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A.2 - ¿Qué representa el anarquismo?

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¿Qué representa el anarquismo?[edit]

Estos versos de Percy Bysshe Shelley nos dan una idea de lo que el anarquismo representa en la práctica y los ideales que lo impulsan:

El hombre
De alma virtuosa no manda, ni obedece:
El poder, cual peste asoladora,
Contamina cuanto toca, y la obediencia
Maldición de todo genio, virtud, libertad, verdad,
Hace esclavos de los hombres, y, del armazón humano
Un autómata mecanizado.

Como sugieren los versos de Shelley, los anarquistas dan gran prioridad a la libertad, deseándola para sí y para los demás. Tambien consideran la individualidad -- aquello que hace a uno una persona única -- como un aspecto muy importante de la humanidad. Reconocen, sin embargo, que la individualidad no existe en un vacío sino que es un fenómeno social. Fuera de la sociedad, la individualidad es imposible, puesto que uno necesita a los demás para desarrollarse, expanderse y crecer.

Además, hay un efecto recíproco entre el desarrollo individual y el social: los individuos crecen dentro de y son formados por una sociedad particular, al mismo tiempo que ayudan a moldear y a cambiar aspectos de esa sociedad (además de a sí mismos y a otros individuos) con sus acciones y pensamientos. Una sociedad que no está basada en individuos libres, en sus esperanzas, sus sueños e ideas resultaría hueca y muerta. Asi pues, "la formación de un ser humano (...) es un proceso colectivo, un proceso en el que la comunidad y el individuo, ambos, participan" (Murray Bookchin, La Crisis Moderna, p. 79). Consecuentemente, cualquier teoría política que se basa puramente en lo social o en lo individual es falsa.

Para desarrollar la individualidad en su grado máximo, los anarquistas consideran esencial el crear una sociedad basada en tres principios: libertad, igualdad y solidaridad. Estos principios son compartidos por todos los anarquistas. Así encontramos, al anarquita-comunista Pedro Kropotkin hablando sobre una revolución inspirada por "las bellas palabras, Libertad, Igualdad y Solidaridad." (La conquistas del pan, p. 128). El anarquista-individualista Benjamin Tucker escribió una vision similar, sosteniendo que el anarquismo "insiste en el Socialismo (...) en el verdadero Socialismo, el Socialismo Anarquista: la extensión en la tierra de la Libertad, Igualdad y Solidaridad." (Instead of a Book, p. 363). Los tres principios son interdependientes.

La libertad es esencial para el completo florecer de la inteligencia, la creatividad y la dignidad humana. El estar bajo la dominación de otro es el ser privado de la oportunidad de pensar y actuar por uno mismo, que es la única manera de crecer y desarrollar la propia individualidad. La dominación tambien sofoca la innovación y la responsabilidad personales, llevando a la conformidad y a la mediocridad. Asi pues la sociedad que lleva al máximo el crecimiento del individuo necesariamente estará basada en la asociación voluntaria, no en la coercion y la autoridad. Citando a Proudhon, "todos asociados y todos libres". O como señala Luigi Galleani, el anarquismo es "la autonomía del individuo dentro de la libre asociación" (El fin del anarquismo, p. 35).

Si la libertad es esencial para el completo desarrollo de la individualidad, la igualdad es esencial para que exista la libertad verdadera. No puede haber libertad real en una sociedad jerárquica de clases estratificadas, minada por grandes desigualdades de poder, riqueza y privilegio. Puesto que en tal sociedad solo unos pocos -- aquellos en lo alto de la jerarquía -- son relativamente libres, mientras el resto son medio esclavos. De ahi que sin igualdad, la libertad se convierte en una burla -- en el mejor de los casos "libertad" para elegir al amo (jefe), como en el capitalismo. Además, incluso las élites bajo estas condiciones no son realmente libres, puesto que tienen que vivir en una sociedad retrasada, afeada y esterilizada por la tiranía y la enajenación de la mayoría. Y puesto que la individualidad se desarrolla en toda su potencia solamente con el más amplio contacto con otros individuos libres, los miembros de la élite están restringidos en sus posibilidades de desarrollo por la escasez de individuos libres con quién relacionarse.

Finalmente la solidaridad significa ayuda mutua: el trabajar voluntaria y cooperativamente con otros que comparten los mismos fines e intereses. Pero sin libertad ni igualdad, la sociedad se convierte en una pirámide de clases en competencia basada en la dominación de los de abajo por los de más arriba. En tal sociedad, según sabemos a través de la nuestra, el lema es "dominar o ser dominado", "perro come a perro" y "cada cual a lo suyo". Asi, el "individualismo duro" se fomenta a expensas del sentimiento comunitario, con los de abajo se resentidos con los de arriba y los de arriba temiendo a los de abajo. Bajo estas condiciones, no puede haber solidaridad social, sino una forma parcial de solidaridad dentro de clases cuyos intereses son contrarios, lo cual debilita la totalidad de la sociedad.

Debe mencionarse que solidaridad no significa autosacrificio ni autonegación. Errico Malatesta lo puso en claro:

"todos somos egoistas, todos buscamos la satisfacción propia. Pero el anarquista encuentra su mayor satisfacción en la lucha por el bien de todos, por el logro de una sociedad en la que él (sic) pueda ser un hermano entre hermanos, entre gente sana, inteligente,educada y alegre. Pero el que se adapta, el que esta satisfecho de vivir entre esclavos y obtiene ganancias del trabajo de los esclavos, no es, ni puede ser, anarquista"



Para los anarquistas, la verdadera riqueza son los seres humanos y el planeta en el que vivimos. O, con las palabras de Emma Goldman, "consiste en cosas utiles y bellas, en cosas que ayudan a crear cuerpos fuertes y bellos e inspira a vivir en los alrededores (...) [nuestra] meta es la expresión más libre posible de todos los latentes poderes del individuo (...) Tal libre exposición de energia humana sera posible solo bajo la completa libertad individual y social," en otras palabras igualdad social." (Red Emma Speaks, pp-67-68).

Ademas, el honrar la individualidad no quiere decir que los anarquistas sean idealistas, creyendo que las personas o las ideas se desarrollan fuera de la sociedad. La individualidad y las ideas crecen y se desarrollan dentro de la sociedad, como respuesta a los intercambios y experiencias materiales e intelectuales, que la gente analiza e interpreta de una forma activa. El anarquismo es por consiguiente, una teoría materialista, que reconoce que las ideas se desarrollan y crecen a partir del intercambio social y la actividad mental de los individuos (ver Dios Y El Estado de Mijaíl Bakunin para una discusión clásica del materialismo vs el idealismo).

Esto significa que una sociedad anarquista será la creacion de seres humanos, no de alguna deidad u otro principio transcendental, ya que "nada se arregla por sí solo jamas, y menos las relaciones humanas. Son los hombres (sic) los que hacen los acuerdos, y lo hacen segun sus actitudes y entendimiento de las cosas" (Alexander Berkman ¿Qué es el Anarquismo?, p. 185).

Por consiguiente, el anarquismo se basa en el poder de las ideas y la capacidad de la gente para actuar y transformar sus vidas según lo que consideran correcto. En otras palabras, en la libertad.

¿Cuál es la esencia del anarquismo?[edit]

Según se ha visto, "an-arquia" implica "sin gobernantes" o "sin autoridad (jerarquica)". Los anarquistas no están en contra de las "autoridades" en el sentido de expertos que son particularmente eruditos, diestros o sabios, aunque sí creen que tales autoridades no deberían tener poder sobre otros para obligarles a seguir sus recomendaciones (ver la seccion B.1 para ampliar esta distinción). En resumen, el anarquismo es anti-autoritarianismo.

Los anarquistas son antiautoritarios porque creen que ningún ser humano debe dominar a otro, Los anarquistas, en palabras de L. Susan Brown, "creer en el valor y dignidad inherentes del individuo humano." (The Politics of Individualism, p. 107). La dominación es intrínsecamente degradante y humillante, puesto que somete la voluntad y el juicio de los dominados a la voluntad y al juicio de los dominadores, destruyendo asi la dignidad y el amor propio que solo vienen de la autonomía personal. Más aún, la dominación hace posible y generalmente lleva a la explotación, que es la raíz de la desigualdad, la pobreza y la crisis social.

En otra palabras, entonces, la esencia del anarquismo (para expresarlo positivamente) el la libre cooperación entre iguales para maximizar su libertad y individualidad.

La cooperación entre iguales es la clave para el anti-autoritarismo. Con la cooperación podemos desarrollar y proteger nuestro valor intrinseco como individuos únicos además de enriquecer nuestras vidas y libertad para que "ningún individuo pueda reconocer su propia humanidad, y consecuentemente la realice en su vida, sino es reconociendose en los demás y cooperando la realización de otros...Mi libertad es la libertad de todos ya que yo no soy realmente libre de hecho, excepto cuando mi libertad y mis derechos no estan ratificados y aprobados en la libertad y derechos de todos los hombres [y mujeres] que son mis iguales."(Mijaíl Bakunin, citado por Errico Malatesta, Anarquia, p. 30)

Al mismo tiempo que antiautoritarios, los anarquistas reconocen que los seres humanos tienen una naturaleza social e influencia mutua. No podemos escapar de la "autoridad" de esta influencia mutua, puesto que, como nos recuerda Bakunin:

"La abolición de esta influencia mutua seria la muerte. Y cuando defendemos la libertad de las masas, no estamos de ninguna manera sugiriendo la abolición de ninguna de las influencias naturales que los individuos o grupos de individuos ejercen sobre ellas. Lo que queremos es la abolición de las influencias artificiales, privilegiadas, legales, oficiales."



En otras palabras, aquellas influencias que provienen de una autoridad jerarquizada.

¿Qué significará y qué se obtendrá con la abolición de la jeraquía?[edit]

La creación de una nueva sociedad basada en las organizaciones libertarias tendrá un incalculable efecto en la vida diaria. El potenciamiento de millones de personas transformará la sociedad en maneras que hoy día sólo podemos imaginar.

Sin embargo, hay muchos que consideran estas formas de organización impracticables y condenadas al fracaso. Contra los que dicen que tales organizaciones no autoritarias, confederales solamente causarán confusión y desunión, los anarquistas mantienen que la forma de organización estadista, centralizada y jerárquica produce indiferencia en vez de compromiso, crueldad en lugar de solidaridad, uniformidad en vez de unidad, y élites privilegiadas en lugar de igualdad. Más importante, tales organizaciones destruyen la iniciativa individual y aplastan la acción independiente y el pensamiento crítico. (Para más información sobre la jerarquía, ver la sección B.1 - ¿Por qué los anarquistas están en contra de la autoridad y la jerarquía?).

Que la organización libertaria es capaz de funcionar y se basa en (y fomenta) la libertad se demostró en el movimiento anarquista español. Fenner Brockway, secretario del Independent Labour Party británico, visitando Barcelona durante la revolución de 1936, notó que "la gran solidaridad que existía entre los anarquistas se debía que cada individuo dependía de sus propias fuerzas y no del liderazgo (...) Las organizaciones deben, para tener éxito, ser combinadas con gente de pensamiento libre; no una masa, sino individuos libres" (citado por Rudolf Rocker, Anarcosindicalismo, p. 58)

Como ya se ha indicado abundantemente, las estructuras centralizadas y jerarquicas limitan la libertad. Como Proudhon apuntó: "el sistema centralista es muy bueno con respecto al tamaño, la simplicidad y la construcción: le falta sólo una cosa - el individuo deja de pertenecerse a sí mismo en tal sistema, no puede apreciar su propio valor, su vida, y nadie se da cuenta de él" (citado en Paths in Utopía, Martin Buber, p.33).

Los efectos de la jerarquía pueden verse por todo alrededor. No funciona. La jerarquía y la autoridad existen por todas partes, en el trabajo, en la casa, en la calle. Como dice Bob Black, "Si pasas la mayor parte de tu vida recibiendo órdenes o besando culos, si te acostumbras a la jerarquía, te convertirás en pasivo-agresivo, sadomasoquista, servil y estupefacto, y llevarás ese peso en todos los aspectos del resto de tu vida." (The Libertarian as Conservative, The Abolition of Work and other essays, pp. 147-8).

Esto significa que el fin de la jerarquía traerá consigo una transformación masiva en la vida cotidiana. Implicará la creación de organizaciones centradas en el individuo dentro de las cuales todos podrán ejercitar y desarrollar sus habilidades al máximo. Implicandose a si mismos y participando en las decisiones que les afecten a ellos, a su lugar de trabajo, a su comunidad y sociedad, pueden asegurar el pleno desarrollo de sus capacidades individuales.

Solamente la autodeterminación y el acuerdo libre en cada nivel de la sociedad podrá desarrollar la responsabilidad, la iniciativa, la inteligencia y la solidaridad de los individuos y la sociedad completa. Únicamente una organización anarquista permite acceder a y utilizar el vasto talento que existe dentro de la humanidad, enriqueciendo a la sociedad a través del mismo proceso que enriquece y desarrolla al individuo. Solamente involucrando a todos en el proceso de idear, planear, coordinar e implementar las decisiones que los afectan podrá florecer la libertad y podrá desarrollarse y ser protegida la individualidad. La anarquía desatará la creatividad y el talento de las masas populares esclavizadas por la jerarquía. La anarquía beneficiará incluso a aquellos que dicen beneficiarse por el capitalismo y sus relaciones autoritarias. Los anarquistas "mantienen que ambos, los que mandan y los que son mandados son estropeados por la autoridad; ambos, explotadores y explotados son estropeados por la explotación" (Piotr Kropotkin, Act for Yourself, p. 38). Es así porque "en cualquier relación jerárquica el que domina al igual que el que es dominado paga un precio. El precio pagado por 'la gloria de mandar' es verdaderamente pesado. Cada tirano se resiente de sus obligaciones. El está condenado a arrastrar el peso muerto del durmiente potencial creativo de sus subordinados por el camino de su excursión jerárquica" (The Right to be Greedy, For Ourselves).

