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C.7 - ¿Qué causa el ciclo económico capitalista?

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¿Qué causa el ciclo económico capitalista?

El ciclo económico (business cycle) es el término que se usa para describir la naturaleza de auges y crisis del capitalismo. A veces hay pleno empleo, con los centros de trabajo produciendo más y más servicios y bienes, la economía crece y con ello los salarios. Sin embargo, como Proudhon argumenta, esta situación feliz no dura mucho:

"Pero la industria, bajo la influencia de la propiedad, no procede con esa regularidad... tan pronto como se empieza a notar la demanda, las fábricas se llenan y todo el mundo se pone a trabajar. El negocio está vivo... bajo las leyes de la propiedad, las flores de la industria están cosidas a amenazas funerarias. El trabajador cava su propia tumba ... la introducción de maquinaria; el empleo de mujeres y niños ... los costes decrecientes crean un mercado más grande ... [pero] el poder de producción tiende más que nunca a sobrepasar el consumo ... hoy la fábrica está cerrada. Mañana la gente se muere de hambre en las calles ... A consecuencia del cese del negocio y del precio extremadamente bajo de las mercancías ... los asustados inversores aceleran su retirada de fondos [y] la producción se suspende, y el trabajo llega a un alto."



¿Por qué pasa esto? Para los anarquistas, como Proudhon describe, tiene que ver con la naturaleza de la producción capitalista y con la relación social que produce ("la ley de la propiedad"). La clave para entender el ciclo económico es entender que, para usar las palabras de Proudhon, "la propiedad vende productos a los trabajadores por más de lo que les paga por ellos; por lo tanto es imposible." [Op. Cit., p. 194] En otras palabras, la necesidad del capitalismo de hacer beneficio de los trabajadores a los que emplea es la causa subyancente del ciclo económico. Si la clase capitalistaa no puede hacer suficientes beneficios, parará la producción, despedirá a las personas, arruinará las vida y las comunidades hasta que el suficiente beneficio pueda ser extraido de los trabajadores.

Así pues ¿qué ejerce influencia sobre este nivel de beneficio? Hay dos tipo de presiones sobre los beneficios que llamamos las "objetivas" y las "subjetivas". Las presiones objetivas están relacionadas a lo que Proudhon describe como el hecho que "los poderes productivos tienden más y más a sobrepasar el consumo" y se discuten en la sección C.7.2 y la sección C.7.3. Las presiones "subjetivas" tienen que ver con la naturaleza de la relación social que crea el capitalismo, la relación de dominación y sumisión que son las raices de la explotación y la resistencia a esta. En otras palabras, las presiones subjetivas son la consecuencia del hecho de que "la propiedad es despotismo" (para usar la expresión de Proudhon). Discutiremos el impacto de la lucha de clases (la presión "subjetiva") en la próxima sección.

Antes de continuar, nos gustaría dejar claro que los factores funcionan juntos en una economía real y los hemos dividido para poder explicar los sucesos que acontecen en cada uno de ellos. La lucha de clases, la "comunicación" del mercado creando desproporcionalidades y sobre-inversión, todos interactuan. Debido a la necesidad de la competencia interna (lucha de clases) y externa (inter-empresas), los capitalistas tienen que invertir en nuevos medios de producción. Al aumentar el poder de los trabajadores en un auge, los capitalistas innovan e invierten para poder contrarestar esto. De igual forma, para obtener una ventaja de mercado (y por lo tanto aumentar los beneficios) por encima de sus competidores, la empresa invierte en nueva maquinaria. Sin embargo, debido a la falta de comunicación efectiva dentro de un mercado causado por el mecanismo de precios y la incompleta información que proviene de los tipos de interés, estas inversiones se concentran en ciertas partes de la economía. Puede ocurrir unna sobre-inversión relativa , creando la posibilidad de crisis. Además, el auge alienta a nuevas empresas y competidores foráneos a intentar a obtener una cuota del mercado, bajando de esta manera el "grado de monopolio" en una industria, y por lo tanto reduciendo los beneficios de las grandes empresas (que, a su vez, puede producir una aumento de las fusiones y opas hacia el final del auge). Mientras tanto, el poder de los trabajadores se incrementa, provocando la erosión de los márgenes de beneficios, pero también reduciendo las tendencias a la sobre-inversión al resistir la introducción de nueva maquinaria y técnicas y manteniendo la demanda de los productos finales. Este efecto contradictorio de la lucha de clases iguala al efecto contradictorio de la inversión. Así como la inversión causa crisis porque es útil (ayuda a incrementar los beneficios para las empresas en el corto plazo, pero lleva a la sobre-inversión colectiva y caida de beneficios en el largo plazo), la lucha de clases esconde la sobre-acumulación de capital y mantiene la demanda agregada (posponiendo la crisis) mientras al mismo tiempo erosiona los beneficios en el lugar de producción (acelerando la crisis). Los factores objetivos y subjetivos interactuan entre ellos, pero al final, la crisis sucederá simplemente porque el sistema está basado en el trabajo asalariado y los productores no están produciendo para ellos mismos. Si los trabajadores producieran para ellos mismos, este factor decisivo no sería un factor ya que no existiría ninguna clase capitalista.

Y deberíamos agregar que estos factores trabajan al contrario durante la crisis, creando el potencial para un auge. Durante la crisis, los capitalistas todavía intentan mejorar su rentabilidad. Los trabajadores están en una situación dificil debido al aumento del desempleo y, por lo tanto, aceptan un aumento en los niveles de explotación. Además, al quebrar muchas empresas, el grado de monopolio de cada industria aumenta, los que hace aumentar los beneficios a las grandes. Eventualmente este incremento en valor excedente es suficiente relativamente al (reducido) capital fijo para incrementar la tasa de beneficios. Esto alienta a los capitalistas a empezar a invertir y de nuevo el auge comienza (un auge que contiene las semilla de su propio fin).

Y así, continúa el ciclo económico, conducido por presiones subjetivas y objetivas -- presiones que están relacionadas directamente a la naturaleza de la producción capitalista y del trabajo asalariado en el que este se basa.

¿Qué papel juega la lucha de clases en el ciclo económico?

En su forma más básica, la lucha de clases (la resistencia a la jerarquía en todas sus formas ) es la causa principal del ciclo económico. Como argumentamos en la sección B.1.2 y en la sección C.2, los capitalistas para poder explotar a las trabajadoras, primero los tienen que oprimir. Pero donde hay opresión, hay resistencia; donde hay autoridad, siempre hay deseo de libertad. De esta forma, el capitalismo está marcado por una continua lucha entre los trabajadores y los jefes en el centro de producción y al mismo tiempo lucha fuera de los centros de trabajo contra otras formas de jerarquía.

