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Comuna de ParÃs
La Comuna de ParÃs de 1871 (Francés: 'La Commune de Paris') se refiere al gobierno socialista y popular («commune» en francés es un consejo de un pueblo o distrito) que ejerció el poder en ParÃs durante dos meses en la primavera de 1871 (18 de marzo 1871 hasta el 28 de mayo del mismo año.). Sin embargo, las condiciones en la que fue formada, sus controvertidos decretos y su cruel final la hacen uno de los más importantes episodios polÃticos de la historia de Francia. Por primera vez el proletariado fue capaz de derrocar el poder establecido, formar sus propios órganos de gobierno y reemplazar al estado monárquico-burgués capitalista.
Contents
Precedentes y causas principales por aparición de la Comuna[edit]
thumb|Carlos Luis Napoleón Bonaparte [[Archivo:communecannon.jpg|left|thumb|260px|18 de marzo 1871: El pueblo insurrecto se hace con los cañones del ejercito situados en Montmartre (Recreación actual).]]
Fin del estado absolutista con privilegios feudales, el llamado Antiguo Régimen. Los beneficiados por esta revolución fueron los burgueses que buscaban sobre todo la libertad económica y el desmantelamiento de los privilegios hereditarios de la nobleza que impedÃan el crecimiento de sus intereses económicos.
- Las Revoluciones de 1830 y 1848
Desde la derrota de Napoleón en 1815 se creó una “Santa Alianza†entre las potencias monárquicas: Austria, Rusia y la nueva Francia de los restaurados Borbones. A la Iglesia le fue devuelto gran parte de su anterior poder. Como conseguencia republicanos, unidos a obreros y estudiantes se llevaron en Francia el peso de la Revolución de 1830. Carlos X huyó y se instauró una MonarquÃa Constitucional con Luis Felipe de Orleáns, aunque se aumentó el censo de votantes; los veinte años siguientes fueron una edad de oro de la gran burguesÃa.
Los problemas sociales no sólo no se resolvÃan en Occidente, sino que aumentaban, a esto se unió el emergente nacionalismo de Europa Central y Oriental lo que se tradujo en una nueva oleada revolucionaria en toda Europa en 1848. En Francia se produjo la llamada Revolución de “Febrero†de 1848. Otra vez las disputas por el aumento del Censo entre MonarquÃa y reformadores provocaron la huÃda de Luis Felipe y la proclamación de la República. Esto fue posible por el poder adquirido por los “Radicales†(republicanos sociales), republicanos-burgueses e incipientes socialistas.
- Napoleón III y la guerra franco-alemana:
Desde 1851 hasta 1870 Francia entró en guerra varias veces (Rusia, Austria, Italia, México....) por su afán de demostrar el nuevo poderÃo de Francia. Sin embargo en 1870 declaró la guerra a la Prusia de Guillermo I y Bismarck, ante las intenciones de crear un Imperio Alemán y por la posible subida al trono de España de un Rey germano, lo que dejarÃa a Francia rodeada de enemigos.
La guerra fue un desastre para los franceses. En la Batalla de Sedán, prácticamente todo el ejército francés cayó prisionero de los Prusianos, incluido el Emperador. Francia estaba ocupada en parte por los Prusianos que se quedaron a las puertas de ParÃs, declarando la creación del Imperio Alemán en el propio Versalles. Francia se quedó sin gobierno, lo que provocó los acontecimientos de la Comuna de ParÃs.[1]
Historia[edit]
[[Archivo:Colonne vendome.jpg|thumb|200px|Destrucción de la Columna Vendôme durante la Comuna de ParÃs.]]
Los progresos realizados por la Internacional en ParÃs y en las grandes ciudades de provincia, asà como el desarrollo de las ideas socialistas en general, unido a la desocupación entre el proletariado y la ruina de la pequeña burguesÃa causó el levantamiento del pueblo. El sector social parisino que se encontraba en peores condiciones era la clase trabajadora, que habÃa llegado a una situación de penuria y hambre absolutas. Junto con ellos, la Guardia Nacional, una milicia de ya larga tradición en Francia, se sentÃa humillada por la derrota ante los alemanes en la guerra franco-alemana (provocada por la polÃtica francesa) y habÃa sido ganada además por la propaganda revolucionaria.
