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C.4 - ¿Por qué el mercado está dominado por la Gran Empresa?

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¿Por qué el mercado está dominado por la Gran Empresa?

"Los hechos muestran ... que las economías capitalistas tienden en el tiempo, con algunas interrupciones a estar más y más concentradas"



La dinámica de los mercados "libres" es que tienden a verse dominados por unas pocas firmas (a un nivel nacional y, cada vez más, a un nivel internacional) resultando en una competición oligopolística y mayores beneficios para las empresas en cuestión (ver la siguiente sección para los detalles y la evidencia). Esto ocurre porque sólo las empresas establecidas pueden asumir las grandes necesidades de inversión necesarias para competir, reduciendo, por lo tanto, el número de competidores que pueden entrar o sobrevivir en un determinado mercado. En palabras de Proudhon, "la competencia mata a la competencia" (Sistema de Contradicciones Económicas,p. 242).

Esto "no significa que nuevas y poderosas marcas no hallan surgido [después del alza de la Gran Empresa en los EEUU a partir de 1890 ]; lo han hecho, pero en mercados ... que eran o pequeños o que no existían en los primeros años del siglo XX." La dinámica del capitalismo es tal que la "ventaja competitiva [asociada con el tamaño y el poder del mercado de la Gran Empresa], una vez creada, prueba ser duradera."



Para la gente con poco o nada de capital, entrar en la competencia está limitado a nuevos mercados con bajas barreras de entrada ("En general, las industrias que generalmente se asocian con la producción a pequeña escala ... tienen bajos niveles de concentración" Malcolm C. Sawyer, La Economía de la Industria y de las Empresas, p. 35]). Tristemente, sin embargo, debido a la dinámica de la competición, estos mercados normalmente se ven dominados por unas cuantas empresas grandes, al quebrar las empresas débiles, las que tienen éxito crecen y los costes de capital aumentan -- "Cada vez que el capital completa su ciclo, el individuo se hace más pequeño en proporción a él" Josephine Guerts, Anarquía: Diario del Deseo Armado no. 41, p. 48

Por ejemplo, entre 1869 y 1955:

"ha habido un marcado aumento en el capital por persona y por número de fuerza laboral. El capital neto por cabeza aumentó ... hasta cuatro veces su nivel inicial ... a un ratio de un 17% por década." El ratio anual del crecimiento de la formación de capital aumentó "de 3.5 mil millones de dólares en 1869-1888 a 19 mil millones de dólares en 1929-1955, a 30 mil millones en 1946-1955. Este incremento a largo término durante tres cuartos de siglo fue unas nueve veces su nivel inicial".



Cogiendo la industria del acero como ilustración: en 1869 el coste medio de los trabajos de acero en los EEUU era de 156.000 dólares, pero para 1899 era de 967.000 - un incremento del 520%. De 1901 a 1950, los recursos brutos se incrementaron de 740.201 a $2.829.186 dólares en la industria del acero en general, con los recursos de Bethlehem Steel aumentando un 4.386,5% de 1905 ($29.294) a 1950 ($1.314.267). Este incremento en los recursos se refleja tanto en el tamaño de los centros de trabajo como en los niveles de administración en la compañía en conjunto ( entre los distintos centros de trabajo ).

Con el incremento del ratio de capital a trabajador, el coste de comenzar una empresa rival en un mercado determinado y bien desarrollado, es prohibitivo a todos menos a las grandes empresas, y por lo tanto (y aquí ignoramos la publicidad y otros gastos de distribución, que incrementan los costes de establecimiento aún más - "la publicidad aumenta los requerimientos de capital para cualquiera que quiere entrar en la industria" -- Sawyer, Op. Cit., p. 108). J.S Bain [Las Barreras en la Nueva Competición] identificando tres fuentes de barreras de entrada:

1.- economías de escala (incremento de los costes de capital y su naturaleza más productiva);
2.- diferenciación de producto (publicidad);
3.- y una categoría más general llamada "ventaja de costes absolutos."