Esta lucha de clase refleja un conflicto entre los intentos de liberación y de autoempleo de los trabajadores y los intentos del capital de convertir al individuo en un eslabón de una gran máquina. Refleja el intento de los oprimidos a intentar vivir una vida plenamente humana, expresada cuando
"el trabajador reclama su parte de la riqueza que produce; reclama su parte en la gestión de la producción; y reclama no sólo algunas mejoras sino su total derecho en el disfrute de la ciencia y del arte"



Como argumenta Errico Malatesta,

"si los trabajadores consiguieran eso que demandan, estarían mucho mejor: ganarían más, trabajarían menos horas y tendrían más tiempo y energía para usar en cosas que les interesan, y esto crearía inmediatamente más demanda y mayores necesidades ... [N]o existe ninguna ley natura (ley del salario) que determine qué parte del producto del trabajo debería ir para él o ella .... los salarios, las horas y otras condiciones de empleo son resultado de la lucha entre trabajadores y jefes. Éstos últimos intentan y dan a los trabajadores los mínimo posible; los primero intentan, o deberían intentar trabajar lo mínimo posible y cobrar lo máximo posible. Donde los trabajadores aceptan cualquier condición, o incluso estar descontentos, o no saben como establecer una resistencia efectiva a las demandas de los jefes, son prontamente reducidos a condiciones bestiales de vida. Donde, sin embargo, tienen ideas de cómo deben vivir los seres humanos y sáben como unir fuerzas, y a través de la negativa a trabajar y la amenza abierta a la rebelión, para ganarse el respeto de los jefes, entonces, los trabajadores pueden, hasta cierto punto, prevenir un empeoramiento de sus condiciones a la vez que conseguir una mejoría real."



Es la lucha la que determina los salarios y los ingresos indirectos como la seguridad social, las ayudas a la educación etcétera. Esta lucha también influye en la concentración del capital, al intentar el capital usar la tecnología como herramienta en el control obrero (para poder extraer el máximo beneficio de ellos) y para obtener ventajas sobre sus competidores (ver sección C.2.3). Y, como se discutirá en la sección D.10, el incremento en la inversión de capital también refleja un intento de aumentar el control de los trabajadores por el capital (o de sustituirles con máquinas que no puedan decir 'No') más la transformación del individuo en "trabajador en masa" que puede ser despedido y sustituido como poco o ningún ajetreo. Por ejemplo, Proudhon cita a un Manufacturero Inglés que dice que invierte en maquinaria precisamente para reemplazar a los humanos por máquinas porque las máquinas son más fáciles de controlar.

"La insubordinación de nuestra fuerza de trabajo nos ha dado la idea de prescindir de ellos. Nos hemos hecho la idea y la hemos estimulado con todos los esfuerzos imaginables de la mente para reemplazar el servicio de las personas por herramientas más dóciles, y hemos logrado nuestro objetivo. La maquinaria ha librado al capital de la opresión de los trabajadores."



(A los que Proudhon responde "Que pena que la maquinaria no pueda también liberar al capital de la opresión de los consumidores!", ya que la sobre-producción y el mercado inadecuado causado por la maquinaria que reemplaza a las personas pronto destruye estas ilusiones de la producción automática por una crisis -- ver sección C.7.3).

Por lo tanto, la lucha de clases influye tanto en los salarios como en la inversiones del capital, y por lo tanto en el precio de los productos en el mercado. También, y más importante, determina el nivel de beneficios y son los niveles de beneficio los que causan el ciclo económico. Esto es porque, bajo el capitalismo, la producción tiene como objetivo incrementar los beneficios de los capitalistas. Y tenemos por lo tanto, la continua fluctuación de la industria, la crisis que viene periódicamente ... " [Kropotkin, Op. Cit., p. 55]

Un mito capitalista muy común, derivado de la teoría subjetiva del Valor, es que el capitalismo de mercado libre resultará en un boom contínuo, ya que las causas de las crisis le son atribuidas al control del estado del crédito y del dinero. Asumamos, por un momento, que este fuera el caso. (De hecho, no es el caso, como veremos en la sección C.8). En el sueño de la economía creciente de los mercados libres, habrá pleno empleo. Pero en un periodo de pleno empleo, mientras que ayuda a aumentar la demanda, su característica fatal desde el punto de vista empresarial es que mantiene la reserva de deseempleados baja, protegiendo de esta forma los niveles de salario y la fuerza de negociación de los y las trabajadoras." [Edward S. Herman, Más Allá de la Hipocresía, p. 93]

En otras palabras, los y las trabajadoras están en una posición muy fuerte cuando se produce el boom, una fuerza que puede minar el sistema. Esto es porque el capitalismo camina por un camino muy estrecho. Si un boom es continuo, los salarios reales se tienen que desarrollar dentro de cierta band. Si su crecimiento es demasiado bajo, entonces los capitalistas se verán en dificultades para vender los productos que sus trabajadores han producido, y , por lo tanto, debido a esto, se enfrentarán a los que se denomina normalmente una "crisis de realización" (el hecho que los capitalistas no puedan hacer un beneficio si no venden sus productos). Si el crecimiento de los salarios reales es demasiado elevado entonces las condiciones para producir beneficios son minadas consiguiendo los trabajadores más del valor que producen. Esto significa que en periodos de boom, cuando el desempleo cae, las condiciones de realización crecen mientras la demanda de productos crece, expandiendo los mercados y alentando la inversión de los capitalistas. Sin embargo, tal incremento en inversión (y por lo tanto en empleo) tiene efectos adversos en las condiciones para obtener un valor excedente al afirmarse los y las trabajadoras en el punto de producción, incrementando su resistencia a las demandas de los gestores y, más importante, haciendo sus propias demandas.

Si una industria o pais experimenta un alto desempleo, los trabajadores tragarán con jornadas más largas, salarios estancados, empeoramiento de las condiciones y nuevas tecnologías para poder mantener el puesto de trabajo. Esto permite al capital extraer unos mayores niveles de beneficios de esos trabajadores, lo que ha su vez hace señales a otros capitalistas para invertir en esas áreas. Al aumentar la inversión, el desempleo decrece. Al acabarse las reservas de desempleados, entonces los salarios subirán ya que los empleadores competirán por los pocos recursos y los trabajadores notarán su poder. Al mejorar la posición de los trabajadores, éstos pasarán de la resistencia a la agenda del capital a proponer la suya propia (demanda para mejores salarios, mejores condiciones laborales e incluso control obrero). Al aumentar el poder de los trabajadores, la parte del ingreso que va al capital desciende, así como los ratios de beneficios, y el capita experiencia una contracción de los beneficios y por lo tanto recorta en la inversión y en la contratación y/o en los salarios. El recorte en la inversión hace aumentar el desempleo lo que a su vez reduce la demanda de productos ya que los desempleados no se pueden permitir comprar tanto como antes. Este proceso se acelera cuando los jefes despiden a los trabajadores o reducen sus salarios y se ahonda en la crisis y por lo tanto el desempleo aumenta, lo que hace comenzar el ciclo otra vez. A esto se le puede denominar presión "subjetiva" sobre los ratios de beneficios.

Este juego de beneficios y salarios se puede ver en la mayoría de los ciclos económicos. Por ejemplo, consideremos la crisis que terminó con la era de posguerra keynesiana a principios de los 70 y que allanó el camino para la "revolución de la oferta" de Thatcher y Reagan. Esta crisis que ocurrión en 1973, tiene sus raices en el boom de los años 60. Si miramos a los Estados Unidos, veremos que experimentó un crecimiento contínuo entre 1961 y 1969 (el más largo de sus historia). A partir de 1961 en adelante, el desempleo cayó de forma contínua, creando efectivamente pleno empleo. Desde 1963, el número de huelgas y el total de horas de trabajo perdidas aumentó de forma constante (desde alrededor de 3000 huelgas en 1963 a casi 6000 en 1970). El número de hulegas salvajes aumentó en un 22% de todas las huelgas en 1960 al 36.5% en 1966. Para 1965 tanto los beneficios empresariales como los raatios de beneficios llegaron a sus máximos. La caida en beneficios y ratios de beneficios continuó hasta 1970 (cuando el desempleo empezó a aumentar), donde aumentó ligeramente hasta que la crisis se presentó en 1973, además, después de 1965, la inflación comenzó a acelerase cuando las empresas capitalistas intentaron mantener sus márgenes de beneficios pasando los incremento de costes a los consumidores (como discutiremos más abajo, la inflación tiene mucho más que ver con los beneficios de los capitalistas que la cantidad de dinero o los salarios). Esto ayudo a reducir los salarios reales y mantener la rentabilidad desde en el periodo de 1968 a 1973 por encima de lo que podía haber sido, lo que ayudó a posponer, pero no a parar la crisis.