¿Por qué están los anarquistas a favor de la democracia directa?[edit]

Para los anarquistas, el voto democrático directo sobre decisiones políticas dentro de las asociaciones libres es el contrapunto político del acuerdo libre. La razón es que "muchas formas de dominación pueden ser emprendidas de "una manera (...) libre, no-coercitiva (...) y es ingenuo (...) pensar que la mera oposición al control político en sí nos llevará al final de la opresión" (John P. Clark, Max Stirner's Egoism, p.93). Una vez que una persona se asocia a una comunidad o a un puesto de trabajo, él o ella se convierte en un/a "ciudadano/a" (a falta de mejor palabra) de esa asociación. La asociación se organiza alrededor de una asamblea de todos sus miembros (en el caso de grandes centros de trabajo y de pueblos, esta puede ser un sub-grupo funcional tal como una oficina específica o un barrio). En esta asamblea, en acuerdo con otras, se define el contenido de sus obligaciones políticas.

Actuando dentro de la asociación, la gente debe ejercer juicios críticos y elegir, es decir, gestionar sus actividades. Lo cual quiere decir que la obligación política no se le debe a una entidad aparte por encima del grupo o sociedad, tal como el estado o la empresa, sino a los "con-ciudadanos". Aunque el pueblo en asamblea legisla colectivamente las reglas que gobiernan su asociación, y están sujetos a ellas como individuos, también son superiores a ellas en el sentido de que esas reglas siempre pueden ser modificadas o abrogadas. Colectivamente, los "ciudadanos" asociados constituyen la autoridad política, pero como esta autoridad está basada en relaciones horizontales entre ellos mismos más bien que en relaciones verticales entre ellos y la élite, la "autoridad" es no-jerárquica ("racional" o "natural", ver sección B.1 - Por qué los anarquistas están en contra de la autoridad y la jerarquía?). Claro que podría alegarse que si estás en minoría, eres gobernado por otros. Ahora bien, el concepto de democracia directa tal como la hemos descrito no está necesariamente ligado al concepto de gobierno de la mayoría. Si algunos se encuentran en minoría en una votación particular, esa persona tiene entonces que elegir si consiente o se niega a reconocer la decisión como obligatoria.

Negarle a la minoría la oportunidad de ejercer su juicio y su elección es infringir en su autonomía e imponerle una obligación que no ha aceptado libremente. La imposición a la fuerza de la voluntad mayoritaria va en contra del ideal de la obligación auto-asumida, y por eso va en contra de la democracia directa y la libre asociación. Por lo tanto, lejos de ser una negación de la libertad, la democracia directa dentro del contexto de la libre asociación y la obligación auto-asumida es la única manera de alimentar la libertad. No hace falta decir que, una minoría, si permanece dentro de la asociación, puede apelar su caso y tratar de convencer a la mayoría de su error. Los lazos entre las asociaciones siguen el mismo modelo que las asociaciones. En lugar de individuos unidos en una asociación, tenemos asociaciones unidas en confederaciones. Los enlaces entre asociaciones dentro de una confederación son de la misma naturaleza horizontal y voluntaria que en las asociaciones, con los mismos derechos de "voz y salida" de sus miembros. El funcionamiento de tal confederación se perfila en la sección A.2.9 - ¿Qué tipo de sociedad desean los anarquistas? - y se discute en mayor detalle en la sección I - ¿Cómo desearía un anarquista que fuese la sociedad?.

¿El consenso es una alternativa a la democracia directa?[edit]

El consenso, aunque constituya la "mejor" opción al tomar decisiones, ya que todos están de acuerdo, también tiene sus problemas. Como apunta Murray Bookchin al describir sus experiencias del consenso, éste puede tener consecuencias autoritarias, ya que "para (...) crear pleno consenso en una decisión los disidentes minoritarios son a menudo sutilmente presionados o forzados psicológicamente a rehusar su voto en un asunto problemático, ya que su disidencia constituiría el veto por una persona. Esta práctica, llamada quedarse a un lado en el proceso de consenso americano, muy a menudo acarrea la intimidación de los disidentes, hasta el punto de que se substraen por completo al proceso de tomar decisiones, antes que hacer una honrosa y continuada expresión de su desacuerdo con el voto, incluso como minoría, de acuerdo con sus puntos de vista. Habiéndose retirado, sacrifican su entidad política, para que pueda tomarse tal decisión (...). El consenso se obtuvo finalmente sólo después de que los miembros disidentes se hubiesen anulado como participantes en el proceso. A nivel más teórico, el consenso silenció el aspecto más vital del diálogo, la disensión. La disensión en curso, el diálogo apasionado que aún persiste incluso después que la minoría accede temporalmente a la decisión mayoritaria, (...) [puede ser] reemplazado (...) por aburridos monólogos, y el apolémico y soporífero tono del consenso. En la toma de decisiones mayoritarias, la minoría derrotada puede recursar a anular una decisión en la que habían sido derrotados; son libres de articular persistente y abiertamente desacuerdos razonables y potencialmente persuasivos. El consenso, por su parte, no honra ninguna minoría, las enmudece a favor del «uno» metafísico del «grupo consensual»" (What Is Communality: The Democratic Dimension of Anarchism). Bookchin no "niega que el consenso pueda ser una forma apropiada de toma de decisiones en pequeños grupos de personas que están muy familiarizados unos con otros". Aún así nota que en la práctica, su experiencia le ha enseñado que "cuando grupos más grandes tratan de llegar a decisiones a través del consenso, generalmente son forzados a llegar al más bajo denominador común intelectual al tomar decisiones: la menos polémica o incluso la más mediocre de las decisiones que una asamblea de cierto tamaño puede alcanzar es la aceptada, precisamente porque cada uno tiene que estar de acuerdo con ella de lo contrario tiene que abstenerse de votar en el asunto" (Op. Cit.). Por consiguiente, debido a su naturaleza potencialmente autoritaria, los anarquistas por lo general niegan que el consenso es el aspecto político de la libre asociación.

Aunque sea ventajoso tratar de llegar a un consenso, por lo general no es práctico hacerlo, especialmente en grupos grandes, sin mirar a sus otros efectos negativos. A menudo rebaja una sociedad o asociación libre con su tendencia a soliviantar la individualidad en nombre de la comunidad y la disensión en nombre de la solidaridad. Ni la verdadera comunidad ni la solidaridad son avanzadas cuando el desarrollo del individuo y su autoexpresión son abortados por la censura y la presión pública. Puesto que los individuos son únicos, tendrán puntos de vista únicos cuya expresión debería ser alentada ya que así evoluciona la sociedad y es enriquecida por las acciones y las ideas del individuo.

Los anarquistas, ¿son individualistas o colectivistas?[edit]

En una frase: ni lo uno ni lo otro. Esto lo podemos ver en el hecho de que, mientras los académicos liberales denuncian a los anarquistas como Bakunin por ser "colectivistas", los marxistas critican a Bakunin y a los anarquistas en general por ser "individualistas".

Esto no debería sorprendernos, ya que los anarquistas rechazan ambas ideologías por su falta de sentido. Les agrade o no, los no-anarquistas tanto individualistas como colectivistas son dos caras del mismo capitalismo. La mayor prueba de esto es el capitalismo moderno, donde las tendencias "individualistas" y "colectivistas" se interfieren constantemente, usualmente con las estructuras políticas y económicas oscilando de un polo a otro. El colectivismo y el individualismo capitalistas constituyen ambos aspectos unilaterales de la existencia humana, y como toda manifestación de desequilibrio, tienen grandes defectos.

Para los anarquistas, la idea de que los individuos deben sacrificarse por el "grupo" o el "bien mayor" es insensata. Los grupos están conformados por individuos, y si la gente sólo piensa en lo que es mejor para el grupo, éste será una carcaza vacía. Es la dinámica de la interacción humana entre los grupos lo que les da vida. Los "grupos" no piensan, los individuos, sí. Irónicamente, esta circunstancia conduce a los "colectivistas" autoritarios a una forma más particular de "individualismo": el "culto a la personalidad" y al líder. Esto es lo que cabría esperar, ya que tal colectivismo aglutina a los individuos en grupos abstractos, niega su individualidad, y acaba con la necesidad de alguien con individualidad suficiente para tomar decisiones --problema que es "resuelto" a través del principio del líder. El estalinismo y el nazismo son excelentes ejemplos de este fenómeno.

De allí que los anarquistas reconocen que los individuos son la unidad elemental de la sociedad y que sólo los individuos tienen intereses y sentimientos. Esto quiere decir que se oponen al "colectivismo" y a la glorificación del grupo. Según la teoría anarquista, el grupo sólo existe para ayudar y desarrollar a los individuos insertos en él. Es por esto que ponemos tanto énfasis en los grupos estructurados de una manera libertaria -- sólo una organización libertaria permitiría expresarse a los individuos de un grupo, les permitiría conducir directamente sus intereses y crear relaciones sociales que promuevan la individualidad y la libertad individual. Así, en tanto la sociedad y los grupos que integran moldean al individuo, el individuo constituye el verdadero pilar de la sociedad. Según Malatesta:

Mucho se ha dicho acerca de los respectivos roles de la iniciativa individual y de la acción social en la vida y el progreso de las sociedades humanas [... T]odo se mantiene en operación en el mundo humano gracias a la inciciativa individual [...] El auténtico ser es el hombre, el individuo. La sociedad o colectividad -y el Estado o gobierno que se arroga su representación-, cuando no es una abstracción vacua, debe estar conformada por individuos. Y es en el organismo de cada individuo donde todos los pensamientos tienen su inminente origen, y del ser individual pasan a ser pensamientos y acciones colectivas al ser aceptadas por muchos individuos. Luego, la acción social no es ni la negación ni el complemento de las incitivas individuales sino el resultado de las iniciativas, pensamientos y acciones de todos los individuos miembros de una sociedad [... E]l asunto no se trata de cambiar la relación entre la sociedad y el individuo [... E]s una cuestión de evitar que ciertos individuos opriman al resto; de dar a todos los individuos los mismos derechos y los mismos medios de acción; y de restituir la iniciativa a los pocos [lo que Malatesta define como un aspecto clave del gobierno/jerarquía], lo que inevitablemente lleva a la opresión de todos [...]



Estas consideraciones no significan que los anarquistas favorezcan el "individualismo". Como Emma Goldman resaltó, "el 'individualismo duro' [...] no es más que un intento velado de represión y supresión del individuo y su individualidad. El así llamado Individualismo es el laissez-faire social y económico: la explotación de las masas por las clases [dominates] por medio de la trampa legal, la degradación espiritual y el adoctrinamiento sistemático del espíritu servil [...] Ese 'individualismo' corrupto y perverso es una camisa de fuerza para la individualidad [... H]a terminado inminentemente en la mayor esclavitud moderna, las más crasas distinciones de clase conduciendo a millones a la miseria. El 'individualismo duro' significó todo el 'individualismo' para los amos, mientras que el pueblo es transformada en una casta esclava que sirve a un puñado de 'superhombres'" [Red Emma Speaks, p. 112]

Mientras los grupos no pueden pensar, los individuos no pueden vivir o discutir por sí mismos. Los grupos y las asociaciones son elementales en la vida individual. Es más, cada vez que los grupos generan relaciones sociales por su inmanente naturaleza, ayudan a formar individuos. En otras palabras, los grupos estructurados de forma autoritaria ejercerán un impacto negativo en la libertad y la individualidad de quienes los integran. Sin embargo, debido a la naturaleza abstracta de su "individualismo", los capitalistas individualistas no logran hallar las diferencias entre los grupos estructurados a la manera libertaria y a la manera autoritaria --ambos son "grupos". A causa de su perspectiva parcializada respecto de este tema, los "individualistas" irónicamente terminan apoyando algunas de las instituciones más "colectivistas" que existen --empresas capitalistas-- e incluso siempre acaban por necesitar al estado pese a las frecuentes falencias que le achacan. Dichas contradicciones brotan de la dependencia del individualismo capitalista de los contratos individuales en una sociedad inequitativa, i.e. el individualismo abstracto.