Esta última barrera significa que las empresas más grandes son capaces de ganar la subasta a las empresas más pequeñas en la adquisición de recursos, ideas, etc.. y poner más dinero en investigación y desarrollo y en comprar patentes. Por ello, tienen una ventaja tecnológica y material sobre las pequeñas empresas. Pueden poner precios "antieconómicos" (precios por debajo del coste) por un tiempo y todavía sobrevivir con sus recursos -- y/o montar perseverantes campañas promocionales para adquirir una mayor porción del mercado o sacar a los competidores del mercado. Además, es más fácil para las empresas grandes atraer capital externo, y el riesgo, generalmente, es menor.

Además, las grandes empresas pueden tener un mayor impacto en la innovación y el desarrollo de la tecnología - simplemente pueden absorber nuevas y más pequeñas empresas mediante su poder económico, comprando (y por lo tanto controlando) nuevas ideas, de la misma manera que las empresas petroleras mantienen las patentes en una serie de tecnologías relacionadas con fuentes alternativas de energía, que no desarrollan para reducir la competencia de sus productos (por supuesto, en una fecha futura podrán desarrollarlas cuando el hacerlo les produzca beneficios). También, cuando el control de un mercado es seguro, los oligopolios normalmente retardarán las innovaciones para maximizar el uso de sus plantas y equipos existentes o introducen innovaciones superfluas para maximizar la diferenciación de sus productos. Si su control del mercado se ve amenazado (generalmente por otras empresas grandes, como el incremento de la competencia a la que los oligopolios occidentales tuvieron que enfrentarse por parte de las empresas japonesas en los 70 y los 80), pueden aumentar la velocidad de introducción de tecnología más avanzada y seguir siendo competitivo debido, en gran medida, al tamaño de los recursos que tienen.

Estas barreras trabajan a dos niveles: las barreras de entrada relativas y las barreras de movimiento relativas. Al crecer el negocio en tamaño, la cantidad de capital que es necesario invertir para emprender un negocio, también aumenta. Esto restringe la entrada de nuevo capital en el mercado (y lo limita a empresas con grandes recursos financieros que las respalden).

"Una vez que las organizaciones dominantes han caracterizado la estructura de una industria, se establecen inmensas barreras de entrada para los potenciales competidores. Se requieren grandes inversiones en planta, equipamiento y personal ... El desarrollo y la utilización de los recursos productivos dentro de una organización lleva una cantidad considerable de tiempo, particularmente frente a las formidables obligaciones ... por lo tanto cuesta que unas cuantas empresas emerjan en una industria que ha sido caracterizada por ... condiciones de alta competitividad. Cuesta también entrar en una industria ... [ marcada por ] ... el poder de mercado oligopolístico."



Más aún, dentro de la industria oligopolística, el gran tamaño y el poder del mercado de las empresas dominantes significa que las empresas más pequeñas se enfrentan a las desventajas de la expansión que reducen la competencia. Las empresas dominantes tiene muchas ventajas sobre sus rivales más pequeños - un poder de compra significantemente mayor (con lo que obtienen mejores servicios y menores precios de los proveedores además de mejores accesos a los recursos), - acceso privilegiado a los recursos financieros, - mayor cantidad de ganancias retenidas para invertir, - economías de escala tanto dentro como entre los centros de trabajo, - el poder de vender pode debajo del coste etc... (y, por supuesto, también pueden comprar la empresa pequeña - IBM pagó 3.500 millones por Lotus en 1995. Eso es más o menos lo que produce anualmente Nepal, que tiene una población de unos 20 millones de habitantes). Las grandes empresas también pueden basarse en sus relaciones establecidas con los clientes o proveedores para limitar las actividades de las empresas pequeñas que intentan expandirse (por ejemplo, usando influencia para parar sus contactos comprando los productos de la empresa pequeña).

No es de extrañar que Proudhon argumentara que

"En la competencia ... la victoria está asegurada a los batallones más pesados."