Mirando la imagen global, nos encontramos que para los países capitalistas avanzados en conjunto, los salarios producto aumentaron de forma constante entre 1962 y 1971 mientras la productividad cayó. Los salarios producto (el coste real del empleador de contratar a un trabajador) igualó a los productividad en 1965 (alrededor del 4%) -- que también fue el año en el que la porción de beneficios en los ingresos y los ratios de beneficios alcanzaron su máximo. Desde 1965 hasta 1971, la productividad continuó cayendo mientras los salarios continuaron aumentando. Este proceso, el resultado de la disminución del desempleo y la creciente fuerza de los trabajadores (expresado en parte por una explosión en el número de huelgas en Europa y demás sitio), ayudó a asegurar que los salarios reales después de impuestos y la productividad en los paises capitalistas avanzados incrementó más o menos al mismo ritmo desde 1960 a 1968 (4%). Pero entre 1968 y 1973, los salarios reales después de impuestos aumentaron por una media de 4.5% comparado a un aumento de la productividad de sólo el 3.4%. Más aún, debido al aumento de la competencia internacional las empresas no pudieron trasladar el aumento de los salarios de los trabajadores a los clientes en forma de mayores precios (lo que también hubiera posponido pero no parado la crisis). Como resultado de estos factores, la porción de beneficios que fue a las empresas cayó un 15% en ese periodo.

Además, fuera de los centros de trabajo, "una serie de fuertes movimientos de liberación aparecieron entre las mujeres, los y las estudiantes y las minorías étnicas. Una crisis de las instituciones sociales estaba en progreso, y grandes grupos sociales estaban cuestionando la auténtica fundación de la sociedad jerárquica moderna: la familia patriarcal, los colegios y universidades autoritarias y los centros de trabajo y oficinas jerárquicas, los sindicatos burocráticos o los partidos" [Takis Fotopoulos, "La Nación Estado y el mercado", p. 58, La Sociedad y la Naturaleza, Vol. 3, pp. 44-45]

Estas luchas sociales resultaron en una crisis económica ya que el capital no pudo continuar oprimiento y explotando a la clase trabajadora lo suficiente como para mantener un ratio de beneficios adecuado. Esta crisis se usó entonces para disciplinar a la clase trabajadora y restaurar la autoridad del capital tanto dentro como fuera del centro de trabajo (ver Sección C.8.2). Deberíamos también notar que este proceso de revuelta social, a pesar de, o a lo mejor gracias a, el incremento de la riqueza material estaba prevista por Malatesta. En 1922 argumentó que:

"El error fundamental de los reformistas es su sueño de solidaridad, y sincera colaboración, entre amos y sirvientes ..." "Aquellos que visonan una sociedad de cerdos bien cebados que andan felizmente como patos bajo la batuta de un número pequeño de criadores; que no tienen en cuenta la necesidad de libertad y los sentimientos de dignidad humana ... también pueden imaginar y aspirar a una organización técnica de producción que asegure abundancia para todos y al mismo tiempo materialmente ventajosa para jefes y trabajadores. Pero en realidad, la 'paz social' basada en la abundancia para todos seguirá siendo un sueño, mientras la sociedad esté dividida en clases antagonistas: empleadores y empleados... "El antagonismo es más espiritual que material. Nunca habrá un entendimiento real entre los jefes y los trabajadores para una mejor explotación de las fuerzas de la naturaleza en el interés de la humanidad, porque los jefes, por encima de todo, quieren seguir siendo jefes y asegurarse más poder a expensas de los trabajadores y mediante la competencia con otros jefes, donde los trabajadores han tenido ya sufientes jefes y ¡no quieren más!"



La experiencia del compromiso de la pos-guerra y las reformas social-democráticas indican bien que, ultimament, la cuestión social no es pobreza sino libertad. Sin embargo, volviendo al impacto de la lucha de clases en el capitalismo.

Más recientemente, el pánico en Wall Street que acompañó a la noticia de que el desempleo estaba cayendo en los Estados Unidos refleja este miedo al poder de la clase trabajadora. Sin el temor al desempleo, los trabajadores pueden empezar a pelear por mejoras en sus condiciones, contra la opresión y la explotación del capitalismo y por un mundo más libre y más justo. Cada crisis dentro del capitalismo ha ocurrido cuando los trabajadores han visto el desempleo caer y sus estándares de vida aumentar -- no es una coincidencia.

La curva de Philips, que indica que la inflación aumenta cuando el desempleo cae también es una indicación de esta relación. La inflación es la situación en la que hay un aumento generalizado de precios. La economía neo-clásica (y algunos capitalistas pro libres mercados) argumentan que la inflación es un fenómeno puramente monetario, el resultado de haber más dinero en circulación necesario para la venta de los varios bienes en el mercado. Sin embargo, esto no es cierto. En general, no hay relación entre el suministro de dinero y la inflación. La cantidad de dinero puede aumentar mientras las cifras de inflación bajan, por ejemplo (como fue el caso de Estados Unidos entre 1975 y 1984). La inflación tiene otras raices, mayormente, es una "expresión de los beneficios inadecuados que tienen que tener relación a los precios y las políticas monetarias... Bajo cualquier circunstancia, la inflación crea la necesidad de mayores beneficios ..." [Paul Mattick, Economía, Política y la Era de la Inflation, p. 19] La inflación lleva a mayores beneficios haciendo la mano de obra más barata. Esto es, reduce "los salarios reales de los trabajadores lo que beneficia directamente a los empleadores ... como los precios aumentan más rápidamente que los salarios, los ingresos que irían a los trabajadores van directamente a los empresarios" [J. Brecher and T. Costello, Sentido Común para Tiempos Difíciles, p. 120]

La inflación, en otras palabras, es un síntoma de la contínua lucha sobre la distribución del ingreso entre las clases, y como los trabajadores no tienen ningún control sobre los precios, es causado cuando se reducen los márgenes de beneficios (por cualquier razón, subjetiva u objetiva). Esto significa que estaría mal el concluir que el incremento salaria "causa" la inflación como tal. Hacerlo ignora el hecho de que los trabajadores no ponen los precios, son los capitalistas los que lo hacen. La inflación, a su manera, muestra la hipocresía del capitalismo. Después de todo, los incrementos salariales son debidos a las fuerzas "naturales" de la oferta y la demanda. Son los capitalistas los que van contra el mercado negándose a aceptar menores ganancias debidas a las condiciones del mercado. Obviamente, para usar la propia expresión de Tucker, bajo el capitalismo, las fuerzas del mercado son buenas para la gansa (la mano de obra) pero malas para el ganso (el capital).

