por supuesto, nunca aplicó esa idea a la ecomomÃa como profesión ... " [Ibid.] Hay muchos y bien pagados centros de investigación y análisis polÃtico ("Think Tanks"), puestos de investigación, consultoras y demás que crean una 'demanda efectiva' que traen consigo una oferta adecuada.
La introducción del marginalismos y su aceptación como "ortodoxia" servÃa y sirve hoy, para desviar la atención de las preguntas más crÃticas acerca de los trabajadores (por ejemplo, qué es lo que pasa en la producción, cómo impactan las relaciones autoritarias en la sociedad y en el centro de trabajo). En vez de mirar cómo se producen las cosas, los conflictos se generan en el proceso de producción y en la generación/división del excedente, el marginalismo cogió lo que se producÃa como dado, asà como el centro de trabajo capitalista, al división del trabajo y las realiciones autoritarias y todo lo demás.
Las teorÃas pueden perseguir la verdad o servir a intereses adquiridos. En esta última capacidad, sólo incorporarán conceptos adecuados para obtener los resultados deseados. Una teorÃa económica, por ejemplo, puede destacar los beneficios, cantidades de producción, los aumentos de inversión, y los precios, y dejar fuera la lucha de clases, la alienación, la jerarquÃa y el regateo de poder. Entonces la teorÃa servirá a los capitalistas y como los capitalistas pagan los salarios de los economistas y dotan sus universidades, los economistas y sus estudiantes que están de acuerdo también se beneficiarán.
Los análisis del equilibrio general y el marginalismo están hechos para servir a la clase dirigente. El marginalismo ignora la cuestión de producción y se concentra en el intercambio. Argumenta que cualquier intento de los trabajadores de mejorar su posición en la sociedad (mediante, por ejemplo, sindicatos) es contraproducente, predica que en el "largo término" todos estaremos mejor, lo que hace los problemas de hoy irrelevantes (y cualquier intento de corregirlos contraproducente) y, por supuesto, los capitalistas tienen derecho a sus beneficios, intereses y rentas. La utilidad de teorÃas como ésta es obvia. Una teorÃa económica que justifica la desigualdad, que "prueba" que los beneficios, la renta y los intereses no son explotativos y que argumenta que a los económicamente poderosos se les de carta blanca, es una teorÃa que tendrá más uso-valor ("utilidad") a la clase dirigente que aquella que no. En el mercado de ideas, éstas son las que satisfarán la demanda y se convertirán en intelectualmente "respetables".
Por supuesto, no todos los partidarios de la economÃa capitalista son ricos (aunque casi todos desearÃan serlo). Muchos creen las proclamaciones de que el capitalismo está basado en la libertad y que los beneficios, intereses y rentas representan "recompensas" por los servicios prestados en vez de que provengan de la explotación generada por los centros de trabajo jerárquicos y la desigualdad social. De todas formas, antes de menternos en la cuestión de los beneficios, intereses y rentas, debemos discutir por qué la TSV está mal.