Como resultado de estas barreras de entrada y de movimiento, vemos el mercado dividido en dos sectores - un sector oligopolístico y otro más competitivo. Estos sectores trabajan en dos niveles - dentro de los mercados (con unas cuantas firmas dentro de un mercado determinado teniendo una gran parte del mercado, poder y grandes beneficios) y dentro de la economía misma (algunos mercados estando altamente concentrados y dominados por unas pocas empresas, siendo otros mercados más competitivos ). Esto resulta que las empresas pequeñas en los mercados oligopolísticos son exprimidas por las grandes empresas junto a empresas en mercados más competitivos. Estar protegido por las fuerzas competitivas significa que los precios de los mercados oligopolísticos no están forzados hacia abajo hacia el precio medio de producción, pero, sin embargo, tienden a estabilizarse alrededor del precio de producción de las empresas más pequeñas (que no tienen acceso a los beneficios asociados a una posición de mercado dominante). Esto significa que las empresas dominantes consiguen grandes beneficios mientras que el nuevo capital no se ve tentado a invertir en mercado ya que los retornos no harían que el movimiento valiera la pena más que para las empresas más grandes, que, normalmente consiguen retornos comparables en sus propios mercados oligopolizados (y debido a la existencia de poder de mercado en pocas manos, la entrada puede ser potencialmente desastrosa para empresas pequeñas si las empresas dominantes perciben su expansión como una amenaza).

Los super-beneficios cosechados por la Gran Empresa se mantiene debido a las ventajas que tiene en términos de concentración, poder de mercado y tamaño que puede reducir la competencia (ver sección C.5 para más detalles).

Y, debemos notar que el proceso que vio el crecimiento de la Gran Empresa nacional también está en funcionamiento en el mercado global. Tal como la Gran Empresa creció del deseo de maximizar los beneficios y sobrevivir en el mercado, así "las transnacionales crecieron porque era un medio de consolidar o incrementar los beneficios en un mundo oligopolístico." (Keith Cowling and Roger Sugden, El Capitalismo de Monopolio Transnacional, p. 20) Así que mientras una imagen estrictamente nacional mostrará un mercado dominado por, digamos, cuatro empresas, una visión global nos mostrará sin embargo doce firmas y parece que hay que preocuparse menos por el poder de mercado. Pero así como el mercado nacional vio un incremento de la concentración de empresas en el tiempo, así será en los mercados globales. En el tiempo, las estructuras bien evolucionadas del oligopolio global aparecerán, con un puñado de empresas dominando la mayor parte de los mercados globales (con ventas mayores que el PIB de la mayoría de los países - que es el caso incluso ahora. Por ejemplo, en 1993 Shell tenía unos recursos de 100,8 mil millones de dólares, que es más del doble del PIB de Nueva Zelanda o el triple del de Nigeria, y unas ventas globales de unos 95,2 mil millones de dólares.

La dinámica del capitalismo, los requerimientos para sobrevivir en el mercado, resulta en los mercados siendo dominados por la Gran Empresa ("cuanto más de desarrolla la competencia, más tiende a reducir el número de competidores." [P-J Proudhon, Op. Cit., p. 243]). La ironía de que la competencia resulta en la destrucción de la competencia y el reemplazo de la coordinación de mercado por una asignación planeada de los recursos es una ironía que normalmente se les pasa por alto a los defensores del capitalismo.

¿Cómo de grande son estas Grandes Empresas?

Los efectos de las grandes empresas en la distribución de activos, ventas y beneficios están claras. En los Estados Unidos en 1985 había 14.600 bancos comerciales. Los 50 más grandes eran los propietarios del 45.7% de todos los activos, los 100 más grandes poseían el 57.4%. En 1984 había 272.037 corporaciones funcionando en el sector de la manufactura, 710 de ellas (una cuarta parte del 1%) tenían el 80.2% del total de los activos. En el sector de los servicios (normalmente el hogar de las pequeñas empresas), 95 empresas del total de 899.369 poseían el 28% de los activos del sector. En 1986, en la agricultura, 29.000 grandes granjas (un 1.3% de todas las granjas) se llevaban un tercio de todas las ventas y un 46% del total de beneficios. En 1987, las primeras 50 empresas conseguían el 54.4% del total de ventas del Fortune 500. (Richard B. Du Boff, Acumulación y Poder, p. 171)