Esto no significa que la inflación sirva a todos los capitalistas por igual (tampoco, por supuesto sirve a esas capas sociales que viven con ingresos fijos y que por lo tanto, sufren cuando aumentan los precio, pero tales personas son irrelevantes a los ojos del capital). Lejos de ello - durante los periodos de inflación, los deudores tienden a ganar y los prestamistas tienden a perder. La oposición a los altos índices de inflación por muchos defensores del capitalismo se basa en este hecho y la división que esto indica dentro de la misma clase capitalista. Hay dos grupos principales de capitalistas, los capitalistas financieros y los capitalistas industriales. Éstos últimos pueden y hacen beneficio de la inflación (como se indica arriba) pero los últimos ven la alta inflación como una amenaza. Cuando la inflación está acelerando puede empujar los ratios reales de los intereses a los número rojos y esto es un prospecto horrible para aquellos para quienes el ingreso por interés es fundamental (el capital financiero). Además, los altos niveles de inflación pueden incitar a la lucha social ya que los trabajadores y otras secciones de la sociedad intentan mantener su poder adquisitivo. Como la lucha social tiene un efecto politizador en aquellos que la practican, una condición de gran inflación podría tener un serio impacto en la estabilidad política del capitalismo y por lo tanto causar problemas a las clases gobernantes.

El tratamiento de la inflación por los media y por el gobierno es una expresión de la relativa fuerza de las dos secciones de la clase capitalista y del nivel de lucha de clases dentro de una sociedad. Por ejemplo, en los 70, con el incremento de la mobilidad internacional del capital, el balance de poder recayó sobre el capital financiero y la inflación se convirtió en la causa de todas las maldades. Este cambio de influencia al capital financiero se puede ver del incremento de los ingresos por rentas. La distribución de los beneficios de la industria manufacturera en los Estados Unidos indica este proceso -- comparando los periodos de 1965-73 a 1990-96, encontramos que los pagos de intereses aumentaron del 11% al 24%, el pago de dividendos, aumentó del 26% al 36% mientras que los beneficios retenidos cayeron del 65% al 40% (dado que los beneficios retenidos son la fuente más importante para los fondos de inversión, el auge del capital financiero nos ayuda a entender porqué, contrariamente a lo que afirman la derecha, el crecimiento económico ha ido poco a poco a menos mientras se liberalizaban los mercados -- los fondos que hubieran resultado en inversiones reales, han acabado en la máquina financiera). Además, la ola de huelgas y protestas que la inflación produjo tuvo implicaciones preocupantes para la clase dirigente. Sin embargo, como las razones fundamentales de la inflación (aumentar los beneficios) permanecían , la inflación en sí misma sólo se redujo a niveles aceptables, niveles que aseguraran ratios de intereses reales positivos y unos beneficios aceptables.

La conciencia de que el pleno empleo es malo para los negocios es la baseis del llamado "Ratio de desempleo inflacionista no acelerado (Non-Accelerating Inflation Rate of Unemployment - NAIRU). Este es el ratio de desempleo para una economía bajo el cual la inflación, se dice, comienza a acelerar. Mientras la base para esta "Teoría" es estrecha (el NAIRU es un ratio invisible y en movimiento por lo que esta "teoría" puede explicar cada hecho histórico simplemente porque uno puede probar todo cuando tus datos no pueden verse por simples mortales) es muy util para justificar las políticas cuyos objetivos son atacar a la clase trabajadora, sus organizaciones y sus actividades. El NAIRU se preocupa por la espiral "precio-salario" causado por la caida del desempleo y el auge de los derechos y poder de los trabajadores. Por supuesto, nunca se oye nada la espiral "precio-interés" o la espiral "precio-renta" o la espiral "precio-beneficio" aun siendo éstas también importantes para el establecimiento del precio. Siempre es la espiral "precios-salarios", simplemente porque el interés, la renta y los beneficios son ingresos del capital, y, por definición, por encima de cualquier reproche. Al aceptar la lógina del NAIRU, el sistema capitalista admite implicitamente que el propio sistema y el pleno empleo son incompatibles y con ello la afirmación de que el sistema asigna eficientemente los recursos o que los contratos de trabajo benefician igualmente a las dos partes.

Por estas razones, los anarquistas argumentan que un "boom" económico contínuo es una imposibilidad simplemente porque el capitalismo se mueve por consideraciones de beneficio, que, combinado con una presión subjetiva sobre los beneficios debido a la lucha de clases entre trabajadores y capitalistas, necesariamente produce una contínuo cíclo de auges y crisis. Esto no sorprende ya que "de la necesidad, la abundancia de algunos se basará en la pobreza de otros, y las duras circunstancias de los muchos se tendrá que mantener a toda costa, de que habrá manos para venderse a sí mismas por un parte de lo que son capaz de producir, sin las cuales el acumulación privada del capital es imposible!" [Kropotkin, Op. Cit., p. 128]

Por supuesto, cuando estas presiones "subjetivas" se hacen notar en el sistema, entonces la acumulación privada del capital se ve amenazada por las mejoras en las circunstancias de los muhcos, la clase dirigente acusa a la clase trabajadora de "avaricia" y "egoismo". Cuando esto ocurre, deberíamos recordar lo que Adam Smith tenía que decir sobre esto:

"En realidad, los altos beneficios tienden mucho más a aumentar el precio del trabajo que los altos salarios... Esa parte del precio de los bienes que proviene de los salarios ... aumentaría sólo en una proporción aritmética al aumento de los salarios. Pero si los beneficios de todos los diferentes empleadores de estos trabajadores se tuviera que aumentar en un cinco porciento, el precio de los bienes debido a los beneficios ... aumentaría en una proporción geométrica a este aumento de beneficios... Nuestros mercaderes y dueños de las manufacturas se quejan del grave efecto de los altos salarios al aumentar estos los precios y por lo tanto dañando la venta de los productos tanto en el mercado local como en el exterior. No dicen nada sobre los efectos negativos de los altos beneficios. Se callan sobre los perniciosos efectos de sus propias ganancias. Sólo se quejan de los demás"



Como comentario aparte, tenemos que decir que hoy en día tendríamos que añadir a los economistas a los "mercantes y amos de las manufacturas". No es de extrañar dado que la teoría económica ha progresado (o degenerado) desde el análisis desinteresado de Smith a la apología de cualquier acción que lleven a cabo los jefes (un ejemplo clásico, debemos decir, de la oferta y la demanda dentro del mercado de las ideas, respondiendo a la demanda de tales ideas de nuestros "mercaderes y amos de las manufacturas". Cualquier "teoría" que culpe de los problemas del capitalismo a los "avariciosos" trabajadores siempre se verá favorecida sobre aquella otra que, correctamente los coloque en las contradicciones creadas por la esclavitud asalariada. Proudhon resumía la teoría económica cuando afirmaba que "la economía política -- esto es, el despotismo propietario -- nunca puede estar equivocado: tiene que ser el proletariado." [ Sistema de Contradicciones Económicas , p. 187] Y poco ha cambiado desde 1846 (¡ o 1776 !) cuando es la economía la que trata de "explicar" los problemas del capitalismo (como el ciclo económico o el desempleo). En última instancia, la economía capitalista culpa de todos los problemas del capitalismo a los trabajadores que no se someten absolutamente a sus jefes (por ejemplo, el desempleo es causado porque los salarios son demasiado altos más que por que los jefes necesiten el desempleo para mantener su poder y sus beneficios -- ver sección C.9.2 para ver las evidencias empíricas que indican que esta segunda explicación es la más precisa)

