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Literatura Anarquista
La literatura anarquista, en lÃneas generales podrÃamos definirla como aquella literatura que toma como base argumental algunos elementos que constituyen el fundamento teórico del anarquismo: rechazo de la autoridad y de toda opresión de un individuo o grupo de individuos sobre otros, lo cual implica rechazo del Estado y de sus instituciones fundamentadas en la jerarquÃa (ejército, salariado, etc.). Por tanto, resulta evidente que la literatura anarquista no tiene por qué ser una creación exclusivamente anarquista; de hecho ha habido una gran cantidad de autores reconocidos que han llevado a cabo creaciones basadas en algunos de los presupuestos defendidos por el anarquismo.
Además de la difusión de las ideas mediante libros, folletos, periódicos o revistas, los anarquistas exploraron también otros campos, como la expresión artÃstica, especialmente a través de la literatura; no obstante, no se le ha prestado a este aspecto de la cultura anarquista una atención suficiente por parte de los especialistas, en parte por prejuicios hacia una ideologÃa tan molesta para los historiadores y en parte también por un desconocimiento profundo de la cuestión.
Sin dejar de reconocer que en la abundante producción literaria anarquista existen colecciones sin ninguna calidad literaria, existen también grandes literatos, como Felipe Alaiz o Higinio Noja Ruiz por citar alguno, cuyas obras alcanzan un alto nivel de calidad; pero para los anarquistas, como afirmaba un anónimo colaborador de un periódico anarcosindicalista, «la literatura fue y es conceptuada como un artÃculo de lujo, y por eso el que lo expende lo adorna, lo dora y lo pinta. Para nosotros es muy distinto. La literatura es un medio de lucha, un reflejo de la revolución que está actuando el proletariado, y por eso toma tinte violento y tiene Ãmpetu de cargas a fondo. Escribimos para exponer una lucha violenta o desesperada, para protestar de un crimen, para denunciar una iniquidad, para revelar una felonÃa, etc., y estos temas obligan al lenguaje áspero, la argumentación fuerte. De ahà que la literatura sindicalista sea violenta». [1]
Contents
La estética anarquista
Conviene señalar, no obstante, que en lÃneas generales la cultura popular ha sido siempre considerada una cultura de baja calidad y en la mayor parte de los casos prescindible. En el caso del anarquismo, su cultura no sólo ha sido -salvo honrosas excepciones-minimizada, sino simplemente ignorada.
Lo cierto es que, en algunos aspectos, los anarquistas se situaron a la vanguardia de la estética. BastarÃa para ello echar una rápida ojeada a la inmensa producción por ellos generada; esto resulta en cierto modo lógico si tenemos en cuenta que muchos anarquistas eran tipógrafos de profesión y con grandes aptitudes de renovación estética.
La evolución de la literatura anarquista en España
La literatura anarquista en España se desplegó en todas direcciones ya desde los inicios de la Primera Internacional. No obstante, durante el siglo XIX se dio mucha más importancia al periódico, aunque no por ello se dejaron de lado la publicación de folletos o la creación literaria. A lo largo del primer tercio del siglo XX se irÃa incrementando la edición de libros y folletos, aunque el periódico siguió ocupando un lugar privilegiado.
Las colecciones anarquistas de narrativa
Aunque durante el siglo XIX no se llegó a crear ninguna colección de narrativa, no por ello los anarquistas dejaron de lado este género literario. Los dos certámenes socialistas celebrados en la década de los ochenta del siglo XIX incluyeron en su temática la narrativa y la poesÃa. También Anselmo Lorenzo publicó una pieza dramática, pero serÃa a partir de la segunda década del siglo XX cuando las colecciones de narrativa anarquista comenzarÃan a proliferar. Entre 1913 y 1939 se publicaron alrededor de treinta colecciones de novelas y relatos breves anarquistas. Sin embargo, en los estudios que sobre la literatura popular o la literatura social se han llevado a cabo, muy pocas de estas colecciones han sido rescatadas del olvido y desde luego no ha sido la baja calidad de su literatura lo que lo ha motivado. Gonzalo Santoja, en sus numerosos trabajos sobre la literatura popular, cita tan sólo a La Novela Ideal, La Novela Roja y La Novela Proletaria. [2]
Dinamita cerebral
Aunque esta recopilación de cuentos anarquistas no es desde luego una colección de novelas, constituye el primer intento serio de crear las bases de una literatura estrictamente anarquista. Efectivamente, esta recopilación señala el inicio de otros muchos intentos de sentar las bases de una narrativa puesta al servicio de la revolución. El compilador de estos cuentos, el anarquista menorquÃn Juan Mir i Mir, decÃa muy acertadamente en el prólogo a esta selección: «Se ha coleccionado en este volumen un pequeño número de cuentos como podrÃan reunirse docenas y centenares de magnÃficas obras literarias que justificarÃan más y más el tÃtulo de Dinamita cerebral, inventado por José Llunas, antiguo internacional y editor del semanario catalán La Tramontana, como oposición a la violencia sistemática de los dinamiteros.» [3]
La novela social
El grupo anarquista Crisol, de Sabadell, inició a finales de 1925 la publicación de la Revista del mismo nombre y paralelamente una colección de novelas de temática social -publicación ideológica, según la denominación del grupo-. En ella colaboraron muchos escritores anarquistas conocidos. Se componÃa de fascÃculos de 32 págs. y se vendÃa a 20 céntimos. En total editaron, al menos, veinte novelas. Entre sus tÃtulos citemos Vidas quiméricas (Fructuoso Vidal), Carne podrida (Ramón Magre), El grumete (Felipe Alaiz) y ««Shum» Ãntimo (Eduardo Sanjuán).