El alzamiento de la Comuna[edit]
El 18 de marzo estalló la insurrección: la Guardia Nacional y los obreros se apoderaron de la capital, provocando la huida del Gobierno. Inmediatamente, y por sufragio universal, fue elegido un Consejo General de la Comuna de ParÃs, al que se confirió poder legislativo y ejecutivo. De él formaron parte obreros revolucionarios y burgueses de ideas radicales: anarquistas y socialistas, blanquistas y republicanos liberales.
La revolución comunal inaugura una nueva era de polÃtica experimental, positiva, cientÃfica. Es el fin del viejo mundo gubernamental y clerical, del militarismo, del funcionarismo, de la explotación, del agiotismo, de los monopolios, de los privilegios a los cuales el proletariado debe su servidumbre y la patria sus desgracias y sus desastres. La Comuna fue gobierno débil a discusiones, conflictos, debates. Nadie sabe exactamente en qué dirección la Comuna está yendo. Especialmente, la gente de abajo que sólo querÃa no ser gobernada. La palabra anarquista no existe o tiene un significado distinto en este tiempo. Aún asÃ, la Comuna tiene un aspecto libertario muy fuerte. Los anarquistas más populares son: Louise Michel, Benoit Malon, Amilcare Cipriani, etc.
El asalto a la Comuna[edit]
En una Europa convulsionada, su fracaso fue inevitable pues los intereses de los paises vecinos y de la propia Francia estaban en juego y el poder de reyes y emperadores de la epoca estaban en jaque: la Comuna fue asaltada desde el 2 de abril por las fuerzas del gobierno del ejército de Versalles y la ciudad fue bombardeada constantemente. La ventaja del gobierno era tal que desde mediados de abril negaron la posibilidad de negociaciones. Una gran ayuda también vino desde la comunidad extranjera de refugiados y exiliados polÃticos en ParÃs. thumb|Miembros de la Comuna ejecutados. El 21 de mayo una puerta en la parte occidental de las murallas de ParÃs fue forzada y comenzó la reconquista de la ciudad por parte de las tropas de Versalles. El 27 de mayo sólo quedaban unos pocos focos de resistencia, los más notables los de los más pobres distritos del este de Belleville y Ménilmontant.
Según Lissagaray y otros testigos de la época los ejecutados entra los miembros de la Comuna fueron 50.000, sin hacer distinción de edad o sexo. Varios centenares de obreras parisienses, conocidas como "petroleras", fueron también fusiladas en los muros del cementerio de Père Lachaise. Unas 7.000 personas fueron desterradas a Nueva Caledonia,[3] [4] como fue el caso de la maestra anarquista Louise Michel. Para los presos (sólo algunos centenares) hubo una amnistÃa general en 1889.
Retrospectiva de la Comuna[edit]
La clase acomodada de ParÃs, y la mayorÃa de los antiguos historiadores de la Comuna, vieron aquel hecho como un clásico ejemplo del «dominio de la muchedumbre», terrorÃfico y al mismo tiempo inexplicable. La mayorÃa de los actuales historiadores, incluso aquellos de derechas, han reconocido el valor de alguna de las reformas de la Comuna y han deplorado el salvajismo con el que fue reprimida. Sin embargo, han encontrado difÃcil de explicar el odio sin precedentes que la Comuna despertó en las clases medias y altas de la sociedad.
En las izquierdas, hay quienes han criticado a la Comuna por mostrarse demasiado moderada, especialmente dada la situación en la que se encontraban. Karl Marx encontró agravante que los miembros de la Comuna «perdieran valiosÃsimos momentos» organizando elecciones democráticas en vez de terminar de una vez por todas con Versalles. El banco nacional de Francia, ubicado en ParÃs con la reserva de millones de francos, fue dejado intacto y desprotegido por los miembros de la Comuna. TÃmidamente pidieron prestado dinero del banco (que, obviamente, obtuvieron sin ninguna vacilación). Los miembros de la Comuna optaron por no coger los recursos del banco por miedo a que el mundo entero los condenara. De esta manera, se movieron grandes sumas de dinero desde ParÃs a Versalles, dinero que terminó por financiar el ejército que dio fin a la Comuna.