En contraste, los anarquistas enfatizan el "individualismo" social (otro mejor término podría ser "individualidad comunitaria"). El anarquismo "insiste en que el centro de gravedad de la sociedad es el individuo --el hecho de tener que pensar por sí mismo, actuar libremente, y vivir plenamente [...] Si debe desarrollarse de forma libre y plena, debe ser liberado de la interferencia y la opresión de otros [... E]sto no tiene nada en común con [...] 'individualismo duro'. Tal individualismo predador es más bien blando o fofo, no duro. A la menor amenaza a su seguridad, corre a protegerse bajo el estado e implora protección [...] Su 'individualismo duro' no pasa de ser una de los muchos pretextos con que cuenta la clase dominante para enmascarar el comercio desenfrenado y la extorsión política." [Emma Goldman, op. cit., pp. 442-3]

El anarquismo rechaza el individualismo abstracto del capitalismo con sus ideas de libertad "absoluta" para el individuo la cual es limitada por terceros. Esta teoría ignora el contexto social en que dicha libertad se anmarca y desarrolla. "La libertad que queremos" dice Malatesta "para nosotros y los demás, no es una libertad absolutamente metafísica, abstracta que en la práctica se traduce en la opresión de los débiles; sino una libertad auténtica, una libertad posible, la cual es la comunidad consciente de intereses, la solidaridad voluntaria." [Anarchy, p. 43]

Una sociedad basada en un individualismo abstracto resulta en una desigualdad de poder entre individuos contratantes, comportando así la necesidad de una autoridad sustentada en leyes superiores a ellos y en la coerción organizada para hacer cumplir dichos contratos. Esta es una consecuncia necesaria del capitalismo y, de manera más notable, en la teoría contractualista de cómo se desarrolla el estado. La teoría contractualista o del "contrato social" asume que las personas son "libres" cuando están aisladas unas de otras, ya que supuestamente lo eran en el "estado salvaje". Una vez que integran la sociedad, se asume que se crea un "contrato" y un estado que lo administra. No obstante, además de ser una fantasía desligada de la realidad (el ser humano siempre ha sido un animal social), esta "teoría" es en realidad una coartada para que el estado detente poderes extensivos sobre la sociedad; lo que a su vez es una justificación del sistema capitalista, que requiere un estado fuerte. También imita los resultados de las relaciones económicas capitalistas sobre las que esta teoría se edifica. En el capitalismo, los individuos suscriben "contratos" mutuos y "voluntarios, pero en la práctica el propietario domina al trabajador durante toda la vigencia del contrato. (Para mayor detalle, ver A.2.14 y B.4).

De este modo, los anarquistas rechazan el "individualismo" capitalista por ser, como dice Kropotkin, "un individualismo estrecho y egoísta", que es además "un egoísmo estúpido que empequeñece al individuo" y "no un individualismo en absoluto. No llevará a lo que se había establecido como meta; el cual es el pleno, amplio y más perfectamente viable desarrollo de la individualidad." La jerarquía del capitalismo deviene "el empobrecimiento de la individualidad" antes que su desarrollo. Frente a esto, los anarquistas contraponen "la individualidad que hace realidad el mayor desarrollo idividual posible por medio de la más alta sociabilidad comunista en lo que atañe a sus necesidades primordiales y sus relaciones con otros en general." [Selected Writings on Anarchism and Revolution, p. 295, p. 296 and p. 297] Para los anarquistas, nuestra libertad se enriquece con quienes nos rodean al trabajar con ellos como pares y no como amo y sirviente.

En la práctica, tanto el individualismo como el colectivismo conducen a la negación de la libertad individual y de la autonomía y la dinámica de grupos. Además, se implican mutuamente, con el colectivismo llevando a una particular forma de individualismo y el individualismo llevando a una particular forma de colectivismo.

El colectivismo, con la supresión implícita del individuo, acaba por empobrecer a la comunidad, ya que los grupos sólo adquieren vida gracias a las personas que los conforman. El individualismo, con la supresión explícita de la comunidad (i.e. las personas con las que vives), acaba por empobrecer al individuo toda vez que los individuos no pueden existir al margen de la sociedad sino solamente en su interior. Es más, el individualismo finalmente impide que lleguen a la "minoría selecta" las ideas y habilidades de los individuos que conforman el resto de la sociedad, erigiéndose como una fuente de auto-negación. Es éste el defecto (y la contradicción) fatal del Individualismo: "la imposibilidad de que el individuo llegue a desarrollarse real y plenamente bajo las condiciones de opresión de masas por medio de las 'bellas aristocracias'. Su desarrollo permanecería unilateral." [Piotr Kropotkin, Anarchism, p. 293]

La auténtica libertad y la comunidad existen en todas partes.

¿Por qué el sistema voluntario no es suficiente?[edit]

El sistema voluntario (voluntarismo) quiere decir que la asociación debería ser voluntaria para maximizar la libertad. Los anarquistas son, obviamente, voluntaristas, al creer que solo en la libre asociación, creada por acuerdos libres, pueden desarrollarse y crecer los individuos y expresar su libertad. Es evidente, sin embargo, que bajo el capitalismo el voluntarismo no basta para maximizar la libertad. El sistema voluntario supone la promesa (i.e. la libertad de entrar en contratos) y la promesa supone la capacidad individual de juicio independiente y deliberación racional. También, ello presupone que puedan valorar y alterar sus acciones y relaciones. Bajo el capitalismo los contratos contradicen estas consecuencias del voluntarismo, ya que, aunque técnicamente "voluntarios" (aunque ya veremos en la sección B.4 que no es realmente así) los contratos capitalistas resultan en la negación de la libertad. Es así porque la relación social salario-trabajo supone la promesa de obedecer a cambio de la paga. Sin embargo, como señala Carole Patemen en The Problem of Political Obligation "prometer obediencia es afirmar, que en ciertas áreas, la persona que hace la promesa ya no es libre de ejercer sus capacidades y de decidir sus propias acciones, y deja de ser un/a igual para ser un/a subordinado/a" [p.19].

Efectivamente, bajo el capitalismo eres libre ¡sólo en cuanto a que puedes elegir a quién vas a obedecer! La libertad, sin embargo, debe significar más que el derecho a cambiar de jefe. La servidumbre voluntaria es servidumbre aun. Por lo tanto los anarquistas recalcan la necesidad de democracia directa en las asociaciones voluntarias para así asegurar que el concepto de "libertad" no es una farsa y una justificación de la dominación, como ocurre bajo el capitalismo. Toda relación social basada en el individualismo abstracto estará probablemente basada en la fuerza, el poder, la autoridad, y no en la libertad. Por supuesto esto asume una definición de libertad en la cual los individuos ejercen sus capacidades y deciden sus propias acciones. Por consiguiente, el voluntarismo no es suficiente para crear una sociedad que lleve al máximo la libertad. Por supuesto, podría objetarse que los anarquistas valoran ciertas formas de relación social por encima de otras y que un verdadero libertario debe permitirle al pueblo la libertad de elegir sus propias relaciones sociales. Contestando a la segunda objeción primero, en una sociedad basada en la propiedad privada (y el estadismo) los propietarios tienen más poder, que pueden usar para perpetuar su autoridad. ¿Por qué deberíamos excusar la servidumbre o tolerar a los que desean refrenar la libertad de otros? La "libertad" de mandar es la libertad de esclavizar, y es de hecho una negación de la libertad. Con respecto a la primera objeción, los anarquistas nos declaramos culpables. Tenemos prejuicios en contra del reducir a seres humanos a la categoría de robots. Tenemos prejuicios a favor de la dignidad y la libertad humana. Tenemos prejuicios, abiertamente, a favor de la humanidad y de la individualidad. La sección A.2.11 plantea por qué la democracia directa es el reflejo social necesario del voluntarismo (i.e. el libre acuerdo). La sección B.4 discute por qué el capitalismo no puede basarse en una igualdad de poder negociativo entre los propietarios y los que no lo son.

¿Y acerca de la naturaleza humana?[edit]

Los anarquistas, lejos de ignorar la "naturaleza humana", tienen la única teoría política que piensa y reflexiona profundamente sobre este concepto. A menudo, "la naturaleza humana" es lanzada como si fuese la última línea defensiva en argumentos contra el anarquismo, pensando que no admite contestación. Sin embargo, no es así. En primer lugar, la naturaleza humana es algo muy complicado. Si por naturaleza humana se quiere decir "lo que hacen los humanos" es obvio que la naturaleza humana es contradictoria: amor, odio, compasión y crueldad, paz y violencia, etc. han sido expresiones de la gente y todas son producto de la "naturaleza humana". Por supuesto que lo que se considera naturaleza humana cambia a medida que cambian las circunstancias sociales. Por ejemplo, la esclavitud fue considerada parte de la "naturaleza humana" y "normal" durante miles de años, y la guerra solo se convirtió en parte de la naturaleza humana con el desarrollo de los estados. Por lo tanto, el medio ambiente juega un papel importante en la definición de lo que constituye la "naturaleza humana".

Esto no quiere decir que los seres humanos sean infinitamente plásticos, cada individuo una tábula rasa (una página en blanco) al nacer, esperando ser moldeado por "la sociedad" (lo cual en la práctica significa por los que la rigen). No queremos entrar en un debate sobre cuales características humanas son o no son "innatas". Lo único que diremos es que los seres humanos tienen una habilidad innata para pensar y aprender, lo cual creemos evidente; y que los humanos son criaturas sociales, que necesitan la compañía de los demás para sentirse completos y para prosperar.

Estos dos rasgos, creemos, sugieren la viabilidad de la sociedad anarquista. La habilidad innata para pensar por uno mismo automáticamente hace ilegítimas todas las formas de jerarquía, y nuestra necesidad de relaciones sociales supone que podemos organizarnos sin el estado. El profundo descontento y alienación que afligen a la sociedad moderna revela que la centralización y el autoritarianismo del sistema capitalista y del estado niega alguna necesidad innata dentro de nosotros. De hecho, como se dijo anteriormente, durante la mayor parte de su existencia, la raza humana vivió en comunidades anárquicas, con poca o ninguna jerarquía. Que la sociedad moderna califique a esas gentes de "salvajes" o "primitivos" es pura arrogancia. ¿Quién puede decir que el anarquismo va en contra de la naturaleza humana? Los anarquistas han acumulado suficientes pruebas que sugieren que no es así.

Con respecto a la acusación de que los anarquistas piden demasiado de la "naturaleza humana", son a menudo los no anarquistas los que hacen las mayores demandas a ella. Puesto que:

"mientras nuestros oponentes parecen admitir que hay una especie de sal de la tierra: los gobernantes, los patronos, los líderes, que, afortunadamente, impiden que esos malos hombres: los gobernados, los explotados, los dirigidos, se hagan mucho peores de lo que son..., hay una diferencia, una muy importante. Nosotros reconocemos las imperfecciones de la naturaleza humana, pero no exceptuamos a los que mandan. Ellos los exceptúan, aunque a veces inconscientemente."



Si la naturaleza humana es tan mala, entonces dar a algunos el poder sobre otros y esperar que esto nos lleve a la libertad y a la justicia es una utopía inútil. Hoy sin embargo, con el auge de la "sociobiología" algunos afirman (con muy pocas pruebas reales) que el capitalismo es un producto de nuestra "naturaleza", la cual es determinada por los genes. Estas declaraciones han sido tomadas al asalto por las autoridades. Considerando la escasez de pruebas, su apoyo a esta "nueva" doctrina tiene que ser necesariamente el resultado de su utilidad para aquellos en el poder: i.e. el hecho de que es útil tener una base "objetiva" y "científica" que justifique ese poder. Al igual que el Darwinismo social que la precedió, la sociobiología procede primero proyectando sobre la naturaleza las ideas dominantes de la sociedad actual (a menudo inconscientemente, así los científicos consideran erróneamente las ideas en cuestión como "normales" y "naturales"). Después las teorías sobre la naturaleza así producidas se transfieren retroactivamente a la sociedad y a la historia, usándolas para "probar" que los principios del capitalismo (la jerarquía, la autoridad, la competencia, etc.) son leyes eternas, que son después usadas para justificar el status quo!. Asombrosamente, hay mucha gente, supuestamente inteligente, que se toma estas engañifas en serio. Esta clase de apología es por supuesto natural, ya que toda clase dominante ha reivindicado que su derecho a gobernar está basado en la "naturaleza humana" y por lo tanto apoya doctrinas que definen la naturaleza humana de manera que parezcan justificar el poder de la élite, ya bien sea la sociobiología, el derecho divino, el pecado original, etc.

Obviamente, tales doctrinas han sido siempre falsas... hasta hoy, por supuesto, cuando es evidente que nuestra sociedad actual está verdaderamente moldeada a la "naturaleza humana" lo cual ha sido probado científicamente por nuestro actual sacerdocio científico! La arrogancia de esta afirmación es de verdad sorprendente. La historia no se ha detenido. De aquí a mil años, la sociedad será completamente diferente a lo que es ahora y diferente a lo que nadie se imagina. Ningún gobierno existente hoy día existirá entonces, y el sistema económico actual tampoco existirá. Lo único que puede seguir igual es que la gente aún dirá que su nueva sociedad es el "verdadero sistema" que se amolda completamente a la naturaleza humana, aunque los sistemas pasados no lo hicieran. Claro, no pasa por las mentes de los que apoyan el capitalismo que gentes de diferentes culturas sacarán conclusiones diferentes de los mismos hechos, conclusiones que pueden ser mas válidas. Ni se le ocurre a los apologistas del capitalismo que las teorías de los científicos "objetivos" puedan estar enmarcadas en el contexto de la sociedad dominante en que viven. Sin embargo, no sorprende a los anarquistas que los científicos trabajando en la Rusia zarista desarrollaran una teoría de la evolución basada en la cooperación de las especies, muy diferente a la de sus colegas de la Inglaterra capitalista, que desarrollaron una teoría basada en la lucha competitiva dentro y entre las especies. Que la segunda teoría reflejase las teorías políticas y económicas dominantes en la sociedad Británica (notablemente el individualismo competitivo) es pura coincidencia, por supuesto. El Apoyo Mutuo de Kropotkin fue escrito en respuesta a los evidentes errores que el Darwinismo Social inglés proyectaba sobre la naturaleza y la vida humana.

