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“UNA VERDADERA LECCION DE VIDA…” 


Tamara Arismendi Palavecinos.


Luego de leer el libro “Culturas de Mercado, Rutinas de Vida” del cual elegí el capitulo llamado “Cilantro, Perejil, y Acelgas, Verduras de la Dignidad” me fue posible conocer mas de un mundo del cual no muchas veces somos participes, ya que nuestra participación en una feria publica, en donde se venden los alimentos que casi a diario consumimos, casi siempre es solo de compradores, no nos detenemos a analizar lo que a diario vive la gente que allí trabaja.


En este texto se realiza un trabajo de campo, en donde se llega a entrevistar a gente que trabaja diariamente en la feria Aníbal Pinto, como también a sus distintos participantes. Gracias a esto los autores nos muestran como es la rutina diaria de estas personas, su vida dentro y fuera de la feria, para así entender como funciona la dinámica de trabajo que ellos utilizan.


Gracias a este libro conocí la historia de Lucia Lincopan, quien con sus relatos me dio a entender cuan dura y esforzada, pero al mismo tiempo gratificante es su vida, ya que aunque sea una vida dura y llena de momentos difíciles, trabaja día a día para mantenerse a ella y a sus dos hijos, ya que su marido la abandono hace algunos años, teniendo que trabajar ella sola para mantener la familia, pero ella lo hace con mucha dedicación ya que sabe que es la única fuente de ingresos en su familia.


Lucia no solo trabaja en la Feria Pinto, si no que también es un fiel defensora del lugar en donde vive, ya que pertenece a una pequeña comunidad mapuche, la cual por muchos años ha tenido que defender el terreno donde viven ocho familias, ya que por su cercanía a la cuidad de Temuco muchos han intentado construir en estos asentamientos.


Lucia tiene su “puesto” de trabajo en la calle, en la esquina de las calles Balmaceda con Pinto, a donde llega a las ocho de la mañana a vender sus hortalizas, que casi siempre son las que ella misma cultiva, perejil, acelga, y cilantro, pero también compra a las llamadas “ñañas mapuches” diversas verduras de la estación que ofrece a sus clientes, con algunos de los cuales ha establecido una relación de amistad gracias a su empatía y a su alegría que la llevan a levantar todos los días de Lunes a Sábado este “puesto” de trabajo que es el que le permite alimentar a su familia, aunque a veces los ingresos que recaude no sean muchos.


Lucia es una de las tantas mujeres chilenas que se levantan día a día para poder alimentar y mantener a su familia, ya que cuando su marido los abandono, ella tubo que asumir el rol de mantención de sus dos hijos, además también, de realizar las labores del hogar, por lo tanto debe realizar dobles o triples jornadas de trabajo, pero esto es lo que hace a Lucia ser una mujer fuerte y luchadora, trabajar por sus hijos, que son lo mas importante en su vida, “Feli” y “Pancho”. “Feli” es el mayor, tiene veinte años y se dedica a trabajos esporádicos aportando cuando puede a Lucia, “Pancho” el menor tiene diez años y cursa quinto año básico.


Su vida nunca ha sido fácil, pero no por esto Lucia se echa a morir, al contrario, ella vela por el futuro de sus hijos, y también por el de la comunidad a la que pertenece. A pesar de todos los pesares que la vida le ha impuesto nunca ha dejado de ser solidaria, compasiva, amigable con los demás, y es así como la sienten las personas que diariamente tienen trato con ella, ayuda a quien se lo pida, demostrando su empatía y su alegría de vida. Lucia no tiene problemas de “fiar a la mayoría de sus clientes” lo que muy pocas personas hacen en estos tiempos de desconfianza hacia el prójimo, además de que esto signifique recibir las ganancias a fin de mes, ella es un ejemplo de la mujer del siglo XXI, esforzada, amable, entregada a sus labores, pero por sobre todo dedicada a su familia, porque sabemos que la mujer entrega todo y mas de lo que tiene por su familia, y esto es lo que ella hace, porque se levanta todos los días llevada por la idea de llevar adelante a su familia, a sus hijos.


Lucia es muy apegada a sus tradiciones culturales, es por esto que siempre tiene presente a el Dios creador “Ngenechèn” al cual siempre encomienda sus producciones, sin dejar de lado todas las tareas propias de lo que significa mantener en buenas condiciones un huerto, además de conocer todos los secretos para poder mantenerlo en buen estado.


“…Ser mujer trabajadora en Chile no es una situación fácil, tal como lo señala el Servicio Nacional de la Mujer (SERNAM). A fines de la década de los noventa: el acceso de las mujeres al empleo y al trabajo como herramientas necesarias para su autonomía y superación de la pobreza, estaba marcado por profundas desigualdades en sus condiciones de ingreso, permanencia, diferencias salariales, legislativas y provisionales” (Vega, 2004: 24 en (Davinson y Keterer, 2006: 27)


Con la lectura de este libro y del capitulo: “Cilantro, Perejil y Acelgas, Verduras de la Dignidad”, en particular, pude ver la realidad del día a día de Lucia Lincopan, una mujer esforzada y dedicada por sacar adelante a su familia y que a pesar de todos los sin sabores que ha tenido que sufrir no deja de ser alegre y amable con las personas que cada día van en busca de verduras y hortalizas al “puesto” que de Lunes a Sábado Lucia levanta sagradamente en la esquina de las calles Balmaceda con Pinto, lugar que como ella misma dice, Carabineros le cedió para poder estar allí desde hace tres años.


Lucia nos puede dejar una verdadera lección de vida para quienes nos quejamos por cosas que al lado de las que otras personas han sufrido son en realidad unas pequeñeces, esta mujer nos enseña que las dificultades de la vida se pueden sortear siempre y cuando nos lo propongamos, sin embargo a pesar de todo esto nos enseña que aunque halla que sacrificarse para conseguir el sustento diario, lo mas importante es mantener unida la familia, y que hay cosas que logran traspasar ese cansancio diario que imagino debe llevar por sobre sus hombros.


FUENTES Bibliográficas.

- Davinson, Guillermo y Lucy Ketterer (2006) Culturas de Mercado, rutinas de vida. Temuco: Ediciones Universidad de La Frontera.