Algunos comunistas, izquierdistas, anarquistas y otros simpatizantes han visto a la Comuna como un modelo para, o como base de, una sociedad liberal, con un sistema polÃtico basado en la democracia participativa como eje de la administración. Marx y Engels, Bakunin y posteriormente Lenin y Trotsky intentaron sacar lecciones teóricas (en particular en lo que concierne a «la marchitación del estado») desde la limitada experiencia vivida por la Comuna. El crÃtico Edmond de Goncourt obtuvo una lección más pragmática: tres dÃas después de La Semaine sanglante escribió «... La pérdida de sangre ha sido total, y una pérdida de sangre como esta, al asesinar la parte rebelde de la población, pospone la siguiente revolución... La vieja sociedad tiene 20 años de paz antes de de ella...».
La Comuna de ParÃs ha sido parte de las citas de muchos lÃderes comunistas. Mao se referÃa a ella con bastante frecuencia. Lenin, junto a Marx, consideraban la Comuna un ejemplo real de la dictadura del proletariado. En su funeral su cuerpo fue envuelto en los restos de una bandera roja preservada desde la Comuna. La nave espacial Voskhod 1 portaba parte de un estandarte de la Comuna de ParÃs. También, los Bolcheviques renombraron la nave de combate Sevastopol a "Parizhskaya Kommuna" en honor a la Comuna.[2]
La Comuna anarquista[edit]
La Comuna de ParÃs de 1871 jugó un importante papel en el desarrollo del movimiento y de las ideas anarquistas. Bakunin lo comentó en su dÃa, "el socialismo revolucionario (i.e. anarquismo) acaba de ensayar su primer golpe y demostración práctica en la Comuna de ParÃs" [Bakunin on Anarchism, p. 263].
La Comuna de ParÃs fue creada después de la derrota de Francia a manos de Prusia en la guerra franco-prusiana. El gobierno francés trató de mandar tropas para recuperar el cañón de la Guardia Nacional Parisiense para evitar que cayera en manos del pueblo. Los soldados se negaron a abrir fuego sobre la muchedumbre burlona y apuntaron las armas contra sus oficiales. Esto ocurrió el 18 de marzo. La Comuna comenzaba.
En las elecciones libres convocadas por la Guardia Nacional de ParÃs, los ciudadanos eligieron un consejo formado por una mayorÃa de Jacobinos y Republicanos y una minorÃa Socialista (Blanquistas - socialistas autoritarios - la mayor parte, y seguidores de Proudhon). El consejo proclamó la autonomÃa de ParÃs y su deseo de recrear Francia como una confederación de comunas (i.e. comunidades). Dentro de la Comuna, los integrantes del consejo podÃan ser revocados y se les pagaba un salaria average. Además, tenÃan que dar cuentas al pueblo que los habÃa elegido.
Está claro por qué este suceso se prendió en la imaginación de los anarquistas - tiene grandes similaridades con las ideas anarquistas. De hecho, el ejemplo de la Comuna de ParÃs era en muchas maneras similar a cómo Bakunin habÃa pronosticado que la revolución ocurrirÃa - una ciudad principal se declararÃa autónoma, organizándose y dando ejemplo, y exhortarÃa al resto del mundo a seguirla. (Ver "Carta a Albert Richards" en Bakunin on Anarquism). La Comuna de ParÃs inició el proceso de creación de una nueva sociedad, organizada de abajo arriba.
Muchos anarquistas tuvieron un papel importante dentro de la Comuna, por ejemplo Luisa Michel, los hermanos Reclus, y Eugene Varlin (este último asesinado en la consiguiente represión). Referente a las reformas iniciadas por la Comuna, tales como la re-apertura de los puestos de trabajo como cooperativas, los anarquistas pudieron ver sus ideas de labor asociada comenzar a realizarse. En el llamamiento de la Comuna al federalismo y a la autonomÃa, los anarquistas ven su "organización social del futuro ... llevada a cabo de abajo arriba, a través de la libre asociación o federación de trabajadores, comenzando por las asociaciones, siguiendo a las comunas, las regiones, las naciones, y finalmente culminando en una gran federación internacional y universal" [Bakunin, ibid., p. 270].