El incremento de la cuota de mercado de las grandes empresas es un reflejo del proceso de dominación de mercado. En Gran Bretaña, las primeras 100 empresas manufactureras vieron su cuota de mercado aumentar de 16% en 1909, a 27% en 1949, a 32% en 1958 y a 42% hacia 1975. En términos de activos netos, las 100 primeras empresas comerciales e industriales vieron su cuota de activos netos aumentar del 47% en 1948 al 64% en 1968 al 80% en 1976 (RCO Matthews (ed.), Economía y Democracia, p. 239). Mirando con más amplitud, encontramos que en 1995 unas 50 empresas producían cerca del 15% de los bienes manufacturados en el mundo industrializado. Hay unas 150 empresas automovilísticas, pero las dos más grandes, General Motors y Ford, juntas, producen casi un tercio de todos los vehículos. Las cinco primeras empresas producen la mitad y las diez primeras generan casi las tres cuartas partes. Cuatro empresas producen el 98% de todas las lavadoras hechas en los Estados Unidos. También en Estados Unidos, en la industria del empaquetado de carne, cuatro empresas sostienen el 85% del mercado, mientras que las siguientes 1.245 empresas tienen menos del 15%.

Mientras la concentración de poder económico es más aparente en el sector de la manufactura, no está limitado a él. Vemos concentraciones en aumento en el sector de los servicios, aerolíneas, cadenas de comida rápida y en la industria del ocio, por poner algunos ejemplos.

El otro efecto de las Grandes Empresas es que éstas tienden a diversificarse al aumentar los niveles de concentración en las industrias individuales. Esto es porque cuando un mercado está dominado por grandes empresas, éstas se expanden a otros mercados (utilizando sus mayores recursos) para afianzar su posición en la economía y reducir riesgos. Esto puede verse como el aumento de las “subsidiarias” de empresas matrices en diferentes mercados, con algunos productos aparentemente compitiendo unos contra otros ¡siendo ambos propiedad de la misma empresa!

Las tabacaleras son maestras en la estrategia de diversificación; mucha gente apoya la industria tóxica ¡sin ni siquiera saberlo! ¿no lo crees? Bueno, si comieses cualquier producto del Jell-O o bebieras Kool-Aid, usaras sirope de Log Cabin, tomaras Minute Rice, Oreos, galletas Ritz, o bebieras cerveza Miller y lo bajaras todo con café Maxwell House, estarías apoyando la industria del tabaco, ¡sin dar una sola calada!

Irónicamente, la razón por la que la economía se ve dominada por las grandes empresas tiene que ver con su propia naturaleza competitiva. Para poder sobrevivir (maximizando los beneficios) en un mercado competitivo, las empresas tienen que invertir en capital, publicidad y demás. Este proceso de supervivencia resulta en la creación de barreras a los potenciales competidores, lo que resulta en más y más mercado siendo dominado por unas cuantas empresas. Este proceso de oligopolización se ve auto soportado ya que los oligopolios (debido a su tamaño) tienen acceso a más recursos que las empresas más pequeñas. Así, la dinámica competitiva del capitalismo es negarse a sí misma en forma de oligopolio.

¿Cuáles son los efectos de las Grandes Empresas en la sociedad?

No es sorprendete que muchos economistas pro-capitalista y partidarios del capitalismo intenten menosprecia la extensa evidencia del tamaño y dominación de las Grandes Empresas en el capitalismo.

Algunos niegan que las Grandes Empresas sean un problema - si el mercado da lugar a que algunas compañías que lo dominen, entonces, que así sea (la escuela liberal "austríaca" está en la vanguardia de esta clase de posición - aunque parece algo irónico que los economistas "austríacos" y otros "defensores del mercado" celebren la supresión de la coordinación de mercado por una coordinación planeada dentro de la economía que el creciente tamaño de las empresas marca ). Según esta perspectiva, los oligopolios y los cárteles no sobreviven generalmente un largo tiempo a menos que estén haciendo un buen trabajo en servir al cliente.