El anarquismo requiere personas "perfectas" para funcionar?[edit]

No. La anarquía no es una utopía, una sociedad "perfecta". Será una sociedad humana, con todos los problemas, esperanzas, y temores de los seres humanos. Los anarquistas no creen que los seres humanos tienen que ser "perfectos" para que la anarquía funcione. Solamente necesitan ser libres.

Evidentemente, creemos que una sociedad libre producirá gente que estará mucho mas en onda con su individualidad y sus necesidades y las de los demás, lo cual disminuirá los conflictos individuales. Las disputas restantes se resolverían por métodos razonables, por ejemplo, el uso de jurados, tercer intermediarios, o asambleas comunales y de lugares de trabajo.

Como ocurre con el argumento "el anarquismo va contra la naturaleza humana" (ver sección A.2.15) los oponentes del anarquismo generalmente asumen gente "perfecta", gente que no ha sido corrompida por el poder cuando ocupan posiciones de autoridad, gente que permanece extrañamente por encima de los efectos degradadores de la jerarquía, el privilegio y demás. Sin embargo, los anarquistas no hacen tales reclamaciones sobre la perfección humana. Reconocemos que el invertir poder en manos de una persona o una élite nunca es una buena idea, ya que la gente no es perfecta y necesita dar cuentas a los demás.

Debe notarse que la noción de que el anarquismo requiere un "nuevo" hombre o mujer es usada por los "anarco-capitalistas" de derechas para desacreditar el verdadero anarquismo y justificar la permanencia de la autoridad jerárquica, en especial las relaciones capitalistas de producción. Sn embargo, un poco de reflección mostrará que sus reparos desacreditan sus propias pretensiones de ser anarquistas ya que suponen explícitamente una sociedad anarquista sin anarquistas! No hace falta decir que una "anarquía" formada por gente que aún necesita autoridad y estado pronto devendría autoritaria y estadista (i.e. no-anarquista) una vez más.

Es así porque incluso si el gobierno fuese derrocado mañana, el mismo sistema renacería otra vez, ya que:

"la fuerza del gobierno se asienta no en sí mismo, sino en el pueblo. Un gran tirano puede ser un idiota en vez de un superhombre. Su fuerza no reside en sí, sino en la superstición del pueblo que cree que lo correcto es obedecer. Mientras exista esa superstición es inútil que venga un libertador a decapitar la tiranía; el pueblo creará otra, puesto que se han acostumbrado a depender de algo fuera de sí mismos."



En otras palabras, la anarquía necesita anarquistas para ser creada y sobrevivir. Pero esos anarquistas no tiene por que ser perfectos, simplemente personas que se han liberado, por sus propios esfuerzos, de la superstición que las relaciones de mando-obediencia son necesarias. La suposición implícita en la idea de un "nuevo" ser anarquista es que la libertad será dada, no tomada; de ahí viene la conclusión evidente que una anarquía que requiera seres "perfectos" fracasará. Pero este razonamiento ignora la necesidad de auto-actividad y auto-liberación para crear una sociedad libre.

Los anarquistas no deducen que gente "perfecta" sea necesaria, porque el anarquista no es un libertador con una misión divina de liberar a la humanidad, sino que es parte de esa humanidad luchando adelante hacia la libertad.

"Entonces, si por algún medio externo pudiese dársele al pueblo, por decirlo así, una Revolución Anarquista confeccionada, de verdad la rechazarían y reconstruirían la antigua sociedad. Si, por otra parte, el pueblo desarrolla sus ideas de libertad, y ellos mismos se deshacen del último vestigio de tiranía, el gobierno, entonces la revolución será llevada a cabo permanentemente."



¿La gente no es muy estupida para que una sociedad libre pueda funcionar?[edit]

Es una pena haber tenido que incluir esta pregunta en una FAQ anarquista, pero sabemos que muchas ideologías políticas asumen de manera explícita que la gente común es muy estúpida para manejar sus propias vidas y la sociedad. Todos los aspectos de la agenda política capitalista, tanto la derecha como la izquierda, albergan a personas con este pensamiento. Ya sean leninistas, fabianos u objetivistas, se asume que sólo una pequeña élite es creativa e inteligente, y que esos individuos deben gobernar al resto. Usualmente, este elitismo se oculta tras la retórica de la "libertad", la "democracia" y otros conceptos por medio de los cuales los ideólogos tratan de engañar el pensamiento crítico de la gente diciéndoles lo que quieren oír.

Por supuesto, no es una sorpresa el que quienes creen en las élites naturales se consideren a sí mismos dentro de ellas. Falta por descubrir, por ejemplo, a un "objetivista" que se considere a sí mismo parte de la gran masa de "second-handers" o "subordinados" (impresiona escuchar a la gente que repite como loro las ideas de Ayn Rand, despidiendo así a las demás personas) o que haga el trabajo de limpiar retretes en la utopía del "verdadero" capitalismo. Cualquiera que lea un texto elitista se incluirá a sí mismo como parte de aquellos "elegidos". ¡Es "natural" que en una sociedad elitista se considere que la existencia de élites sea algo natural, y que hasta uno sea un miembro potencial del mismo!

El análisis histórico muestra que bajo la racionalización de todos los estados y las clases gobernantes yace una ideología básicamente elitista, toda vez que su aparición al comienzo de la Edad de Bronce ("si el legado de la dominación tuvo algún propósito más amplio que el sostenimiento de intereses jerárquicos y de clase, ése fue el intento de exorcizar la confianza en la competencia pública del discurso mismo." (Bookchin, The Ecology of Freedom, p. 206). Esta ideología sufre un mero maquillaje, pero no remueve su contenido esencial con el tiempo.

Durante la Edad Oscura, por ejemplo, estuvo teñida por el cristianismo, siendo adaptada a las necesidades de la jerarquía eclesiástica. El dogma "revelado" más útil para la élite clerical fue el "pecado original": la noción de que los seres humanos son por naturaleza criaturas corruptas e incompetentes que necesitan una "dirección superior", con los sacerdotes como los convenientes mediadores entre el común de la gente y "Dios". La idea de que el hombre promedio es por esencia estúpido y luego incapaz de gobernarse a sí mismo es un resabio de esta doctrina, una reliquia del oscurantismo.

En respuesta a quienes afirman que la mayoría de la gente son "subordinados" o no pueden desarrollar más que una "conciencia de sindicato", lo que podemos decir es que ello es un absurdo que no resiste la más superficial mirada a la historia, en particular la del movimiento obrero. Los poderes creativos de quienes luchan por la libertad es a menudo realmente fascinante, y si el poder y la inspiración intelectuales no están presentes en una sociedad "normal", entonces es ésta la acusación más clara posible de los efectos de amortiguamiento de la jerarquía y de la conformidad producida por la autoridad. (Más acerca de los efectos de la jerarquía en la sección B.1). Como Bob Black indica:

Eres lo que haces. Si tu trabajo es aburrido, estúpido y monótono, es probable que acabes aburrido, estúpido y monótono. El trabajo es una explicación para la cretinización subterránea que nos rodea, aun más que ciertos mecanismo estupidizantes como la televisión y la educación. Las personas que cuya vida está completamente reglamentada, que son entregadas al trabajo después de la escuela e ignoradas por la familia en un principio y finalmente en el hogar, se habitúan a las jerarquías y son esclavas psicológicas. Su aptitud para la autonomía se encuentra tan atrofiada que su miedo a la libertad pondera entre sus pocas fobias racionalmente aprendidas. Su entrenamiento para la obediencia en el trabajo es transplantada a las familias que ellas mismas comienzan, reproduciendo el sistema en más de un modo; lo mismo en la política, en la cultura, y otros ámbitos. Una vez que logras absorber la vitalidad de la gente en el trabajo, es más fácil que se sometan a la jerarquía y a los expertos en todo. Ellos se acostumbran.



Cuando los elitistas intentan concebir la liberación, sólo pueden pensar que ésta es otorgada a los oprimidos por élites generosas (para los leninistas) o estúpidas (para los objetivistas). Es casi inminente, luego, su fracaso. Sólo la autoemancipación puede generar una sociedad libre. Los efectos chocantes y distorsionantes de la autoridad sólo pueden ser salvados con la auto-actividad. Los escasos ejemplos de autoemancipación prueban que la mayoría de la gente, una vez concientes de que no serán liberados por otros, se encuentran más que capaces para la tarea.

Quienes proclaman su "superioridad" a menudo lo hacen por miedo a que su autoridad y su poder sean destruidos cuando las personas se liberen a sí mismas de las garras debilitantes de la autoridad, y caigan en la cuenta que, en las palabras de Max Stirner, "los grandes sólo son grandes cuando nosotros nos arrodillamos. Levantémonos."

Como sostiene Emma Goldman acerca de la igualdad de género:

"los extraordinarios logros de la mujer en todo ámbito de cosas han silenciado para siempre los argumentos bobos de la inferioridad de la mujer. Aquellos que continúan aferrados a este fetiche lo hacen porque odian ante todo que su autoridad se vea amenazada. Ésta es la caracterítica de toda autoridad, desde la del amo sobre sus esclavos económicos hasta la del hombre sobre la mujer. No obstante, dondequiera que la mujer escape de su jaula, lo hará a largas zancadas, pasos de libertad."



Los mismos comentarios se aplican, por ejemplo, a los exitosos experimentos de auto-administración obrera durante la Revolución Española.

De aquí que la idea de que la gente es muy estúpida para que el anarquismo funcione también se vuelva contra sus propios defensores. Es el caso de quienes usan este argumento para abogar por el gobierno democrático en vez de una anarquía. La democracia, como nota Luigi Galleani, significa:

"reconocer el derecho y la competencia del pueblo para escoger a sus gobernantes. [Sin embargo,] quienes tienen la competencia política de elegir a sus gobernantes tienen también, por esta lógica, la competencia para hacerlo sin ellos, especialmente cuando las raíces de la enemistad económica son arrancadas."



De este modo, el argumento de la democracia en contra de la anarquía se corroe a sí misma toda vez que "si consideras a esos valiosos electores incapaces de cuidar de sus propios intereses, ¿cómo es posible que ellos sepan escoger para sí mismos a los pastores que guiarán el rebaño? ¿Y cómo lograrán resolver este problema de alquimia social que es la elección de un genio con los votos de una masa de tontos?" (Malatesta, Anarchy, pp. 53-4)

En cuanto a quienes conciben la dictadura como la solución a la estupidez humana, la pregunta que surge es ¿cómo es que los dictadores son inmunes a lo que parece ser una característica inherente al ser humano? Y, como Malatesta lo remarcó, "¿quiénes son los mejores? ¿Y, quién reconocerá esas cualidades en ellos?" (Op. cit., p. 53) Si ellos se imponen por sobre las masas "bobas", ¿por qué habría que asumir que no explotarán ni oprimirán al pueblo en beneficio propio? ¿O, para el mismo caso, que ellos son más inteligentes que las masas? La historia de los gobiernos dictatoriales y los monárquicos sugiere una respuesta clara a estos cuestionamientos. Un argumento similar se aplica a los otros sistemas de gobierno no democráticos, como aquellos sustentados en el sufragio censitario. Por ejemplo, el ideal lockiano (i.e. liberal clásico o libertario de derecha) de un estado gobernado por los propietarios privados está destinado a ser poco más que un régimen opresor de la mayoría para mantener el poder y los privilegios de la minoría acaudalada. Asimismo, la idea de la estupidez universal a excepción de una élite de capitalistas (la visión "objetivista") implica un sistema un poco menos ideal que el sistema perfecto presente en la literatura. Es por esto que la mayoría de las personas toleran a jefes opresores que las tratan como medios hacia un fin más que como un fin en sí mismos. Porque, ¿cómo esperar que las personas reconozcan y persigan sus intereses propios si son vistos como "hordas incivilizadas"? Son cosas incompatibles, y el "ideal desconocido" del capitalismo puro sería tan sucio, opresor y alienante como el capitalismo "real y existente".

Como tales, los anarquistas estamos firmemente convencidos de que los argumentos anti-anarquía basados en la incompetencia de las masas son inherentemente auto-contradictorios (si no evidentemente auto-utilitarios). Si la gente es tan estúpida para el anarquismo, entonces será estúpida para cualquier otro sistema. Por último, los anarquistas arguyen que dicha perspectiva no hace más que reflejar la mentalidad servil generada por una sociedad jerarquizada, en vez de procurar un genuino análisis de la humanidad y de nuestra historia como especie. Citando a Rousseau:

cuando veo a las multitudes completamente desnudas y salvajes despreciar la voluptuosidad europea y resistir el hambre, el fuego, la espada y la muerte, entonces siento que no existen esclavos capaces de razonar acerca de la libertad.



¿Los anarquistas apoyan el terrorismo?[edit]

No. Por tres razones.