Antes de concluir, un último punto. Mientras puede parece que nuestro análisis de las presiones "subjetivas" es similar al realizado por las principales ramas de la economía, no es este el caso. Nuestro análisis reconoce que tales presiones son inherentes al sistema, tienen efectos contradictorios (y por lo tanto no pueden ser fácilmente resueltos sin hacer que las cosas vayan a peor antes de que vayan a mejor) y tienen el potencial para crear una sociedad libre. Nuestro análisis reconoce que el poder y la resistencia de los trabajadores es mala para el capitalismo (como para cualquier sistema jerárquico), pero también indica que no hay nada que el capitalismo pueda hacer con respecto a este poder y resistencia si no es creando régimenes autoritarios (tales como la Alemania Nazi) o creando una cantidad ingente de desempleo (como fue el caso en los primeros años de los años 80 tanto en los Estados Unidos como en el Reino Unido, cuando los gobiernos de derechas, deliberadamente, causaron una profunda recesión) e incluso esto no es una garantía para eliminar la lucha de la clase obrera, como puede verse, por ejemplo, en los años 30 en Estados Unidos o en el Reino Unido en los años 70.

Esto significa que nuestro análisis muestra las limitaciones y contradicciones del sistema así como su necesidad de que los trabajadores tengan una posición debil para que el sistema "funcione" (lo que desmiente el mito de que el capitalismo es una sociedad libre). Más aún, más que poner a los trabajadores en la posición de víctimas del sistema (como es el caso en mucho de los análisis Marxistas sobre el capitalismo) nuestro análisis reconoce que nosotros, tanto individualmente como colectivamente, tenemos el poder para influenciar y cambiar el sistema mediante nuestra actividad. Tendríamos que estar orgullosos del hecho que los trabajadores se niegen a sí mismos, o que subyuguen su interés a los intereses de los otros o que se limiten a ejecutar el rol de mandadados como así les he requerido por el sistema. Tales expresiones del espíritu humano, de la lucha por la libertad, contra la autoridad, no puede ser ignorada o tomada a la ligera, más bien, debería ser celebrado. Que la lucha contra la autoridad le cause al sistema tantos problemas no es un argumento contra la lucha social, es un argumento contra un sistema basado en la jerarquía, la explotación y la negación de la libertad.

Para resumir, la lucha social es, de alguna manera, la dinámica interna del sistema, y su más básica contradicción: mientras el capitalismo trata de convertir a la mayor parte de la gente en productos (básicamente portadores de fuerza laboral), también tiene vérselas con las respuestas humanas a este proceso de objetificación (básicamente, la lucha de clases). Sin embargo, esto no significa que bajar los salarios resuelva una crisis -- lejos de ellos, pues, como se dice en la sección C.9.1, bajar los sueldos agrandará la crisis, volviendo las cosas aún peor antes de que se vuelvan mejoras. No ello tampoco se sigue que, se la lucha de clases fuera eliminada, el capitalismo funcionaría bien. Después de todo, si asumimos que la fuerza laboral es un producto como cualquier otro, su precio subirá con el incremento del demanda relativamente a la oferta (lo que producirá inflación o una reducción de los beneficios, probablemente ambos). Por tanto, incluso sin la lucha de clases que acompaña al hecho de que la fuerza laboral no puede ser separada de los individuos que la venden, el capitalismo aún se vería enfrentado al hecho de que solo el exceso de fuerza laboral (desempleo) asegura la creación de unas cantidades de beneficios adecuados.

Más todavía, incluso asumiendo que los individuos pueden ser totalmente felices en una economía capitalista, queriendo vender su libertad y su creatividad por poco dinero, aceptando, sin cuestionar, cada demanda de sus jefes (y por lo tanto negando su propia personalidad e individualidad en el proceso), el capitalismo tiene presiones "objetivas" que limitan su desarrollo. Así que mientras la lucha social, como se argumenta más arriba, puede tener un efecto decisivo en la salud del sistema económico capitalista, no es el único problema al que el sistema se enfrenta. Esto es porque hay presiones objetivas dentro del sistema por encima y por debajo del sistema autoritario de relaciones sociales que crea (y la resistencia a este sistema). Estas presiones se discuten en la sección C.7.2 y la sección C.7.3

¿Qué papel juega el mercado en el ciclo económico?

Uno de los principales problemas con el capitalismo es el mercado en sí mismo. Para los defensores del capitalismo de "libre mercado", el mercado provee toda la información necesaria para efectuar las decisiones sobre inversión y producción. Esto significa que el aumento o descenso del precio de un producto actua como señal para todos los agentes del mercado, que, a su vez, responden a esa señal. Estas respuestas estarán coordinadas por el mercado, resultando en una economía sana. Por ejemplo, el auge en el precio de un producto resultará en el incremento en la producción de ese producto y en la reducción del consumo del mismo, y esto moverá a la economía hacia el equilibrio.

Mientras esto no carece de bases, también está claro que el mecanismo del precio no comunica toda la información relevante que necesitan las empresas o las personas. Esto significa que el capitalismo no funciona de la forma en que sugieren los libros de textos de economía. Es el propio funcionamiento del mecanismo de precios el que lleva a los auges y desplomes en la actividad económica y los costes humanos y sociales que estos altibajos acarrean. Esto se ve investigando el actual proceso que se esconde detra del mecanismo de precios.

Cuando las personas y las empresas hacen planes con respecto a la producción futura, están planeando no con respecto a la demanda ahora, sino respecto a la demanda esperada en el tiempo futuro en que sus productos lleguen al mercado. La información que el mecanismo de precios provee, sin embargo, es la relación de oferta y demanda (o precio de mercado en relación al precio de producción) en el momento actual. Mientras esta información es relevante para los planes de los indivíduos, no es toda la información que es relevante o requerida para los agentes involucrados.

La información que el mercado no provee es la de los planes de reacción de la gente ante la información de oferta. Esta información, no puede ser entregada debido a la competencia. Dicho de otro modo, si A y B están en competencia, si A informa a B de sus actividades y B no es recíproca, entonces B está en una posición para una competición más efectiva que la posición de A. De esta forma, la comunicación dentro del mercado se ve desalentada (por la competencia) y cada unidad de producción está aislada del resto. En otras palabras, cada persona o empresa responde a las mismas señales (cambio en el precio) pero cada una actúa de forma independiente a la respuesta de otros productores y consumidores. El resultado es frecuentemente un desplome del mercado, causando desempleo y disrrupción de la economía.

Por ejemplo, asumamos que el precio aumenta debido a la escasez de un producto. Esta produce un exceso de beneficio en ese mercado, llevando a los propietarios del capital a invertir en esa rama de la producción para conseguir algo de ese beneficio extra. Sin embargo, los consumidores responderán al aumento de precio reduciendo el consumo de ese producto. Esto significa que cuando los resultados de estas decisiones independientes se realicen, hay una sobreproducción de ese producto en el mercado en relación a la demanda efectiva del mismo. Los productos no pueden ser vendidos y por lo tanto hay una crisis de realización ya que los productores no pueden obtener un beneficio de sus productos. Dada esta sobre-producción, hay un desplome, el capital desinvierte, y el precio del mercado baja. Esto eventualmente lleva a un auge en la demanda contra la oferta, la producción se expande llevando a otra auge y vuelta a empezar.