Estamos de acuerdo - es la competencia oligopolistica lo que aquí estamos discutiendo. Las Grandes Empresas tienen que responder a la demanda (cuando esta no está manipulada/creada por la publicidad, por supuesto), pues si no pierden su cuota de mercado a sus rivales (generalmente otras firmas dominantes en el mismo mercado, o firmas grandes de otros países). Sin embargo, la respuesta del "mercado libre" a la realidad del oligopolio no hace caso del hecho que somos más que consumidores y que la actividad económica y los resultados de los acontecimientos del mercado afectan a muchos diversos aspectos de la vida. Así nuestra discusión no se centra en el hecho de si pagamos más por algunos productos de lo que pagaríamos en un mercado más competitivo -- son las consecuencias más amplias del oligopolio a las que nos referimos a aquí. Si algunas compañías reciben beneficios excesivos sólo porque su tamaño limita la competencia, los efectos de esto serán sentidos en todas partes.

Para empezar, estos beneficios "excesivos" tenderán a acabar en pocas manos, sesgando la distribución de ingresos (y de esta manera, el poder y la influencia) dentro de la sociedad. La evidencia disponible sugiere que "las industrias concentradas generan una porción más baja del salario para los trabajadores" en una firma de valor añadido. (Keith Cowling, Capitalismo de Monopolio, p. 106) las firmas más grandes conservan solamente el 52% de sus beneficios, el resto se paga al exterior en forma de dividendos, comparados con el 79% en las empresas más pequeñas y "lo qué podemos llamar la porción de los rentistas - dividendos más intereses como porcentaje de los beneficios antes de impuestos - ha crecido del 20-30% en los 50 al 60-70% a primero de los 90." (Doug Henwood, Wall Street, p. 75, p. 73) El top 10% de la población de los Estados Unidos posee más del 80% de las acciones y bonos que pertenecen a individuos, mientras que el top 5% de los propietarios de acciones tienen el 94.5% de todas las acciones que tienen los indivíduos. No es de extrañar que la riqueza se haya concentrado tanto desde los 70 (Ibid., pp. 66-67). Básicamente, este sesgo de los ingresos provee a la clase capitalista con más recursos con los que combatir su lucha de clases, pero el impacto es mucho más amplio.

Por otra parte, el "nivel de concentración agregada ayuda a indicar el grado de centralización de la toma de decisiones en la economía y el poder económico de las grandes empresas." (Malcolm C. Sawyer, Op. Cit., p. 261) el oligopolio aumenta y centraliza así poder económico sobre decisiones de inversión y decisiones localización que se pueden utilizar para enfrentar a la mano de obra de una regióno o país contra otra para bajar los salarios y las condiciones (o, igualmente probable, la inversión se moverá lejos de los países con una fuerza laboral rebelde o con gobiernos radicales, la depresión que resulta de esto les enseña una lección sobre qué intereses son los que cuentan). Al aumentar el tamaño de las empresas, el poder del capital sobre el trabajo y la sociedad también aumenta con la amenaza de la relocalización siendo suficiente para hacer que la fuerza laboral acepte recorte de salarios, empeoramiento de las condicione, expedientes reguladores de empleo etc.. y polución creciente en las comunidades, la aceptación de leyes pro-capitalistas sobre hueglas, derecho de los sindicatos etc.. (y más control empresarial sobre la política debido a la movilidad del capital).

También, por supuesto, el oligopolio resulta en poder político ya que su importancia económica y sus recursos les dan la abilidad de influenciar al gobierno para introducir políticas favorables -- bien directamente, financiando partidos políticos, o indirectamente mediante decisiones de inversión o influenciando los medio y fundando centros de pensamiento ("think tanks") políticos. El poder económico también se extiende al mercado laboral, pudiendo resultar en oportunidades laborales restringidas o efectos negativos en el propio proceso de trabajo. Todo esto moldea la sociedad en la que vivimos, las leyes que nos gobiernan, la igualdad o desigualdad a la que nos enfrentamos en el mercado y las ideas dominantes en la sociedad (ver sección D.2 y sección D.3).

