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Comunismo

From Anarchopedia
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Este artículo trata el comunismo marxista, si desea ver el anarquista vea: Anarcocomunismo
Si desea ver la teoría política desarrollada por Marx, vea: Marxismo
La hoz y el martillo, símbolos del comunismo adoptados por los partidos marxistas-leninistas a partir de la Tercera Internacional, tal como aparecían en la bandera nacional de la Unión Soviética.

El comunismo es un sistema teórico de organización social y también un movimiento político. Se basa en la propiedad colectiva de los medios de producción. Como movimiento político, este aspira a crear una sociedad sin clases sociales. El comunismo existe como fuerza política desde inicios del siglo XX, generalmente la idea comunista está asociada con las ideas marxistas, sin embargo, hay otras ramas políticas que no siendo marxistas se consideran comunistas.

Ideología[edit]

El comunismo lucha por la desaparición privada dentro de los medios de producción y por la desaparición de las clases sociales. Hechos que traerán como resultado la desaparición del estado como medio de explotación del hombre por el hombre.

Manifiesto comunista[edit]

Así comenzaban en 1848 Karl Marx y Friedrich Engels el Manifiesto Comunista. Este documento sentó las bases de la teoría marxista o marxismo y aportó una identidad y un ideario básico al comunismo.

La definición de comunismo puede realizarse desde los enfoques ideológico-filosófico, político, y económico, en lo que este aspecto afecta al desarrollo y la evolución de las sociedades humanas.

Esta ideología, en sus facetas de teoría política y movimiento político y social se define a sí misma principalmente a través de tres rasgos:

  • La utilización de un método científico como herramienta o instrumento eficaz para realizar un análisis preciso de la realidad social y política. Se debe señalar que, según Marx, la situación económica de una persona es determinante (aunque no de manera absoluta, por lo que sería más apropiado señalar que es muy influyente) para el pensamiento de esa persona, la infraestructura económica es determinante para la superestructura ideológica.
  • Como segunda cuestión está la contradicción permanente entre el trabajo y el capital que se da en el capitalismo, es decir entre la clase trabajadora (fuerza de trabajo) y la burguesía. Esto da origen a la lucha de clases (como motor de la historia), razón de ser del comunismo como fuerza superadora de un sistema injusto: el capitalista en sus diferentes expresiones, por ejemplo el imperialismo.
  • Un tercer aspecto lo constituye la continua evolución del pensamiento marxista, y su adaptación a la realidad social y política en cada momento.

Basado en la dialéctica de Hegel, Marx concibió la resolución de la lucha de clases mediante una síntesis superadora de los contrarios, que daría luz a la nueva sociedad cuando la contradicción entre la acumulación de riqueza y la imposibilidad de que muchos disfrutaran de ella, llegaran a un punto insostenible. La sociedad igualitaria sólo podía realizarse cuando las tensiones internas del capitalismo alcanzaran su máximo desarrollo. Marx esperaba por eso que la revolución comunista estallara en los países más avanzados, especialmente en Inglaterra, cuna de la Revolución Industrial. El hecho que finalmente la revolución haya ocurrido en el país más atrasado de Europa, Rusia, radica en la teoría de desarrollo desigual y combinado y la nueva etapa del capitalismo, el imperialismo.

En la teoría marxista, el comunismo debía ser una etapa posterior al socialismo. La toma del poder por el proletariado y su consiguiente gobierno (llamado "dictadura del proletariado", aunque el término "dictadura", traducido del alemán en realidad denota "hegemonía") no garantizaba de entrada una distribución igualitaria de las riquezas, sino únicamente la garantía de que la clase dominante derrocada no accedería al poder nuevamente mediante maniobras políticas o militares. De esta manera, el comunismo llegaría cuando él proletariado lograra multiplicar los medios de producción y finalmente extinguirse el Estado. La primera etapa era pues la de socializar tales medios y entregar la administración de la riqueza al Estado Obrero, cuyo tamaño e influencia política disminuiría con el tiempo.

Marx consideraba deseable que la transición se hiciera con el mínimo de violencia. Definía la violencia como "partera de la historia", es decir, como la fuerza necesaria y aleatoria para lubricar un proceso casi inevitable. Por otra parte, creía que una vez desencadenada en un país, la revolución debía extenderse rápidamente a otros, debido a la existencia de un mercado mundial en el que circulaban los productos terminados y las materias primas.