Proudhon describe la causa de este proceso como la "contradicción" de "el doble carácter del valor" (entre valor útil y valor de cambio). Esta contradicción resulta en que "}el valor disminuye a medida que la producción de lo útil aumenta, pudiendo suceder que un productor, sin dejar de enrriquecerse, llegue a la indigencia" debido a la sobre-producción. Esto es porque "un labrador que ha cogido veinte sacos ... se reputa dos veces más rico que si hubiese cogido sólo diez ... relativamente a la familia, tiene razón; pero desde el punto de vista de sus relaciones exteriores pueden muy bien engañarse de medio a medio. Si la cosecha del trigo ha sido doble en todo el país, veinte sacos no valdrán en la venta lo que habrían valido diez, si no hubiese sido la cosecha más que la mitad." Sistema de las Contradicciónes Económicas o Filosofía de la Miseria (traducción de Francisco Pi y Margall), vol I, p 92.

Esto, debemos notar no es un problema de personas cometiendo fallos. Más bien, resulta porque el mercado da la misma información a todos los involucrados y esta información no es suficiente para la toma de decisión racional. Mientras que es racional para cada agenta aumentar o disminuir la producción, no es racional que todos los agentes actúen de esta manera. En la economía capitalista, el mecanismo del precio no provee toda la información que el mercado necesita para tomar decisiones racionales. De hecho, el mercado activamente alienta la supresión de la información extra sobre los planes de respuesta a la información original.

Es esta irracional falta de información la que alimenta el ciclo económico. Estos auges u desplomes locales en la producción del tipo que se ha indicado aquí puede ser ampliado a una crisis general debido a la falta de difusión de la información a trave de la economía debido al mercado. Sin embargo, las desproporcionalidades de capital entre industrias no es causa de crisis general . Si este fuera el caso, el capitalismo estaría en un constante estado de crisis porque el capital se mueve entre mercado durante los periodos de prosperidad como justo ante de los periodos de depresión. Esto significa que las dislocaciones del mercado no pueden ser una base para explicar la existencia de una crisis general en el sistema (aunque si puede explicar desplomes locales).

Por lo tanto, la tendencia a la crisis general que se expresa en una super abundancia generalizada en el mercado es el producto de cambios económicos más profundos. Mientras que la supresión de información por el mercado juega un papel en producir una depresión, un desplome general sólo se desarrolla de un ciclo económico local cuando sucede en paralelo a el segundo efecto lateral de la actividad económica capitalista, esto es, el incremento de la productividad como resultado de la inversión de capital, así como las presiones subjetivas de la lucha de clases.

El problema que resulta del incremento en la productividad y de la inversión capital, se discuten en la siguiente sección.

¿Qué papel juega la inversión en el ciclo económico?

Otros problemas para el capitalismo se presentan debido al incremento de productividad que ocurre como resultado de la inversión en capital o por nuevos métodos de trabajo que tienen como objetivo el incrementar los beneficios de la empresa en el corto plazo. La necesidad de maximizar los beneficios resulta en más y más inversión para poder mejorar la productividad de los empleados (esto es, incrementar la cantidad de valor excedente producido). Un aumento en la productividad, sin embargo, significa que cualquier beneficio que se produzca será repartido sobre un mayor número de productos. Este beneficio aún necesita realizarse en el mercado, pero esto puede que resulte dificil ya que los capitalistas no producen para el mercado existente, sino para el mercado previsto. Como las empresas individuales no pueden preveer lo que sus competidores harán, es racional para ellos intentar maximizar su cuota de mercado incrementando la producción (incrementando la inversión). Como el mercado no provee la necesaria información para coordinar sus acciones, esto lleva a que la oferta supere la demanda y aparecen las dificultades para poder realizar los beneficios contenidos en los productos. En otras palabras, un periodo de sobre-producción ocurre debido a la sobre acumulación de capital.

Debido al incremento de la inversión en los medios de producción, el capital variable (el trabajo) utiliza cada vez más capital constante (medios de producción). Como el trabajo es la fuente de excedente, esto significa que en el corto plazo, los beneficios se deben aumentar por una nueva inversión, osea, que los trabajadores tienen que producir más, en términos relativos, que antes y así reducir los costes de producción de la empresa para esos productos o servicios que produce. Esto permite incrementar los beneficios a realizar al precio actual del mercado (que refleja los viejos costes de producción). La explotación del trabajador debe aumentar para que los retornos del capital total (constante y variable) se incremente, o, en el peor de los casos, que se mantenga constante.

Sin embargo, mientras esto es racional para una empresa, no es racional cuando todas las empresas lo hacen, y que tienen que hacer para poder sobrevivir en el negocio. Al incrementar las inversiones, el valor excedente que los trabajadores tienen que crear debe aumentar rápidamente. Si la cantidad de beneficio disponible en conjunto en la economía es demasiado bajo comparado con el total del capital invertido entonces cualquier problema al que una empresa se enfrente en hacer beneficios en un mercado específico, debido a un desplome local causado por el mecanismo del precio puede expandirse hasta afectar a toda la economía. En otras palabras, la caida en los ratios de beneficio (el ratio de beneficios con respecto a las inversiones en capital y trabajo) en la economía en conjunto puede resultar en que el valor excedente ya producido, destinado a la expansión del capital, se quede en forma de dinero y por tanto no actúe como capital. No se realizan nuevas invesiones, los productos no se pueden vender, resultando en una reducción general de la producción y por lo tanto un incremento del desempleo ya que las empresas despeden a sus trabajadores o están fuera del negocio. Esto elimina más y más capital constante de la economía, aumentando el desempleo que fuerza a esos sin trabajo a trabajar más duramente, por más tiempo, permitiendo un incremento en la cantidad de beneficio que se produce, resultando (eventualmente) en un incremento en los ratios de beneficios. Una vez que los ratios de beneficios están los suficientemente altos, los capitalistas tienen el incentivo para realizar nuevas inversiones, y el desplome se convierte en un auge.

Se podría argumentar que tal análisis es falso que no ninguna empresa invertiría en maquinaria si esto reduciera su ratio de beneficio. Pero tal objeción es errónea, simplemente porque (como hemos expuesto) tan inversión es perfectamente sensible (de hecho, un necesidad) para una empresa específica. Al invertir consiguen (potencialmente) una ventaja en el mercado y por lo tanto incrementan sus beneficios. Desafortunadamente, mientras esto es individualmente sensible, colectivamente no lo es, ya que el resultado neto de todos estos actos individuales es la sobre-inversión en la economía en conjunto. Al contrario que en el modelo de competencia perfecta, en la economía real, no hay forma de saber el futuro, y por lo tanto, el resultado de sus propias acciones, eso sin tener en cuenta las acciones de sus competidores. Por lo tanto, la sobre-acumulación de capital es el resultado natural de la competencia simplemente porque es individualmente racional y el futuro no es conocible. Ambos factores aseguran que las empresas actúen como lo hacen, inviertiendo en maquinaria, que, al final, resultará en una crisis de sobre-acumulación.