Sin embargo, para los anarquistas la Comuna se quedó corta. El estado no fue abolido dentro de la Comuna, como lo habÃa abolido afuera. Los comuneros se organizaron "de manera Jacobina" (usando las tajantes palabras de Bakunin). Como señaló Piotr Kropotkin, no "rompieron con la tradición del estado, de gobierno representativo, y no trataron de lograr dentro de la Comuna esa organización de lo sencillo a lo complejo que habÃa inagurado al proclamar la independencia y la libre federación de comunas" [Fighting the Revolution, p. 16]. Además, sus atentados de reforma económica no fueron lo suficientemente lejos, no trataron de formar cooperativas en todos los puestos de trabajo ni formar asociaciones de éstas cooperativas para la coordinación y el apoyo mutuo mutuo en sus actividades económicas. No obstante, como la ciudad estaba sitiada por el ejército francés, se comprende que los comuneros pensaran en otras cosas.
En lugar de abolir el estado dentro de la comuna organizando federaciones de asambleas democráticas de masas, como las "secciones" parisinas de la revolución de 1789-93 (ver Great French Revolution de Kropotkin), la Comuna de ParÃs mantuvo un gobierno representativo y sufrió por ello. "En vez de actuar por su cuenta ... el pueblo, confiando en sus gobernadores, les confió el mandato de tomar la iniciativa" [Kropotkin, Revolutionary Pamphlets, p.19], y asà el consejo se convirtió en "el mayor obstáculo a la revolución" [Bakunin, Op. Cit., p. 241].
El consejo se aisló más y más del pueblo que lo eligió, haciéndose más y más inútil. Al tiempo que su irrelevancia aumentaba, asà también sus tendencias autoritarias, llegando a crearse un "Comité de Salud Pública" por la mayorÃa Jacobina, para "defender" (por el terror) la " revolución". El Comité se opuso a la minorÃa libertario-socialista y fue afortunadamente ignorado en la práctica por el pueblo de ParÃs que defendÃa su libertad contra el ejército francés, que los atacaba en nombre de la civilización capitalista y de la "libertad". El 1 de Mayo, las tropas gubernamentales entraron en la ciudad, siguiendo siete dÃas de duras luchas callejeras. Pelotones de soldados y miembros de la burguesÃa armados merodeaban por las calles, matando a mansalva. Mas de 25,000 personas fueron muertas en la lucha callejera, muchas asesinadas después de rendirse, y sus cadáveres fueron enterrados en sepulturas comunes.
Para los anarquistas, las lecciones de la Comuna de ParÃs fueron tres. Primero, una confederación de comunidades descentralizada es la forma polÃtica necesaria para una sociedad libre. Segundo, "No más hay razones para un gobierno dentro de la Comuna que para un gobierno sobre ella" [ Pedro Kropotkin, Fighting the Revolution, p. 19].
Lo cual quiere decir que una comunidad anarquista ha de ser basada en la confederación de barrios y asambleas de trabajo cooperando libremente. Tercero, es crÃticamente importante unificar las revoluciones polÃtica y económica en una revolución social. "Ellos trataron de consolidar la Comuna primero, postponiendo la revolución social para más tarde, mientras que la única forma de proceder era consolidar la Comuna por medio de la revolución social" [Kropotkin, Op. Cit.,p. 19].
Otras Comunas[edit]
Simultáneamente con la Comuna de ParÃs, surgieron los alzamientos de Lyon, Grenoble, y otras ciudades, las cuales al igual que la Comuna de ParÃs, gozaron de una breve vida.
Véase también[edit]
Enlaces externos[edit]
- La Comuna de Paris
- Historia de la Comuna de ParÃs (Flag.blackened.net)
- Historia de la Comuna de ParÃs (Nodo50.org)
- La Comuna de ParÃs, por Pedro Kropotkin
- Video: comuna de ParÃs
Notas[edit]
CategorÃa:Historia del anarquismo CategorÃa:Revoluciones CategorÃa:Revoluciones Anarquistas CategorÃa:Anarquismo en Francia