Así que, con el aumento del tamaño, viene el aumento del poder, el poder de los oligopolios de "influenciar en los términos bajos lo que deciden operar. No sólo reaccionan al nivel de salarios y al ritmo de trabajo, también actúan para determinalos ... la amenaza creible del cambio de producción y de inversiones servirá para mantener bajo los salarios y aumentar el nivel de esfuerzo [requerido de los trabajadores] ... [y] también pueden ser capaces de obtener la cooperación del estado en asegurar en ambiente adecuado ... [para] la redistribución hacia los beneficios" en el valor añadido e ingreso nacional. (Keith Cowling y Roger Sugden, Capitalismo Transnational de Monopolio, p. 99)

Como el precio de mercado de los productos producidos por los oligopolios está determinado por el margen por encima de los costes, esto significa que puden contribuir a la inflación al adaptarse a costes en aumento o descensos de sus ratios de beneficios aumentando los precios. Sin embargo, esto no significa que el capitalismo olipolista no está sujeto a crisis. Lejos de ello. La lucha de clases influenciará en porción para los salarios (y por lo en la porción destinada a los beneficios) ya que el incremento de los salarios no se verá totalmente compensado por el incremento de los precios -- precios más altos significan menor demanda y siempre está la amenaza de la competencia de otros oligopolios. Además, la lucha de clases tendrá también su impacto en la productividad y en la cantidad de excedente en el conjunto de la economía, lo que pone un limitación mayúscula en la estabilidad del sistema. El capitalismo oligopolítico por tanto todavía tiene que lidiar con los efectos de la resistencia social a la jerarquía, explotación y opresión que afligía al capitalismo más competitivo del pasado.

El efecto de distribución del oligopolio sesga el ingreso, por lo que el grado de monopolios tiene un gran impacto en el grado de desigualdad en la distribución de ingresos. El flujo de riquezas a la cimas ayuda a alejar la producción de las necesidades de las clases trabajadoras (al ganar en la obtención de recursos y en tener a empresas produciendo bienes para los mercados de élites mientras otros no tiene para seguir tirando). Le evidencia empírica presentada por Keith Cowling "apunta a la conclusión que una redistribución de los salarios a los beneficios tendrá un impacto negativo en el consumo" (Op. Cit., p. 51) que puede causar la depresión. Los altos beneficios también significan que las empresas pueden retener más para financiar nuevas inversiones (o pagar más a los altos directivos, o para aumentar los dividendos, por supuesto). Cuando el capital se expande más rapidamente que el ingreso salarial, la sobre-inversión es un problema acuciante y la demanda agregada no puede mantenerse para impedir la caida de beneficios (ver la sección C.7 para más información sobre el ciclo económico). Más aún, al ser el stock de capital mayor, el oligopolio tendrá una tendencia a profundizar más en estos eventuales baches, haciéndolos que duren más y sean más dificil recuperarse de ellos.

Mirando los oligopolios desde un ángulo de eficiencia, la existencia de super beneficios de los oligopolios significa que los altos precios dentro del mercado permite que las empresas ineficientes continuen produciento. Las empresas más pequeñas pueden hacer un beneficio medio (no oligopolístico) a pesar de tener mayores costes, plantas sub-óptimas y demás. Esto resulta en el uso ineficiente de los recursos ya que las fuerzas del mercado no pueden trabajar para eliminar las empresas que tienen mayores costes que la media (una de las claves fundamentales del capitalismo según sus defensores). Y, por supuesto, los beneficios oligopolísticos afecta a la eficiencia de asignación cuando un puñado de empresas puede mejorar siempre la ofertas económicas del resto, lo que quiere decir que los recursos no van donde más se necesitan sino donde está la mayor demanda efectiva.