Los ciclos de prosperidad, seguidos por sobre-producción y luego depresión son el resultado natural del capitalismo. La sobre-producción es el resultado de la sobre-acumulación, y la sobre-acumulación se debe a la necesidad de maximizar los beneficios a corto plazo para poder mantenerse en el negocio. Así que, mientras la crisis aparece como una abundancia de productos en el mercado, hay más productos en circulación de los que puede comprar la demanda agregada (usando palabras de Proudhon: -- La Propiedad vende productos a los trabajadores por más de los que les pagó por ellos --), sus raíces son más profundas. Están en la naturaleza de la producción capitalista misma.

Un ejemplo clásico de estas presiones "objetivas" en el capitalismo son los "años locos" de los 20 que precedieron a la gran de presión de la década de los 30. Después del desplome de 1921, hubo un rápido aumento en la inversión en Estados Unidos, duplicando casi la inversión entre 1919 y 1927.

Debido a esta inversión en capital, la producción aumentó en un 8.0% anual entre 1919 y 1929 y la producción laboral aumentó a un ritmo anual del 5.6% (esto incluye el desplome de 1921-1922). Este incremento en la productividad se reflejó en el hecho de que durante el boom post-1922, la porción de los incresos pagados en salarios aumentó del 17% al 18.3% y la porcion al capital aumentó de un 25.5% a un 29.1%. Los salarios de los gerentes aumentaron un 21.9% y los excedentes de las empresas un 62.6% entre 1920 y 1929. Con la caida de costes y la estabilidad de precios, los beneficios se incrementaron lo que llevó a un alto nivel de inversión en capital (la producción de bienes capital aumentó una media del 6.4% anual).

No es de extrañar que, en tales circunstancias, en los años 20, la prosperidad se concentró en la cima, 60% de las familias ganaba menos de $2000 al año, un 42% ganaban menos de $1000. Una décima parte del 1% de la cima de las familia recibía tanto como el 42% más bajo, y sólo un 2.3% de la población disfrutaba de un increso mayor de $10.000. Mientras que el 1% más rico poseía el 40% de la riqueza nacional en 1929 (y el número de personas que afirmaban incresos de medio millón de dólares aumentó de 156 a 1489 en 1929) el 93% más bajo de la población experimentó un descenso del 4% en ingresos reales por cápita entre 1923 y 1929.

Sin embargo, y pese a esto, el capitalimso de los Estados Unidos estaba en pleno auge y el capitalismo de laissez-faire estaba en su apogeo. Pero para 1929 todo esto cambió con el crash de la bolsa -- seguido por una gran depresión. ¿ qué fue lo que lo causó ?. Siguiendo el análisis que hemos expuesto más arriba, se esperaría que hubiera sido producido por la disminución del desempleo debido al auge, haciendo incrementar el poder de la clase trabajadora y llevando a una reducción de los beneficios, pero no fue este el caso.

Este desplome no fue el resultado de la resistencia de la clase trabajadora, sin duda los años 20 estuvieron marcados por una fuerza laboral que se mantuvo continuamente favorable a los patronos. Por dos razones. Primero, los "Palmer Raids" al final de los 1910s en los que se elimaron los elementos más radicales de los movimiento de los trabajadores. Segundo, la depresión del 1920-21 (en la que el desempleo estuvo por encima del 9%) combinado con el uso de argucias legales de la patronal contra las protestas de los trabajadores y por el uso de espías industriales para identificar y despedir a los militantes de los sindicatos, consiguieron debilitar a los trabajadores y éstos se vieron obligados a firmar contratos-basura para mantener su trabajo.

Durante el boom post-1922, esta posición no cambió. La tasa de desempleo del 3.3% nacional escondía el hecho de que el desempleo no-agrícola hizo un promedio de 5.5% entre 1923 y 1929. A través de todas las industrias, el crecimiento de la producción no aumentó la demanda de trabajo. Entre 1912 y 1929, el empleo de los trabajadores de la producción cayó un 1% y el desempleo de no-producción cayó una 6% (durante 1923 a 1929, el empleo de producción sólo se incrementó un 2%, y el empleo de no-producción permaneción constante). Esto esra debido a la introducción de maquinaria que ahorraba puestos de trabajo y al aumento del stock de capital. Además, la alta productividad asociada a la agricultura resultó en un movimiento masivo de los trabajadores rurales al mercado de trabajo urbano.

Al hacer frente al alto desempleo, las ganancias de los trabajadores cayeron debido al miedo a perder sus trabajos (particularmente esos trabajadores con salarios y una estabilidad de empleo relativamente más alta). Esto combinado con la constante caida de los sindicatos y del número muy bajo de huelgas (el más bajo desde los comienzos de 1880s) indica que los trabajadores eran débiles. Los salarios, como precios, eran comparativamente estables. De hecho, la parte del ingreso total de la producción que iba a los salarios cayó del 57.5% en 1923-24 al 52.6% en 1928/29 (entre 1920 y 1929, cayó un 5.7%). Es interesante observar que incluso con un mercado de trabajo favorable a los patrones durante más de 5 años, el desempleo seguía siendo alto. Esto sugiere que el "argumento" neoclásico de que el desempleo dentro del capitalismo es causado por los fuertes sindicatos o por los altos salarios reales, no es correcta (véase la sección C.9).

La llave para entender qué sucedió está en la naturaleza contradictoria de la producción capitalista. Las condiciones del "boom" eran el resultado de la inversión de capital, que aumentó la productividad, de tal modo reduciendo costes y aumentando los beneficios. Esta gran inversión en bienes capital era el medio principal en el que se usaban los beneficios. Además, esos sectores de la economía marcados por la gran empresa (es decir, los oligopolio, un mercado dominado por unas pocas empresas) ejercieron presiones sobre las más competitivas. Mientras que la gran empresa, como de costumbre, recibía una parte más grande de los beneficios debido a su posición del mercado (véase la sección C.5), esto condujo a muchas empresas en los sectores más competitivos de la economía a hacer frente a una crisis de beneficios durante los años 20.

El aumento en la inversión, mientras que directamente exprime beneficios en los sectores más competitivos de la economía, también causó eventualmente que el ratio de beneficio se estancase, y después bajar, sobre la economía en su totalidad. Mientras que la masa de beneficios disponibles en la economía creció, se convirtió eventualmente en una cantidad demasiado pequeña comparada al capital total invertido. Por otra parte, con la caída en porción del ingreso iba al trabajo y la subida de la desigualdad, la demanda agregada para las mercancías no podía ponerse al nivel de la producción, conduciendo a la no venta de las mercancías invendidas (que es otra manera de expresar el proceso de sobreinversión que conduce a la sobreproducción, pues la sobreproducción implica el subconsumo y viceversa). Mientras que los retornos previstos (beneficios) de las inversiones se hacían derrogar, ocurrió una disminución en la demanda de la inversión y así comenzó una depresión (surgida predominantemente de que aumento del capital stock se produjo de una forma más rápida que el aumento de los beneficios). La inversión se aplanó hacia 1928 y decayó en 1929. Con el estancamiento en la inversión, una gran ola especulativa ocurrió en 1928 y 1929 en una tentativa de realzar los beneficios. Esto falló y en octubre 1929 la bolsa se estrelló, pavimentando el camino para la gran depresión de los años 30.