El terrorismo implica apuntar a personas inocentes o matarlas sin empacho. Pra que el anarquismo exista, debe ser creado a partir de las masas. Uno no convence a las personas de sus ideas arrojándoles bombas. Segundo, el anarquismo se trata de autoliberación. Uno no puede destruir una relación social. La libertad no puede ser creada a partir de las acciones de una pequeña élite dedicada a aniquilar gobernantes en nombre de una mayoría. En simples palabras, una "estructura basada en siglos de historia no puede ser destruida con unos cuantos kilos de explosivos". (Kropotkin, citado por Martin A. Millar, Kropotkin, p. 174] Ya que en tanto las personas sientan la necesidad de autoridad, la jerarquía existirá (véase sección A.2.16). Como ya hemos remarcado, la libertad no se da, se toma. Últimamente, el anarquismo apunta a la libertad. De aquí que Bakunin comentase que "cuando se lleva adelante una revolución por la liberación de la humanidad, se debe respetar la vida y la libertad de los hombres." (citado por K.J. Kenafick, Michael Bakunin and Karl Marx, p. 125). Para los anarquistas, los medios determinan los fines y el terrorismo por naturaleza infringe la vida y la libertad del individuo, por lo que no puede ser utilizado para lograr una sociedad anarquista. La historia de, digamos, la Revolución Rusa, confirmó la visión de que "[m]uy triste sería la revolución futura si sólo puediese triunfar por la vía del terrorismo." (citado por Millar, op. cit., p. 175)

Además, los anarquistas no están en contra de los individuos sino de las instituciones y relaciones sociales que hacen que ciertas personas detenten poder sobre otros y abusen (i.e. usen) de ese poder. Es así como la revolución anarquista se trata de destruir estructuras, no personas. Como Bakunin señalaba, "no queremos matar gente, sino abolir los estatus y sus privilegios", y el anarquismo "no implica la muerte de los individuos que conforman la burguesía, sino la muerte de la burguesía como entidad política y social distinta de la clase trabajadora." (The Basic Bakunin, p. 71 y p. 70). En otras palabras, "No puedes volar una relación social" (citando el título de un panfleto anarquista que presenta el caso anarquista contra el terrorismo).

¿Cómo es, entonces, que el anarquismo se asocia con la violencia? Esto ocurre en parte porque el estado y los medios insisten en referirse a los terroristas que no son anarquistas como anarquistas. Por ejemplo, la banda Baader-Meinhoff fueron a menudo llamados "anarquistas" pese a su autoproclamado marxismo-leninismo. Las inexactitudes, desafortunadamente, funcionan. Del similar modo, como Emma Goldman señaló, "es un hecho conocido por todos aquellos cercanos al movimiento Anarquista que un gran número de actos [violentos], los cuales sufren los Anarquistas, tienen su origen en la prensa capitalista o bien son instigados, cuando no perpetrados directamente, por la policía." (Red Emma Speaks, p. 262)

Un ejemplo de este proceso en operación puede observarse en el actual movimiento anti-globalización. En Seattle, por ejemplo, los medios denunciaron "violencia" por parte de los manifestantes (en particular los anarquistas) aun cuando se trataba de unas cuantas ventanas quebradas. La violencia policial realmente mayor contra los manifestantes (que, por cierto, comenzó antes de quebrar alguna ventana) no fue digna de mención. La posterior cobertura mediática de las protestas anti-globalización siguió este patrón, asegurando la conexión entre violencia y anarquismo pese a que los menifestantes fueron quienes sufrieron la mayor violencia por parte del estado. Como el activista anarquista Starhawk observa, "si quebrar ventanas y responder a los ataques de la policía es 'violencia', entonces quiero una nueva palabra, mil veces más fuerte, para usarla cuando la policía golpea a gente en actitud pacífica hasta dejarla en coma." (Staying on the Streets, p. 130)

De modo similar, en las protestas de Genoa del 2001, los principales medios presentaron a los manifestantes como violentistas aunque el estado había muerto a uno de ellos y hospitalizado a miles más. La presencia de agentes de policía provocando violencia fue silenciado por los medios. Como más tarde notó Starhawk, en Genoa "nos encontramos con una campaña política cuidadosamente orquestada del terrorismo de estado. Esta campaña incluyó desinformación, infiltración y provocación, connivencia con grupos declarados fascistas[...], ataques dirigidos a grupos no-violentos con gas lacrimógeno y palizas, brutalidad policial endémica, tortura de prisioneros, persecución política de los orgsnizadores [...] Hicieron todo esto abiertamente, como muestra de que no tenían miedo a las repercusiones y que esperaban protección política de los altos mandos. (op. cit., pp. 128-9)" Como era de esperar, esto fue callado por la prensa.

Las movilizaciones siguientes han visto cómo los medios se han empeñado en la propaganda anti-anarquista, inventando historias que presentan a los anarquistas como individuos llenos de odio que planean violencia masiva. Por ejemplo, el 2004 en Irlanda los medios denunciaron que los anarquistas planeaban usar gases tóxicos en las celebraciones relacionadas con la UE en Dublín. Por supuesto, las pruebas de tal plan no existieron y tal acción no sucedió. Ni siquiera el motín que los medios dijeron que los anarquistas organizaban. Un proceso similar de desinformación acompañó a las manifestaciones anticapitalistas del 1º de mayo y a las protestas contra el Congreso Nacional Republicano en Nueva York. Pese a ser constantemente desmentidos después del suceso, los medios siempre publica historias que suscitan el miedo de la violencia anarquista (incluso inventando hechos como los de Seattle para justificar sus artículos y seguir satanizando el anarquismo). Así es perpetrado el mito de que el anarquismo es violencia. Apenas vale la pena decir que los mismos periódicos que difundieron la amenaza (inexistente) de la violencia anarquista no mencionaron una palabra acerca de la verdadera violencia y represión de la policía contra los manifestantes que asistieron a dichos eventos. Ni siquiera se disculparon después de que sus historias catastróficas (y carentes de pruebas) fueran desmentidas como las tonterías que continuaron publicando.

Esto no quiere decir que ciertos anarquistas no hayan cometido actos de violencia. Sí lo han hecho (como miembros de otros movimientos políticos y religiosos). La principal causa de que se asocie terrorismo y anarquismo es el período de "propaganda por el hecho" en el movimiento anarquista.

Este período --entre 1880 y 1900-- fue marcado por un grupo menor de anarquistas que asesinaban a miembros de la clase gobernante (realeza, políticos etcétera). Para colmo, en este período los teatros y tiendas se vieron frecuentados por miembros de la burguesía apuntada. Estos actos fueron denominados "propaganda por el hecho". El apoyo anarquista de la táctica fue galvanizado con el asesinato del zar Alejandro II en 1881 por Populistas Rusos (este hecho inspiró la famosa editorial de Johann Most en Freiheit, titulada "¡Al fin!", que celebraba el regicidio y el asesinato de tiranos). No obstante, había razones más profundas del apoyo anarquista de esta estrategia: en primer lugar, en revancha por los actos de represión contra la clase obrera; y en segundo lugar, como un medio de incitar a la gente a rebelarse mostrando que los opresores podían ser derrotados.

Considerando estas razones, no es mera coincidencia que la propaganda por el hecho haya comenzado tras la muerte de más de 20.000 con la brutal supresión de la Comuna de París por el estado francés, en la cual muchos anarquistas murieron. Es interesante notar que mientras que la violencia anarquista en venganza por la Comuna es relativamente bien conocida, el asesinato masivo de sus miembros a manos del estado es relativamente ignorada. De igual modo, son más públicos el asesinato del rey Umberto de Italia por el anarquista Gaetano Bresci en 1900, o el intento de asesinato del gerente de la Carnegie Steel Corporation Henry Clay Frick en 1892 por Alexander Berkman. Lo que usualmente se desconoce es que las tropas de Umberto habían incendiado y asesinado a campesinos en protesta o que los Pinkertons de Frick también habían arrinconado y muerto a trabajadores en Homestead.

El juego sucio de la violencia estatista y capitalista no nos sorprende. "El comportamiento del Estado es la violencia", dice Max Stirner, "y a su violencia la llama 'ley'; a la del individuo, 'crimen'". (The Ego and Its Own, p. 197) Ya no impresiona, entonces, la violencia anarquista sea condenada mientras la represión (y a menudo peor violencia) que la provoca sea ignorada y olvidada. Los anarquistas apuntan a la hipocresía de la acusación de que los anarquistas son "violentos" dado que esas reclamaciones provienen de los partidarios de gobierno o de los propios gobiernos, "que ascendieron al poder por medio de la violencia, que los mantiene en el poder por medio de la violencia, y que usa constantemente la violencia para reprimir la rebelión e intimidar a otras naciones". (Howard Zinn, The Zinn Reader, p. 652)

Podemos tener una idea de la hipocresía que rodea la condena a la violencia anarquista por parte de no-anarquistas por considerar su respuesta a la violencia estatal. Por ejemplo, en los años 20 y 30, muchas publicaciones e individuos capitalistas celebraban el fascismo, a Mussolini y a Hitler. Por el contrario, los anarquistas lucharon a muerte contra el fascismo e intentaron asesinar a Mussolini y a Hitler. ¡Por supuesto, el apoyo de dictaduras asesinas no es "violencia" ni "terrorismo", pero la resistencia a dichos regímenes sí que lo es! De modo similar, los no-anarquistas pueden apoyar a estados represivos y autoritarios, las guerras y la supresión de huelgas y disturbios ("restauración de la ley el orden") y no ser considerados "violentistas". ¡Los anarquistas, en constraste, son condenados como "violentistas" y "terroristas" toda vez que unos pocos de ellos intentan vengar las acciones de opresión y violencia estatal/capitalista! Del mismo modo, parece el colmo de la hipocresía para alguno el denunciar la "violencia" anarquista que rompe unos cuantos vidrios en, digamos, Seattle mientras se apoya la verdadera violencia policíaca al imponer la ley del estado o, aun peor, mientras se apoya la invasión estadouidense a Irak en el 2003. Si a alguien debiésemos llamar violentista tendría que ser al partidario del estado y sus acciones aunque la gente no vea lo evidente y "deplore el tipo de violencia que el estado deplora, y aplauda la violencia que el estado parctica" (Christie y Meltzer, The Floodgates of Anarchy, p. 132)

Se debe recalcar que la mayoría de los anrquistas no apoyan esta táctica. De aquellos que han practicado la "propaganda por el hecho" (a veces llamados "atentados"), como señala Murray Bookchin, sólo unos "pocos [...] son miembros de grupos anarquistas. La mayoría [...] actuaba por cuenta propia." [The Spanish Anarchists, p. 102] Apenas cabe decir que el estado y los medios pintaban a todos los anarqsuitas del mismo color. Aún lo hacen, a menudo de forma imprecisa (¡como al culpar a Bakunin de ciertos actos aunque él hubiese muerto años antes de que la táctica fuese discutida en los círculos anarquistas, o al tildar de anarquistas a grupos no-anarquistas!).

Con todo, la etapa de la "propaganda por el hecho" terminó por fracasar, como pronto se dieron cuenta la mayoría de los anarquistas. Kropotkin puede ser considerado típico. A él "nunca le agradó el discurso de propaganda por el hecho, y nunca lo utilizó para describir sus ideas de acción revolucionaria." Sin embargo, en 1879 mientras aún "urgía la importancia de la acción colectiva", comenzó a "expresar una considerable simpatía e interés en los atentados" (dichas "formas colectivas de acción" fueron vistas como el actuar "a nivel sindical y comunal"). En 1880, "se vio menos preocupado por la acción colectiva y el entusiasmo por los actos de revuelta de individuos y grupos reducidos creció." Esto no duró mucho y Kropotkin pronto le dio "progresivamente menor importancia a los actos de rebelión aislados", particularmente una vez que "notó mayores oportunidades para el desarrollo de la acción colectiva en el incipiente sindicalismo militante" [Caroline Cahm, Kropotkin and the Rise of Revolutionary Anarchism, p. 92, p. 115, p. 129, pp. 129-30, p. 205] Entre finales de la década de 1880 y comienzos de 1890 llegó a desaprobar tales actos de violencia. Esto, debido tanto al simple rechazo de las peores actuaciones (como el bombardeo del Teatro de Barcelona en respuesta a la matanza de anarquistas involucrados en el levantamiento de Jerez en 1892, y el bombardeo de un café por Emile Henry en respuesta a la represión estatal) como a la conciencia de que la táctica entorpecía la causa anarquista.

Kropotkin reconocía que la "oleada de actos terroristas" de la década de 1880 había movido a "las autoridades a emprender una acción represiva sobre el movimiento" y "a su parecer no era consistente con el ideario anarquista ni hacía mucho para promover la revuelta popular." Es más, estaba "preocupado por la escisión del movimiento de las masas" que había incrementado más que disminuido como resultado de la preocupación por" la propaganda por el hecho. "Vio la mejor posibilidad de revuelta popular en el [...] desarrollo de la nueva militancia en el movimiento obrero. En adelante enfocó cada vez más su atención en la importancia de las minorías revolucionarias operando entre las masas para desarrollar el espíritu revolucionario." No obstante, aun a comienzos de la década de 1880 cuando su apoyo a los actos de revuelta individuales (cuando no propaganda por el hecho) era máxima, él vio la necesidad de la lucha como clase colectiva y, por lo tanto, "Kropotkin siempre insitió en la importancia del movimiento obrero en las luchas que llevarían a la revolución". (op. cit., pp. 205-6, p. 208 and p. 280)

Kropotkin no estaba solo. Cada vez más anarquistas pensaban que la "propaganda por el hecho" era una excusa para que el estado justifique la represión de los movimientos anarquistas y obreros. Además, daba a los medios (y detractores del anarquismo) la oportunidad de asociar el anarquismo a la violencia irracional, alejando a gran parte de la población del movimiento. Esta falsa asociación se renueva ocasionalmente, sin importar los hechos (por ejemplo, aunque los Anarquistas individualistas hayan rechazado la "propaganda por el hecho" por completo, también ellos han sido catalogados por la prensa de "violentistas" y "terroristas").