La novela corta
Con toda probabilidad, la editorial pedagógica de Puente Genil (Córdoba) fue fundada por Aquilino Medina con la inestimable ayuda de Higinio Noja Ruiz, llevando a cabo una intensa labor en el campo de la edición, no sólo de libros y folletos, sino también de periódicos.
La novela decenal
Entre las muchas actividades de Aquilino Medina, la creación de editoriales ocupaba un lugar central. En el mismo lugar que más tarde fundarÃa la editorial pedagógica, creó alrededor de 1919, la editorial Renovación que darÃa a la luz algunas colecciones de novelas y ensayos. A mediados de los años veinte dio comienzo.
El imaginario literario anarquista
Con toda propiedad podemos considerar la literatura anarquista dentro del género denominado literatura social, la cual, resumiendo mucho, serÃa ««aquella cuyo objetivo sea analizar o mostrar una capa de la sociedad». [4] En efecto, la literatura anarquista, casi sin excepción, se ocupa de la crÃtica social, y el protagonista del relato suele ser o bien la colectividad o ««un sÃmbolo de su clase [y] representará valores arquetÃpicos».
En muy contadas ocasiones -y por razones evidentes- la literatura social ha alcanzado un prestigio y reconocimiento general. Frecuentemente, ha sido considerada como literatura de segundo orden o infraliteratura por el hecho de poner el acento en cuestiones muy conflictivas. En la introducción a la reedición de las novelas que integraban la colección La novela proletaria, Santonja señalaba la ««endeble calidad de alguno de estos relatos», [5] lo cual era «la consecuencia inevitable de los objetivos, estrictamente polÃticos en general, que sus autores se habÃan fijado». [5]
Es cierto que la calidad literaria de muchas de estas colecciones dejaba mucho que desear, pero teniendo en cuenta los objetivos que se proponÃan los editores, la excelencia de determinados relatos se fundamenta principalmente en la denuncia de la sociedad, cuya inicua explotación en todos los órdenes de la vida pretendÃan combatir. Por ello, los anarquistas eligieron como trama argumental de la mayor parte de su producción literaria los temas que mejor ponÃan de manifiesto los mecanismos de esta inicua explotación.
En las novelas anarquistas, lo temas más tratados son, además del rechazo del Estado y sus instituciones, la guerra, la pena de muerte, la explotación del hombre por el hombre y también la utopÃa.
Véase También
BibliografÃa
- Litvak, Lily. Musa libertaria. Ediciones Bosch. Barcelona, 1981.
- Siguan Boehmer, Marisa. Literatura popular libertaria. Trece años de «La novela ideal» (1925-1938). Eds. PenÃnsula. Barcelona, 1981.
- VV.AA. Dinamita cerebral. Los cuentos anarquistas más famosos. Reeditado por la Fundación Anselmo Lorenzo. Mahón, 1913. Gimeno
- Número especial Solidaridad Obrera: 100 años de anarcosindicalismo www.soliobrera.org/pdefs/centenario.pdf
Referencias
- ↑ Fulano de Tal, La literatura heroica, La Unión Ferroviaria (S.C.) (Barcelona), III, 52 (16 junio 1914), 4
- ↑ Santonja, Gonzalo, Las obras que si escribieron algunos autores que no existen (notas para la historia de la novela revolucionaria de quiosco en España, 1905-1939), Madrid, 1993
- ↑ Dinamita cerebral. Los cuentos anarquistas más famosos, prólogo de Juan Mir y Mir, Mahón, El Porvenir del Obrero, 1913, 142 páginas
- ↑ Marco, JoaquÃn, En torno a la novela social española, Insula (Madrid), 202 (septiembre 1963), 13
- ↑ 5.0 5.1 La novela proletaria (1932-33) (1979, reedición a cargo de Gonzalo Santonja, Madrid, p. 17)