El desplome de 1929 indica los límites "objetivos" del capitalismo. Incluso con una posición muy débil de los trabajadores, la crisis todavía ocurrió y la prosperidad se tornó en "tiempos difíciles". En la contradicción con la teoría económica neoclásica, los acontecimientos de los años 20 indican que incluso si el supuesto de que el trabajo fuera una materia como las demás se aproximara en vida real, el capitalismo todavía está sometido a las crisis (¡irónicamente, un movimiento militante de sindicatos en los años 20 habría pospuesto crisis trasladando ingresos de las manos del capital a las del trabajador, aumentando la demanda agregada, reducciendo la inversión y apoyando a los sectores más competitivos de la economía!). Por lo tanto, cualquier argumento de la teoría neoclásica de "culpemos al trabajador" sobre las crisis (que eran tan populares en los años 30 y los años 70) cuenta solamente mitad de la historia (si eso). Incluso si los trabajadores actúan de una manera servil a la autoridad capitalista, el capitalismo todavía se ve marcado por el auge y el desplome (según lo demostrado por los años 20 y los años 80).

Para tomar otro ejemplo, las 100 empresas más grandes de America, empleando a 5 millones de personas y teniendo activos de $126 mil millones, vieron su cantidad media de activos por trabajador crecer a partir de $12.200 en 1949 a $20.900 en 1959 y a $24.000 en 1962. [ First National City Bank, Economic Letter, Junio de De 1963 ]. Como se puede ver, el porcentaje de incremento en los activos medios por trabajador caen en el tiempo. El período inicial de alta formación de capital fue seguido por un período de recesión entre 1957 y 1961. Estos años fueron marcados por un claro aumento en el desempleo ( desde los 3 millones de 1956 a un máximo de 5 millones en 1961) y un índice de desempleo más alto después que antes de la depresión (un aumento de 1 millón a partir de 1956, hasta alcanzar alrededor 4 millones en 1962). [ T. Brecher y T. Costello, Sentido Común Para los Tiempos Difíciles, Gráfico 2 ]

Nos hemos referido a datos de este período, porque algunos partidarios del capitalismo de - libre mercado - ha utilizado el mismo período para discutir sobre las ventajas de la inversión de capital. Estos datos indican realmente, sin embargo, que la formación de capital ayuda a crear el potencial para la recesión, porque aunque aumenta la productividad (y así que los beneficios) por un período, reduce los ratios de beneficio en el largo plazo porque hay una escasez relativa del valor excedente en la economía (comparada con el capital invertido). Esta caída en los ratios de beneficio está indicada por la disminución en la formación de capital, que es, en primer lugar, el fin de la producción dentro del capitalismo, así como por el aumento del desempleo durante ese período.

Así pues, si el ratio de beneficio baja a un nivel que no permita que la formación de capital continúe, aparece un desplome. Este desplome comienza generalmente por la sobreproducción de un producto específico, posiblemente causado por el proceso descrito en la sección C.7.2. Si hay bastante beneficio en la economía, las depresiones localizadas tienen una tendencia a crecer y a convertirse generales. Una depresión llega a ser solamente general cuando baja el ratio de beneficio sobre la toda la economía. Una depresión local se esparce a través del mercado debido a la carencia de la información que el mercado proporciona a los productores. Cuando una industria sobre-produce, corta la producción, introduce medidas de reducción de costes, despide trabajadores etc. para intentar conseguir más beneficios. Esto reduce la demanda para las industrias que proveen la industria afectada y reducen la demanda general debido al desempleo. Ahora, las industrias relacionadas hacen frente a su sobreproducción y la respuesta natural a la información provista por el mercado está es que las empresas individuales reduzcan la producción, despidan trabajadores etc., que conduce otra vez a la disminución de la demanda. Esto hace más dificil materializar el beneficio en el mercado y conduce a más reducción de costes, profundizando la crisis. Mientras que esto es individualmente racional, colectivamente no lo es, y pronto todas las industrias se enfrentan al mismo problema. Una depresión local se propaga por la economía porque la economía capitalista no comunica suficiente información para que los productores tomen decisiones racionales o coordinen sus actividades.

La sobreproducción, debemos apuntar, sólo existe desde el punto de vista del capital, no de la clase trabajadora:

"Lo que los economistas llaman sobreproducción no es más que la producción que está por encima del poder adquisitivo de los trabajadores ... este tipo de sobreproducción es fatalmente característico de la presente producción capitalista, porque los trabajadores no pueden comprar con sus salarios aquello que han producido y al mismo tiempo alimentan un copioso enjambre de parásitos que viven de su trabajo."



En otras palabras, la sobreproducción y el subconsumismo se implican recíprocamente. No hay sobreproducción sino en relación a un nivel dado de demanda solvente. No hay deficiencia en demanda excepto en relación a un nivel dado de la producción. Los productos - sobreproducidos - pueden ser necesitados por los consumidores, pero el precio de mercado es demasiado bajo para generar un beneficio y por lo tanto la producción se debe reducida para aumentarlo artificialmente. Así pues, por ejemplo, ver cómo el alimento es destruido mientras que la gente está hambrienta es algo común en los años de depresión.

Así pues, mientras la crisis aparece en el mercado como una - superabundacia de productos - (como una reducción de la demanda efectiva) y se propaga por la economía por el mecanismo del precio, sus raíces están en la producción. Hasta que los niveles de beneficios no se estabilicen en un nivel aceptable, permitiendo la expansión del nuevo capital, el desplome continuará. Los costes sociales de los recortes en gastos son otras - externalidades - de las que preocuparse sólo si amenazan la riqueza y el poder de los capitalista.

Hay medios, por supuesto, por el que los capitalistas pueden posponer (pero no parar) el desarrollo de una crisis general. El imperialismo, por el cual los mercados aumentan y se extraen beneficios de los países menos desarrollados y que son usados para aumentar los beneficios de los países imperialistas es uno de los métodos (- Siendo el trabajador capaz de comprar con su salario aquello que los ricos están produciendo, la industria debe buscar mercados en otra parte - Kropotkin, Op. Cit., p. 55). Otra forma es la manipulación del Estado del crédito y otros factores económicos por (como salarios mínimos, incorporación de los sindicatos al sistema, producción de armas, mantenimiento de un nivel - natural - de desempleo para mantener a los trabajadores controlados etc...). Otra forma es usar el gasto público para incrementar la demanda agregada, que puede hacer aumentar el consumo y por lo tanto rebajar los peligros de la sobreproducción. O el nivel de explotación producido por las nuevas inversiones puedes ser lo suficientemente alto para contrarestar el incremento del capital constante y evitar la caida de la rentabilidad. Sin embargo, estos métodos tienen límites (objetivos y subjetivos), y no pueden conseguir que no se produzca una desplome.

Por lo tanto, el capitalismo sufrirá un cliclo de alzas y desplomes debido a las presiones objetivas sobre la producción de beneficio arriba expuestas, incluso si ignoramos la revuelta subjetiva de los trabajadores contra la autoridad, explicada anteriormente. En otras palabras, incluso si fueran ciertas las suposiciones capitalistas de que los trabajadores no son humanos sino sólo - capital variable -, eso no significaría que el capitalismo fuera un sistema libre de crisis. Sin embargo para la mayoría de los anarquistas, tal discusión es de alguna forma académica pues las personas no son mercancía y el - mercado - laboral no es como el mercado del acero, y las revueltas subjetivas contra la dominación capitalista existirán mientras exista el capitalismo.


Categoría:C - ¿Cuáles son los mitos de la economía capitalista?