Además, como señaló Kropotkin, las premisas tras la propaganda por el hecho, i.e. que todos esperaban la oportunidad para rebelarse, eran falsas. De hecho, las personas son producto del sistema en que viven; de aquí que acepten casi todos los mitos utilizados para mantener el sistema funcionando. Con el fracaso de la propaganda por el hecho, los anarquistas dieron la espalda a lo que la mayor parte del movimiento estaba haciendo: la promoción de la lucha de clases y del proceso de autoliberación. Esta reversión de las raíces del anarquismo puede observada a partir del ascenso de las agrupaciones anarco-sindicalistas después de 1890 (véase la sección A.5.3). Esta posición fluye naturalmente de la teoría anarquista, no como la idea de los actos de violencia individuales:

[...]para llevar a cabo una revolución, en especial la revolución Anarquista es necesario que las personas estén conscientes de sus derechos y de su fuerza; es necesario que estén listos para luchar y prestos a llevar la conducción de sus intereses en sus propias manos. Debe ser ésta la constante preocupación de los revolucionarios, el punto hacia el cual toda su actividad debe apuntar, para lograr esta mentalidad entre las masas [...] Para quienes esperan la llegada de la emancipación de la humanidad, no de la cooperación persistente y armónica de todos los hombres, sino de la concurrencia accidental o providencial de algunos actos de heroísmo, no es recomendable que la espere de la intervención de algún legislador ingenioso o un general triunfante [...] nuestras ideas nos obligan a poner todas nuestras esperanzas en las masas, porque no creemos en la posibilidad de imponer el bien por la fuerza ni tampoco queremos que nos manden [...] Hoy, aquello que fue el resultado lógico de nuestras ideas, la condición que nuestra concepción de la revolución y reorganización de la sociedad nos impone [... es] convivir con la gente y hacerlos partícipes de nuestras ideas haciéndonos nosotros partícipes activos de sus luchas y sufrimientos."



A pesar de la disensión mayoritaria de los anarquistas respecto de la propaganda por el hecho, pocos la considerarían terrorismo o harían ilegal el asesinato bajo toda circunstancia. Bombardear en la guerra un poblado por una sospecha de presencia enemiga es terrorismo, mientras que matar a un dictador asesino o a la cabeza de un estado represivo es defensa, o venganza, a lo sumo. Como los anarquistas han señalado, si por terrorismo entendemos "matar a gente inocente" entonces los estados son los mayores terroristas de todos (así como también disponen de las bombas y otras armas de destrucción más grandes del mundo). Si la gente que comete "actos terroristas" realmente son anarquistas, harían todo lo posible para evitar el daño a gente inocente y nunca seguir el discurso estatista de que el "daño colateral" es lamentable pero inevitable. Es por esto que la gran mayoría de los actos de "propaganda por el hecho" eran dirigidos hacia individuos de las clases dominantes, como presidentes y miembros de la realeza, y eran producto de previos actos de violencia capitalista y de estado.

Los actos "terroristas" los cometen anarquistas. Es un hecho. Sin embargo, nada que ver tiene con el anarquismo como teoría sociopolítica. Como Emma Goldman arguía, "no fue el Anarquismo como tal, sino la matanza brutal de once trabajadores del acero el impulso para la acción de Alexander Berkman." (op. cit., p. 268) Igualmente, miembros de otros grupos políticos y religiosos han cometido también estos actos. Como el Grupo Libertad de Londres afirmaba:

Hay una perogrullada que el hombre de la calle parece siempre olvidar, cuando está abusando de los Anarquistas, o un partido cualquiera pasa a ser su bête noire por el momento, como la causa de algún ultraje recién perpetrado. Este hecho indiscutible es que los ultrajes homicidas han sido, desde tiempos inmemoriales, la réplica de clases irritadas y desesperadas, y de individuos irritados y desesperados, a las injusticias de sus semejantes, que consideraron intolerables. Tales actos son la respuesta violenta a la violencia, sea ésta agresiva o represiva [...] su causa no radica en ninguna convicción específica sino en los abismos de [...] la propia naturaleza humana. El curso entero de la historia, política y social, está repleta de evidencias de esto.



El terrorismo ha sido usado por muchos otros partidos y grupos políticos, sociales y religiosos. Por ejemplo, cristianos, marxistas, hindúes, nacionalistas, republicanos, musulmanes, sikhs, fascistas, judíos y patriotas han cometido actos de terrorismo. Pocos de estos movimientos han sido etiquetados como "terroristas por esencia" o continuamente asociados con la violencia --lo cual prueba la amenaza del anarquismo contra el status quo. No hay una manera más probable de que se desacredite y margine una idea que la intervención de personas maliciosas o malinformadas que retratan a quienes creen en ella y la practican como "bombarderos locos" sin opinión y sin ideales, sólo un impulso enfermizo de destrucción.

Por supuesto, la gran mayoría de los cristianos y otros se han opuesto al terrorismo por ser moralmente repulsivo y contraproducente. Lo mismo han hecho los anarquistas de todos los tiempos, en todas partes. No obstante, pareciera que en nuestro caso es preciso declarar nuestra oposición al terrorismo una y otra vez.

Entonces, para resumir, sólo una ínfima parte de los terroristas han sido alguna vez anarquistas, y sólo una ínfima parte de los anarquistas han sido alguna vez terroristas. El movimiento anarquista en su totalidad siempre ha reconocido que las relaciones sociales no pueden ser aniquiladas o bombardeadas de nuestra existencia. En comparación a la violencia de estado y del capitalismo, la violencia anarquista es una gota en el océano. Infelizmente, la mayoría de la gente recuerda los actos de unos pocos anarquistas que han caído en la violencia, antes que los actos de violencia y represión cometidos por el estado y promovidos por el capital.

¿Qué visiones éticas sostienen los anarquistas?[edit]

Las perspectivas anarquistas sobre la ética varían considerablemente, aunque todas comparten una creencia en la necesidad de que un individuo desarrolle en su interior su propio sentido ético. Todos los anarquistas concuerdan con Max Stirner en que un sujeto debe superar las barreras de la moralidad existente y cuestionarla --"Yo decido qué es lo correcto para mí; no existe lo correcto ajeno a mí." (The Ego and Its Own, p. 189)

Pocos anarquistas, empero, concordarían con Stirner al punto de rechazar todo concepto de ética social (al decir eso, Stirner sí valora ciertos conceptos universales aunque son más bien egoístas). Un relativismo moral así de extremo es casi tan malo como el absolutismo moral para la mayoría de los anarquistas (el relativismo moral es la visión de que no hay bien ni mal más allá de lo que respecta al individuo; el absolutismo moral es la visión de que lo que sea bueno o malo, lo es independientemente de lo que piensen los individuos).

Usualmente se afirma que la sociedad moderna está colapsando gracias al "egoísmo" excesivo o al relativismo moral. Esto es falso. En lo que respecta al relativismo moral, éste se adelanta al absolutismo moral al que varios moralistas y creyentes de la verdad instan a la sociedad, ya que está basado, aunque finamente, en la idea la razón individual. No obstante, como niega la existencia (o deseabilidad) de una ética, no es más que el reflejo de aquello contra lo que se rebela. Ninguna de las dos opciones faculta o libera al individuo.

Consecuentemente, ambas actitudes ejercen una enorme atracción en los autoritaristas, ya que un populacho que es incapaz de formarse una opinión de las cosas (y que luego tolerará cualquiera) o que sigue a ojos vendados las órdenes de la élite gobernante es de gran valor para los poderosos. Ambas son rechazadas por la mayoría de los anarquistas a favor de una aproximación evolutiva a la ética, basada en la razón humana, para desarrollar los conceptos éticos y la empatía interpersonal para generalizar dichos conceptos en actitudes éticas al interior de la sociedad y en el alma individual. Luego, una aproximación anarquista a la ética comparte la investigación crítica individual implicada en el relativismo moral a la vez que se funda en el sentido común de lo bueno y lo malo. Como aducía Proudhon:

Todo progreso comienza con la abolición de algo; toda reforma descansa en la denuncia de un abuso; cada nueva idea se basa en la insuficiencia probada de la anterior.



La mayoría de los anarquistas adoptan el punto de vista de que los estándares éticos, como la vida misma, están en constante proceso de evolución. Eso los lleva a rechazar las variadas nociones de "ley divina", "ley natural", entre otros, en favor de una teoría del desarrollo ético fundada en la idea de que el individuo está completamente facultado para cuestionar y evaluar el mundo que lo rodea --de hecho,

Most anarchists take the viewpoint that ethical standards, like life itself, are in a constant process of evolution. This leads them to reject the various notions of "God's Law," "Natural Law," and so on in favour of a theory of ethical development based upon the idea that individuals are entirely empowered to question and assess the world around them -- in fact, they require it in order to be truly free. You cannot be an anarchist and blindly accept anything! Michael Bakunin, one of the founding anarchist thinkers, expressed this radical scepticism as so:

"No theory, no ready-made system, no book that has ever been written will save the world. I cleave to no system. I am a true seeker."

Any system of ethics which is not based on individual questioning can only be authoritarian. Erich Fromm explains why:

"Formally, authoritarian ethics denies man's capacity to know what is good or bad; the norm giver is always an authority transcending the individual. Such a system is based not on reason and knowledge but on awe of the authority and on the subject's feeling of weakness and dependence; the surrender of decision making to the authority results from the latter's magic power; its decisions can not and must not be questioned. Materially, or according to content, authoritarian ethics answers the question of what is good or bad primarily in terms of the interests of the authority, not the interests of the subject; it is exploitative, although the subject may derive considerable benefits, psychic or material, from it." [Man For Himself, p. 10]

Therefore Anarchists take, essentially, a scientific approach to problems. Anarchists arrive at ethical judgements without relying on the mythology of spiritual aid, but on the merits of their own minds. This is done through logic and reason, and is a far better route to resolving moral questions than obsolete, authoritarian systems like orthodox religion and certainly better than the "there is no wrong or right" of moral relativism.

So, what are the source of ethical concepts? For Kropotkin, "nature has thus to be recognised as the first ethical teacher of man. The social instinct, innate in men as well as in all the social animals, - this is the origin of all ethical conceptions and all subsequent development of morality." [Ethics, p. 45]

Life, in other words, is the basis of anarchist ethics. This means that, essentially (according to anarchists), an individual's ethical viewpoints are derived from three basic sources:

1) from the society an individual lives in. As Kropotkin pointed out, "Man's conceptions of morality are completely dependent upon the form that their social life assumed at a given time in a given locality . . . this [social life] is reflected in the moral conceptions of men and in the moral teachings of the given epoch." [Op. Cit., p. 315] In other words, experience of life and of living.

2) A critical evaluation by individuals of their society's ethical norms, as indicated above. This is the core of Erich Fromm's argument that "Man must accept the responsibility for himself and the fact that only using his own powers can he give meaning to his life . . .there is no meaning to life except the meaning man gives his life by the unfolding of his powers, by living productively." [Man for Himself, p. 45] In other words, individual thought and development.

3) The feeling of empathy - "the true origin of the moral sentiment . . . [is] simply in the feeling of sympathy." ["Anarchist Morality", Anarchism, p. 94] In other words, an individual's ability to feel and share experiences and concepts with others.

This last factor is very important for the development of a sense of ethics. As Kropotkin argued, "[t]he more powerful your imagination, the better you can picture to yourself what any being feels when it is made to suffer, and the more intense and delicate will your moral sense be. . . And the more you are accustomed by circumstances, by those surrounding you, or by the intensity of your own thought and your imagination, to act as your own thought and imagination urge, the more will the moral sentiment grow in you, the more will it became habitual." [Op. Cit., p. 95]

So, anarchism is based (essentially) upon the ethical maxim "treat others as you would like them to treat you under similar circumstances." Anarchists are neither egoists nor altruists when it come to moral stands, they are simply human.

As Kropotkin noted, "egoism" and "altruism" both have their roots in the same motive -- "however great the difference between the two actions in their result of humanity, the motive is the same. It is the quest for pleasure." [Op. Cit., p. 85]

For anarchists, a person's sense of ethics must be developed by themselves and requires the full use of an individual's mental abilities as part of a social grouping, as part of a community. As capitalism and other forms of authority weaken the individual's imagination and reduce the number of outlets for them to exercise their reason under the dead weight of hierarchy as well as disrupting community, little wonder that life under capitalism is marked by a stark disregard for others and lack of ethical behaviour.

Combined with these factors is the role played by inequality within society. Without equality, there can be no real ethics for "Justice implies Equality. . . only those who consider others as their equals can obey the rule: 'Do not do to others what you do not wish them to do to you.' A serf-owner and a slave merchant can evidently not recognise . . . the 'categorial imperative' [of treating people as ends in themselves and not as means] as regards serfs [or slaves] because they do not look upon them as equals." Hence the "greatest obstacle to the maintenance of a certain moral level in our present societies lies in the absence of social equality. Without real equality, the sense of justice can never be universally developed, because Justice implies the recognition of Equality." [Peter Kropotkin, Evolution and Environment, p. 88 and p. 79]

Capitalism, like any society, gets the ethical behaviour it deserves..