El marxismo criticó severamente a los socialistas de su época, a los que atribuía finalidades meramente reformistas. La polémica entre socialistas y comunistas marcó las primeras décadas del siglo XX en el movimiento obrero europeo.

El Comunismo, tal y como se ha descrito, nunca ha sido llevado a la práctica, sino que se ha concretado siempre en formas políticas, económicas y sociales totalitarias, liberticidas e incluso genocidas; lo que ha sido interpretado de dos maneras opuestas:

  • Como demostración de su perversidad intrínseca y su imposibilidad práctica, o bien:
  • Como un refuerzo al argumento de que se trata de una realidad alcanzable pero aún inalcanzada por razones ajenas a ella misma, lo que convierte el Comunismo en una utopía que se verifica a sí misma en su imposibilidad de realización.[1]

Comunismo anarquista y Comunismo Marxista[edit]

Véase: Anarcocomunismo

Mijaíl Bakunin fue antagonista de Marx durante la Primera Internacional

Las diferencias entre estos dos tipos de comunismo se remontan al momento mismo de las discusiones que sostenían Bakunin (Anarcocomunista) y Marx (Comunista autotioraio) en los congresos de la internacional separando a los obreros en Libertarios y Autoritarios. Para aquella época el principal punto en el cual se abría el debate, era las acciones que se debían desarrollar después de la revolución, para Bakunin era necesario incitar la asociación voluntaria para superar los inconvenientes en el nuevo sistema, pero para Marx, superar estas dificultades solo sería posible instaurando un estado del proletariado (Dictadura del Proletariado). Según el punto de vista de los anarquistas, no se debe tolerar ningún tipo de estado (comunista o Capitalista), ya que este por naturaleza crearía clases sociales. Para Bakunin, una dictadura del proletariado crearía de nuevo dos clases sociales: los proletarios en el poder, y los proletarios gobernados, de este modo, aunque se acabara la burguesía, se seguiría la lucha de clases y la opresión por parte de una clase a la otra. Sin embargo, para los marxistas, quienes apoyaban al anarquismo como movimiento revolucionario, lo criticaban como movimiento social y político, ya que, según ellos, no sería posible la asociación voluntaria mientras él proletariado no gobernara.

Las discusiones terminarían con la expulsión de los anarquistas (incluyendo los anarcocomunistas) por parte de los marxistas de la internacional.

Sin embargo, para la primera mitad del siglo XX, ambos tipos de comunistas (libertarios y marxistas) dejarían de lado sus diferencias para combatir a los sistemas autoritarios de entonces. Como ejemplo, podemos citar la guerra civil rusa, donde en un momento el ejército negro (Anarcocomunista) combatió hombro a hombro con el ejército rojo (Comunismo Marxista-Leninista), ambos en contra del ejército blanco (Estatista-Zarista) y el ejército verde (Nacionalista Republicano). Como dato se puede mencionar que una vez instaurado el régimen del ejército rojo en Rusia, se procedió a declarar los movimientos anarquistas en Ucrania como contrarrevolucionarios. Otro ejemplo claro fue la guerra civil española, donde las fuerzas anarquistas se unieron a movimientos sindicalistas comunistas, luego la traición estalinista no se hizo esperar. También cabe mencionar la revolución cubana, donde muchos libertarios apoyaron militarmente las fuerzas comunistas, pero luego del mismo modo que en la guerra civil rusa, los comunistas marxistas tomaron el poder y exiliaron a muchos anarquistas y no prestaron atención a los ideales libertarios.

Sin embargo, para finales del siglo XX, cuando muchos estados marxistas colapsan (Chile, Yugoslavia, Alemana Oriental, Unión Soviética) y en su lugar se instauran regímenes de extrema derecha (Chile, Argentina, Uruguay, etc.) y estados neoliberalistas, se vuelve a presenciar un aumento en la unión de anarquistas (principalmente anarcocomunistas y anarcosindicalistas) y marxistas, para juntos combatir los sistemas capitalistas. Por ejemplo, las huelgas generales de España, Francia, Grecia y demás países, son patrocinadas por ambos lados del comunismo.

Véase también[edit]

Enlaces externos[edit]

  • [Fragmento tomado de Wikipedia.]