Esto enormes recursos disponibles para las empresas oligopolísticas también permiten que las empresas ineficientes sobrevivan en el mercado incluso cuando se enfrentan a la competencia de otras firmas oligopolísticas. Como Richard B. Du Boff señala, la eficiencia también puede verse "deteriorada cuando las fuerzas del mercado reducen la presión competitiva que pueden ser dispensado por reformas administrativas. Un caso notorio fue ... U.S. Steel [fundada en 1902]. A pesar de ser un fracaso comercial, el control efectivo del mercado perduró unas décadas, y se generaban beneficios por encima de la media ... Otros caso fue Ford. La compañía sobrevivió en los 30 sólo gracias a las reserves que tenía bien guardadas de los años gloriosos. 'Ford nos muestra una excelente ilustración del hecho de que una empresa realmente grande puede sobrevivir a una cantidad sorprendente de mala-gerencia '" (Accumulation and Power, p. 174)

Así pues, las Grandes Empresas reducen la eficiencia dentro de la economía a varios niveles además de tener un significante y durarero impacto el la estructura social, económica y política de la sociedad.

El efecto de la concetración de capital y riqueza en una sociedad es muy importante, y la razón por la que discutimos la tendencia del capitalismo hacia las Grandes Empresas. El impacto de la riqueza de unos pocos en la vida de los muchos se indica en la sección D. Como ahí se muestra, además de implicar el autoritarismo directo sobre los trabajadores, el capitalismo también implica control indirecto sobre las comunidades a través del poder que proviene de la riqueza.

El capitalismo no es por lo tanto el libre mercado descrito por personas como Adam Smith -- el nivel de la concentración del capital hace de las ideas de libre competencia se conviertan en una burla.

¿Qué significa la existencia de las Grandes Empresas?

Aquí indicamos el impacto de las Grandes Empresas en la teoría económica y el trabajo asalariado. De las palabras de Michal Kalecki, la competición perfecta es "una asunción de las más irreales" y "cuando su status de modelo práctico se olvida se convierte en un mito peligroso." (citado por Malcolm C. Sawyer, La Economía de Michal Kalecki, p. 8) desafortunadamente la teoría economía de la principal corriente capitalista se construye sobre este mito. Ironicamente, era contra un "trasfondo (de surgimiento de las Grandes Empresas en los 1890s) en el que la economía marginal, un mundo imaginario de muchas pequeñas empresas... fue consolidado en la profesión de economista." Así, "casi desde su concepción, los postulados teóricos de la economía marginal referente a la naturaleza de las empresas (y de los mercados, debemos añadir) han sido transvertidos de la realidad." (Paul Ormerod, Op. Cit., pp. 55-56)

Que las asunciones de la ideología económica contradigan tanto la realidad tiene consideraciones importantes en la naturaleza "voluntaria" del trabajo del salario. Si el modelo competitivo asumido por la economía neoclásica sostiene que veríamos una amplia gama de tipos de propiedad (incluyendo cooperativas, un extenso auto-empleo y trabajadores contratando capital) al no haber ningunas "barreras de entrada" asociadas al control empresarial. Éste no es el caso -- los trabajadores que contratan capital son inexistentes y el autoempleo y las cooperativas son marginales. La forma dominante del control es el capital contratando trabajo (esclavitud asalariada).

Con un modelo basado en la "competición perfecta," los partidarios del capitalismo podrían construir el caso en que el trabajo asalariado sea una opción voluntaria -- después de todo, los trabajadores (en tal mercado) podrían emplear el capital o formar cooperativas de una forma relativamente fácil. Pero la realidad del mercado "libre" es tal que este modelo no existe -- y como asunción, es seriamente engañoso. Si consideramos la actualidad de la economía de capitalista, pronto tenemos que darnos cuenta que el oligopolio es la forma dominante del mercado y que la economía de capitalista, por su misma naturaleza, restringe las opciones disponibles para los trabajadores -- lo que hace insostenible la noción de que el trabajo asalariado es una opción "voluntaria".