In a society which moves between moral relativism and absolutism it is little wonder that egoism becomes confused with egotism. By disempowering individuals from developing their own ethical ideas and instead encouraging blind obedience to external authority (and so moral relativism once individuals think that they are without that authority's power), capitalist society ensures an impoverishment of individuality and ego. As Erich Fromm puts it:

"The failure of modern culture lies not in its principle of individualism, not in the idea that moral virtue is the same as the pursuit of self-interest, but in the deterioration of the meaning of self-interest; not in the fact that people are too much concerned with their self-interest, but that they are not concerned enough with the interest of their real self; not in the fact that they are too selfish, but that they do not love themselves." [Man for Himself, p. 139]

Therefore, strictly speaking, anarchism is based upon an egoistic frame of reference - ethical ideas must be an expression of what gives us pleasure as a whole individual (both rational and emotional, reason and empathy). This leads all anarchists to reject the false division between egoism and altruism and recognise that what many people (for example, capitalists) call "egoism" results in individual self-negation and a reduction of individual self-interest. As Kropotkin argues:

"What was it that morality, evolving in animal and human societies, was striving for, if not for the opposition to the promptings of narrow egoism, and bringing up humanity in the spirit of the development of altruism? The very expressions 'egoism' and 'altruism' are incorrect, because there can be no pure altruism without an admixture of personal pleasure - and consequently, without egoism. It would therefore be more nearly correct to say that ethics aims at the development of social habits and the weakening of the narrowly personal habits. These last make the individual lose sight of society through his regard for his own person, and therefore they even fail to attain their object, i.e. the welfare of the individual, whereas the development of habits of work in common, and of mutual aid in general, leads to a series of beneficial consequences in the family as well as society." [Ethics, pp. 307-8]

Therefore anarchism is based upon the rejection of moral absolutism (i.e. "God's Law," "Natural Law," "Man's Nature," "A is A") and the narrow egotism which moral relativism so easily lends itself to. Instead, anarchists recognise that there exists concepts of right and wrong which exist outside of an individual's evaluation of their own acts.

This is because of the social nature of humanity. The interactions between individuals do develop into a social maxim which, according to Kropotkin, can be summarised as "[i]s it useful to society? Then it is good. Is it hurtful? Then it is bad." Which acts human beings think of as right or wrong is not, however, unchanging and the "estimate of what is useful or harmful . . . changes, but the foundation remains the same." ["Anarchist Morality", Op. Cit., p. 91 and p. 92]

This sense of empathy, based upon a critical mind, is the fundamental basis of social ethics - the 'what-should-be' can be seen as an ethical criterion for the truth or validity of an objective 'what-is.' So, while recognising the root of ethics in nature, anarchists consider ethics as fundamentally a human idea - the product of life, thought and evolution created by individuals and generalised by social living and community.

So what, for anarchists, is unethical behaviour? Essentially anything that denies the most precious achievement of history: the liberty, uniqueness and dignity of the individual.

Individuals can see what actions are unethical because, due to empathy, they can place themselves into the position of those suffering the behaviour. Acts which restrict individuality can be considered unethical for two (interrelated) reasons.

Firstly, the protection and development of individuality in all enriches the life of every individual and it gives pleasure to individuals because of the diversity it produces. This egoist basis of ethics reinforces the second (social) reason, namely that individuality is good for society for it enriches the community and social life, strengthening it and allowing it to grow and evolve. As Bakunin constantly argued, progress is marked by a movement from "the simple to the complex" or, in the words of Herbert Read, it "is measured by the degree of differentiation within a society. If the individual is a unit in a corporate mass, his [or her] life will be limited, dull, and mechanical. If the individual is a unit on his [or her] own, with space and potentiality for separate action . . .he can develop - develop in the only real meaning of the word - develop in consciousness of strength, vitality, and joy." ["The Philosophy of Anarchism," Anarchy and Order, p. 37]

This defence of individuality is learned from nature. In an ecosystem, diversity is strength and so biodiversity becomes a source of basic ethical insight. In its most basic form, it provides a guide to "help us distinguish which of our actions serve the thrust of natural evolution and which of them impede them." [Murray Bookchin, The Ecology of Freedom, p. 442]

So, the ethical concept "lies in the feeling of sociality, inherent in the entire animal world and in the conceptions of equity, which constitutes one of the fundamental primary judgements of human reason." Therefore anarchists embrace "the permanent presence of a double tendency - towards greater development on the one side, of sociality, and, on the other side, of a consequent increase of the intensity of life which results in an increase of happiness for the individuals, and in progress - physical, intellectual, and moral." [Kropotkin, Ethics, pp. 311-2 and pp. 19-20]

Anarchist attitudes to authority, the state, capitalism, private property and so on all come from our ethical belief that the liberty of individuals is of prime concern and that our ability to empathise with others, to see ourselves in others (our basic equality and common individuality, in other words).

Thus anarchism combines the subjective evaluation by individuals of a given set of circumstances and actions with the drawing of objective interpersonal conclusions of these evaluations based upon empathic bounds and discussion between equals. Anarchism is based on a humanistic approach to ethical ideas, one that evolves along with society and individual development. Hence an ethical society is one in which "[d]ifference among people will be respected, indeed fostered, as elements that enrich the unity of experience and phenomenon . . . [the different] will be conceived of as individual parts of a whole all the richer because of its complexity." [Murray Bookchin, Post Scarcity Anarchism, p. 82]

¿Por qué los anarquistas resaltan la libertad?[edit]

Un anarquista puede ser considerado, según Bakunin, como "un apasionado amante de la libertad, considerándola como la única condición bajo la cual la inteligencia, la dignidad y la felicidad humana pueden desarrollarse y crecer." (Michael Bakunin: Selected Writings, p. 196) Dado que los seres humanos son criaturas pensantes, negarles la libertad es negarles la oportunidad de pensar por su cuenta, lo cual es negarles la misma existencia como humanos. Para los anarquistas, la libertad es el resultado de nuestra humanidad, porque:

"el mismo hecho (...) de que una persona tenga conciencia de sí misma, de ser diferente a los demás, crea el deseo de actuar libremente. El ansia de libertad y auto-expresión es un rasgo dominante y fundamental"



Por esta razón, el anarquismo "propone rescatar el amor propio y la independencia del individuo de toda limitación e invasión de la autoridad. Solo en libertad puede el hombre (sic) crecer en toda su estatura. Solo en libertad aprenderá a pensar y a moverse, y a dar lo mejor de sí mismo. Solo en libertad conseguirá la verdadera fuerza de los lazos sociales que unen a los hombres, y que son la verdadera base de una vida social normal" (Ibid., p. 59).

Así, para los anarquistas, la libertad es basicamente individuos buscando su propio bien por si mismos. Haciendo llamamientos a la actividad y poder de individuos para que tomen las decisiones por y sobre ellos y sus vidas. Solo la libertad puede asegurar el desarrollo y diversidad individual. Por lo que cuando los individuos se gobiernan ellos mismo y toman sus propias decisiones tienen ejercitar sus mentes lo que no puede tener otro efecto que expandir y estumular a los individuos implicados. Como dijo Malatesta, "para que la gente se eduque en la libertad y en la gestión de sus propios intereses, deben pasar a actuar por ellos mismos, sentirse responsables de sus acciones para lo bueno y para lo malo que conlleven. Se equivocarán, pero aprenderán de las consecuencias de lo que ha ido mal y lo intentarán de otras maneras." [Fra Contadini, p. 26]

Como ya hemos señalado, la libertad es la precondición para el máximo desarrollo del potencial individual, lo cual es también un producto social que puede ser alcanzado solo en y a través de la comunidad. Una comunidad libre, saludable producirá individuos libres, que a su vez moldearan a la comunidad y enriquecerán las relaciones sociales entre los seres que la componen. Las libertades, al ser producidas socialmente, "no existen porque hayan sido establecidas legalmente en un papel, sino solamente cuando se hayan convertido en un hábito congénito de un pueblo, y cuando cualquier intento de impedirlas se encontrará con la resistencia violenta de la población ... Uno gana el respeto de los demás cuando uno sabe defender su dignidad de ser humano. Esto es verdad no solamente en la vida privada; ha sido asimismo siempre igual en la vida política." (Rudolf Rocker, Anarcosindicalismo).

Es por esta razón por la que los anarquistas apoyan la táctica de la "Acción Directa" (ver sección J.2), porque, como sostuvo Emma Goldman, tenemos "tanta libertad como estemos dispuestos a coger. El anarquismo por tanto apoya la acción directa, el desafio abierto, y la resistencia, a todas las leyes y restricciones, económicas, sociales y moreles." Necesita "integridad, confianza en uno mismo, y corage. En resumen, llama a los espiritus libres, independientes" y "solo la resistencia persistente" puede "finalmente hacernos libres. La acción directa contra la autoridad en los talleres, la acción directa contra la autoridad de la ley, la acción directa contra la invasiva, intrusiva autoridad de nuestro código moral, en el lógico y consistente método del Anarquismo." (Red Emma Speaks, pp. 76-77)

La acción directa es, con otras palabras, la aplicación de la libertad, usada para resistir la opresión aqui y ahora además de el medio para crear una sociedad libre. Crea la necesaria mentalidad individual y las condiciones sociales en las que la libertad florece. Es esencial que la libertad se desarrolle en el seno de la sociedad, no en oposición a ella. Tal como Murray Bookchin dice:

"Toda libertad, independencia, y autonomía que el pueblo ha disfrutado en un período histórico dado es el producto de viejas tradiciones sociales y (...) desarrollo colectivo -- lo cual no niega que los individuos jueguen un papel importante en ese desarrollo, realmente están obligados en última instancia a hacerlo si quieren ser libres."



Pero la libertad requiere un ámbito social adecuado para crecer y desarrollarse. Tal ámbito tiene que ser descentralizado y basado en la gestión directa de la obra por aquellos que la realizan. Por centralización se entiende autoridad coercitiva (jerarquía), mientras que la autogestión es la esencia de la libertad. La autogestión asegura que los individuos implicados emplean (y por tanto desarrollan) todas sus capacidades, particularmente las mentales. La jerarquía, en cambio, sustituye las actividades y pensamientos de unos cuantos por las actividades y pensamientos de todos los individuos implicados. Así, más que desarrollar sus capacidades plenamente, la jerarquía margina la mayoria y asegura que su desarrollo sea capado (ver también la sección B.1).

Es por esta razón por la que los anarquistas se oponen tanto al capitalismo como al estatismo. Como el anarquista francés Sebastien Faure apunto, la autoridad "se viste de dos maneras diferentes: la forma politica, que es el Estado; y la forma económica, que es la propiedad privada." (citado por Peter Marshall, Demanding the Imposible, p. 43) El capitalismo, al igual que el estado, esta basado en la autoridad centralizada (es decir, del jefe sobre el trabajador), con el único proposito de mantener la gestión del trabajo alejada de las manos de aquellos que lo hacen. Esto es "que la seria, final y completa liberación de los trabajadores es posible solo bajo una condición: la apropiación del capital, es decir, del materia bruto y de todas las herramientas del trabajo, incluyendo la tierra, por todos los trabajadores." (Mijaíl Bakunin, citado por Rudolf Rocker, Op. Cit., p. 50]

Por lo tanto, como defiende Noam Chomsky, un "anarquista consistente debe oponerse a la propiedad privada de los medios de producción y al esclavismo salarial que es un componente de este sistema, pues es incompatible con el principio de que el trabajo debe estar asumido libremente y bajo el control del productor." [Apuntes sobre el Anarquismo, For Reasons of State, p. 158]

Así pues, para los anarquistas la libertad quiere decir una sociedad no autoritaria en la cual individuos y grupos practican la autogestión, es decir se gobiernan ellos mismos. Las consecuencias de esto son importantes. Primero, implica que una sociedad anarquista no será coercitiva, es decir, una sociedad donde la violencia o la amenaza de la violencia no será usada para "convencer" al individuo a hacer nada. Segundo, que los anarquistas apoyan firmemente la soberanía individual, y que, a razón de este apoyo, también se oponen a las instituciones basadas en la autoridad coercitiva, es decir, la jerarquía. Y finalmente, ello implica que la oposición anarquista al "gobierno" quiere decir solamente que se oponen a las organizaciones centralizadas, jerárquicas, burocráticas, o sea, el gobierno. No se oponen al auto-gobierno a través de confederaciones de organizaciones descentralizadas, de base, en tanto que estas se basan en la democracia directa no en la delegación del poder a "representantes" (ver la sección A.2.9 para más información de la organización anarquista). La autoridad es lo opuesto a la libertad, y de ahí que cualquier forma de organización basada en la delegación del poder es una amenaza a la libertad y a la dignidad del pueblo sometido a ese poder.

Los anarquistas consideran la libertad como el único entorno social dentro del cual la dignidad humana y la diversidad pueden florecer. Bajo el capitalismo y el estatismo, por el contrario, no hay libertad para la mayoría, ya que la propiedad privada y la jerarquía aseguran que la inclinación y el juicio de la mayoría de los individuos estarán subordinados a la voluntad del patrón, restringiendo gravemente su libertad e imposibilitando "el completo desarrollo de las capacidades materiales, intelectuales y morales latentes en cada uno de nosotros" (Mijaíl Bakunin, Bakunin on Anarchism, p. 261).