Si es la economía está estructurada para hacer la entrada en los mercados difícil y para que la supervivencia dependa de la acumulación del capital, entoces estas barreras son tan eficaces como los decretos del gobierno. Si las pequeñas empresas son exprimidas por los oligopolios entonces las posibilidades de fracaso aumentan (y por lo tanto prohibitivo para los trabajadores con pocos recursos) y si la desigualdad de la renta es grande, entonces los trabajadores encontrarán muy duro encontrar el aval requerido para pedir prestado el capital y para comenzar sus propias cooperativas. Así, mirando la realidad del capitalismo (en comparación con los libros de textos) está claro que la existencia de los oligopolios ayuda a mantener el trabajo asalariado restringiendo las opciones disponibles en el "mercado libre" para los y las trabajadoras.

Como observamos en la sección C.4, aquellos con poco capital se ven marginados a los mercados con bajos costes de establecimiento y baja concentración. Así, afirman los partidarios del capitalismo, los trabajadores todavía tienen una opción. Sin embargo, esta opción (como hemos indicado) es limitada por la existencia de mercados oligopolisticos -- tan limitado, de hecho, que menos del 10% de la población activa son trabajadores independientes. Por otra parte, afirman, las fuerzas tecnológicas pueden trabajar para aumentar el número de mercados que requieren bajos costes de establecimiento (el mercado informático se señala a menudo como ejemplo). Sin embargo, predicciones similares fueron hechas hace 100 años cuando el motor eléctrico comenzó a sustituir a las máquinas de vapor en las fábricas. "las nuevas tecnologías [ del 1870s ] pudieron haber sido compatibles con las unidades de producción pequeñas y las operaciones descentralizadas. . Esa. . expectativa no fue satisfecha." (Richard B. Du Boff, Op. Cit., p. 65) De la historia del capitalismo, nos imaginamos que los mercados asociados a las nuevas tecnologías irán por el mismo camino.

La realidad del desarrollo del capitalista es que incluso si los trabajadores invierten en nuevos mercados, uno que requiera bajos costes de establecimento, la dinámica del sistema es tale que en un cierto plazo de tiempo, estos mercados también se verán dominados por unas pocas empresas grandes. Por otra parte, para sobrevivir en una economía oligoloplística las cooperativas pequeñas estarán bajo presión de contratar trabajo asalariado y de funcionar como el capitalismo manda (véase la sección J.5.11). Por lo tanto, incluso si no hacemos caso de la masiva intervención del estado que creó el capitalismo en el primer lugar (véase la sección B.3.2), la dinámica del sistema es tal que las relaciones de dominación y opresión estarán siempre asociadas a él -- no pueden abandonadas pues las acciones de la competencia las crean y las refuerza (ver la sección J.5.11 y la sección J.5.12 sobre las barreras que el capitalismo pone a las cooperativas y al auto empleo aunque sean más eficientes).

Los efectos de la concentración del capital en las opciones disponibles son grandes y muy importantes. La existencia de las Grandes Empresas tiene un impacto directo en la naturaleza "voluntaria" del trabajo asalariado mientras que crean "barreras de entrada muy eficaces " para los modos alternativos de producción. El resultado de las presiones que las Grandes Empresas ejercen sobre las pequeñas reduce también la viabilidad de supervivencia de las cooperativas y del autoempleo como cooperativas y no empleadores de trabajo asalariado, efectivamente marginándolas como verdaderas alternativas. Por otra parte, incluso en nuevos mercados la dinámica del capitalismo es tal que se crean nuevas barreras de entrada continuamente, reduciendo otra vez nuestras opciones.

Total, la realidad del capitalismo es tal que la igualdad de oportunidad que subyace en los modelos de "competencia perfecta" no existe. Y sin tal igualdad, el trabajo asalariado no se puede decir que sea una opción "voluntaria" entre las opciones disponibles -- las opciones disponibles se han sesgado hasta tal punto en una dirección que las otras alternativas han sido marginadas.


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