(Ver la sección B para una discusión más en profundidad de la naturaleza jerarquica y autoritaria del capitalismo y el estatismo).

¿Por qué la mayoría de los anarquistas son ateos?[edit]

Es un hecho que la mayor parte de los anarquistas son ateos. Rechazan la idea de un dios y se oponen a toda forma de religión, particularmente la organizada. Hoy en día, en las naciones seculares de Europa oriental, la religión ha perdido la predominancia que antes tenía en la sociedad. Esto suele hacer que el ateísmo militante del anarquismo parezca extraño. Sin embargo, en cuanto se comprende el rol negativo de la religión, la importancia del ateísmo libertario se torna evidente. Es debido al rol de la religión y sus instituciones que los anarquistas se han empeñado en refutar la idea de religión así como en hacerle contrapropaganda.

¿Por qué es que los anarquistas adoptan el ateísmo? La respuesta más simple es que el ateísmo propio de los anarquistas es una extensión lógica de sus ideas. Si el anarquismo es el rechazo a la autoridad ilegítima, se sigue que es el rechazo a la llamada Autoridad Suprema, Dios. El anarquismo se funda en la razón, la lógica y el pensamiento científico, no en el pensamiento religioso. Los anarquistas tienden a ser escépticos, no creyentes. La mayoría de los anarquistas consideran que la Iglesia está impregnada de hipocresía y que la Biblia no es más que una obra de ficción, repleta de contradicciones, absurdos y horrores. Su rebajamiento de la mujer es notorio, y su sexismo infame. A los hombres apenas se les trata mejor. Es ninguna parte de la biblia se le reconoce al ser humano derechos innatos a la vida, a la libertad, la felicidad, dignidad, justicia o autonomía. En la biblia los humanos son pecadores, gusanos y esclavos (en sentido figurado y literal, ya que perdona la esclavitud). Dios tiene todos los derechos, la humanidad no es nada.

Esto no es nuevo dada la naturaleza de la religión. Como ya lo había expresado Bakunin:

’’La idea de Dios implica la abdicación de la razón humana y la justicia; es la negación más decisiva de la libertad humana, y necesariamente acaba en la esclavización del ser humano, en la teoría y en la práctica.’’’

Entonces, a menos que deseemos la esclavización del ser humano… no podemos, no debemos hacer la más ligera concesión ni al Dios teológico ni al Dios metafísico. Él, quien en su alfabeto místico comienza con la A, ineludiblemente terminará en la Z; aquél que rinde culto a Dios no debe alojar ilusiones pueriles acerca de la materia, sino renunciar valientemente a su libertad y humanidad.

Si Dios existe, el hombre es un esclavo; mas el hombre puede y debe ser libre; luego, Dios no existe



Entonces, para la mayoría de los anarquistas el ateísmo es necesario debido a la naturaleza de la religión. ‘’“Proclamar como divino a todo lo que es grande, justo, noble y bello en la humanidad”’’, arguye Bakunin, ‘’“es admitir tácitamente que la humanidad es incapaz de haberlo producido –o sea que, abandonada a sí misma, su propia naturaleza es miserable, inicua, básica y fea. Así es como volvemos a la esencia de toda religión –en otras palabras, al menosprecio de la humanidad para la mayor gloria de la divinidad.”’’ Como tal, para hacer justicia a nuestra humanidad y al potencial que posee, los anarquistas afirman que debemos deshacernos del perjudicial mito de dios y todas sus exigencias y así, en nombre de ‘’“la libertad, la dignidad y la prosperidad humana, creemos que nuestro deber es recuperar los bueno que nos ha arrebatado el cielo para devolverlo a la tierra.”’’ [‘’’Op. Cit.’’’, p. 37 y p. 36]

Además del degradamiento teórico de la humanidad y su libertad, la religión conlleva otros problemas, más prácticos, desde el punto de vista del anarquismo. En primer lugar, las religiones han sido fuente de desigualdad y opresión. El cristianismo (así como el Islam), por ejemplo, siempre ha constituido una fuerza represiva ya que inhibe cualquier clase de agitación política o social (la creencia en una relación directa con dios es un camino seguro hacia la creación de una sociedad autoritaria). La Iglesia ha sido una fuerza de represión, genocidio y ha justificado tiranías por casi dos milenios. Una vez que vio la oportunidad, comenzó a gobernar tan cruelmente como cualquier monarca o dictador. Y esto es común:

Como Dios es todo, el mundo real y el hombre se reducen a nada. Como Dios es verdad, justicia, bondad, belleza, poder y vida, el hombre es falsedad, iniquidad, maldad, fealdad, impotencia y muerte. Como Dios es amo, el hombre es su esclavo. Incapaz de hallar justicia, verdad y vida eterna por sí mismo, sólo puede acceder a ellas vía revelación divina. Pero al hablar de revelación, hablamos también de reveladores, mesías, profetas, sacerdotes y legisladores inspirados por Dios en persona; y éstos, como instructores sagrados de la humanidad, elegidos personalmente por Dios para encaminarla hacia la salvación, necesariamente ejercen poder absoluto. Todos los hombres les deben obediencia pasiva e ilimitada; porque contra la razón divina no existe razón humana, y ante la justicia de Dios, no hay justicia terrenal que aguante.



El cristianismo sólo se vuelve tolerante y pacífico al verse impotente, y aun después siguió cumpliendo el papel de apologeta de los poderosos. Ésta es la segunda razón por la cual los anarquistas se oponen a la iglesia, ya que al no ser fuente de la opresión, la iglesia la ha justificado y garantizado su continuidad. Ha mantenido a la clase trabajadora bajo el yugo por generaciones sancionando el gobierno de las autoridades terrenales y enseñando a los trabajadores que es incorrecto luchar contra ellas. Los gobernantes terrenales han recibido su legitimación de manos del señor de los cielos, sea ésta política (aduciendo que los gobernantes están en el poder por voluntad divina) o económica (siendo la riqueza un premio de dios). La biblia alaba la obediencia, exaltándola como una gran virtud. Las innovaciones más recientes también han contribuido a la subyugación de los trabajadores.

Como se ha podido observar, la religión ha servido para fomentar los intereses de los poderosos casi a lo largo de toda la historia. Condiciona a los oprimidos a aceptar su lugar en el mundo, impulsándolos a ser mansos y a esperar su premio en el cielo. Como criticaba Emma Goldman, el cristianismo (como la religión en general) ‘’“no contiene nada que amenace el régimen de la autoridad y la riqueza; representa la auto-negacion y la auto-abnegación, el dolor y el arrepentimiento, y es absolutamente inerte frente a cualquier [in]dignidad, cualquier ultraje impuesto a la humanidad.”’’ [‘’’Red Emma Speaks’’’, p. 234]

En tercer lugar, la religión siempre ha constituido una fuerza conservadora en la sociedad. Esto no es nuevo ya que no se basa en la investigación y el análisis del mundo real sino en la reiteración de las verdades reveladas desde el cielo y escritas en unos libros sagrados. El teísmo es entonces ‘’“la teoría de la especulación”’’ mientras que el ateísmo es ‘’”la ciencia de la demostración.”’’ La primera ‘’”pende de las nubes metafísicas del Más Allá, mientras la otra hunde sus raíces en el suelo firmemente. Es la tierra, y no el cielo, lo que el hombre debe rescatar si de veras desea salvarse.”’’ El ateísmo, por lo tanto, ‘’”expresa la expansión y el crecimiento de la mente humana”’’ mientras que el teísmo ‘’”es estático y fijo.”’’ Es ‘’”al absolutismo del teísmo, a su perniciosa influencia sobre la humanidad, a su efecto paralizante sobre el pensamiento y la acción a lo que se oponen el Ateísmo con todas sus fuerzas.” [Emma Goldman, ‘’’Op. Cit.’’’, p. 243, p. 245 y pp. 246-7]




As the Bible says, "By their fruits shall ye know them." We anarchists agree but unlike the church we apply this truth to religion as well. That is why we are, in the main, atheists. We recognise the destructive role played by the Church, and the harmful effects of organised monotheism, particularly Christianity, on people. As Goldman summaries, religion "is the conspiracy of ignorance against reason, of darkness against light, of submission and slavery against independence and freedom; of the denial of strength and beauty, against the affirmation of the joy and glory of life." [Op. Cit., p. 240]

So, given the fruits of the Church, anarchists argue that it is time to uproot it and plant new trees, the trees of reason and liberty. That said, anarchists do not deny that religions contain important ethical ideas or truths. Moreover, religions can be the base for strong and loving communities and groups. They can offer a sanctuary from the alienation and oppression of everyday life and offer a guide to action in a world where everything is for sale. Many aspects of, say, Jesus' or Buddha's life and teachings are inspiring and worth following. If this were not the case, if religions were simply a tool of the powerful, they would have long ago been rejected. Rather, they have a dual-nature in that contain both ideas necessary to live a good life as well as apologetics for power. If they did not, the oppressed would not believe and the powerful would suppress them as dangerous heresies.

And, indeed, repression has been the fate of any group that has preached a radical message. In the middle ages numerous revolutionary Christian movements and sects were crushed by the earthly powers that be with the firm support of the mainstream church. During the Spanish Civil War the Catholic church supported Franco's fascists, denouncing the killing of pro-Franco priests by supporters of the republic while remaining silent about Franco's murder of Basque priests who had supported the democratically elected government (Pope John Paul II is seeking to turn the dead pro-Franco priests into saints while the pro-Republican priests remain unmentioned). The Archbishop of El Salvador, Oscar Arnulfo Romero, started out as a conservative but after seeing the way in which the political and economic powers were exploiting the people became their outspoken champion. He was assassinated by right-wing paramilitaries in 1980 because of this, a fate which has befallen many other supporters of liberation theology, a radical interpretation of the Gospels which tries to reconcile socialist ideas and Christian social thinking.

Nor does the anarchist case against religion imply that religious people do not take part in social struggles to improve society. Far from it. Religious people, including members of the church hierarchy, played a key role in the US civil rights movement of the 1960s. The religious belief within Zapata's army of peasants during the Mexican revolution did not stop anarchists taking part in it (indeed, it had already been heavily influenced by the ideas of anarchist militant Ricardo Flores Magon). It is the dual-nature of religion which explains why many popular movements and revolts (particularly by peasants) have used the rhetoric of religion, seeking to keep the good aspects of their faith will fighting the earthly injustice its official representatives sanctify. For anarchists, it is the willingness to fight against injustice which counts, not whether someone believes in god or not. We just think that the social role of religion is to dampen down revolt, not encourage it. The tiny number of radical priests compared to those in the mainstream or on the right suggests the validity of our analysis. It should be stressed that anarchists, while overwhelmingly hostile to the idea of the Church and an established religion, do not object to people practising religious belief on their own or in groups, so long as that practice doesn't impinge on the liberties of others. For example, a cult that required human sacrifice or slavery would be antithetical to anarchist ideas, and would be opposed. But peaceful systems of belief could exist in harmony within in anarchist society. The anarchist view is that religion is a personal matter, above all else -- if people want to believe in something, that's their business, and nobody else's as long as they do not impose those ideas on others. All we can do is discuss their ideas and try and convince them of their errors.

To end, it should noted that we are not suggesting that atheism is somehow mandatory for an anarchist. Far from it. As we discuss in section A.3.7, there are anarchists who do believe in god or some form of religion. For example, Tolstoy combined libertarian ideas with a devote Christian belief. His ideas, along with Proudhon's, influences the Catholic Worker organisation, founded by anarchists Dorothy Day and Peter Maurin in 1933 and still active today. The anarchist activist Starhawk, active in the current anti-globalisation movement, has no problems also being a leading Pagan. However, for most anarchists, their ideas lead them logically to atheism for, as Emma Goldman put it, "in its negation of gods is at the same time the strongest affirmation of man, and through man, the eternal yea to life, purpose, and beauty." [Red Emma Speaks, p. 248]

¿Los anarquistas están a favor de la organización?[edit]

Sí. Sin asociación, una vida verdaderamente humana es imposible. La libertad no puede existir sin sociedad ni organización. Como indica George Barret:

"Para llegar al sentido pleno de la vida debemos cooperar, y para cooperar tenemos que llegar a acuerdos con nuestros semejantes. Suponer que tales acuerdos significan limitaciones a la libertad es en verdad un absurdo; al contrario, son el ejercicio de nuestra libertad.

Si vamos a inventar un dogma sosteniendo que el llegar a acuerdos es dañar la libertad, entonces la libertad se vuelve tiranía inmediatamente, puesto que prohíbe a los hombres los más ordinarios placeres cotidianos. Por ejemplo, yo no puedo ir a pasear con un amigo puesto que va contra el principio de la Libertad si acordamos estar en cierto sitio a cierta hora para reunirnos. No puedo ni siquiera extender mi influencia más allá de mi mismo, porque para hacerlo tengo que cooperar con alguien más, y la cooperación lleva consigo el acuerdo, y eso va contra la libertad. Se verá de inmediato que este argumento es absurdo. Yo no limito mi libertad, simplemente la practico, cuando me pongo de acuerdo con mi amigo para ir de paseo.

Si, por otro lado, decido debido a mis mayores conocimientos que es bueno para mi amigo hacer ejercicio, y por eso intento obligarle a dar un paseo, entonces yo comienzo a limitar la libertad. Esta es la diferencia entre un acuerdo libre y un gobierno."



En cuanto a la organización, los anarquistas piensan que "lejos de crear autoridad, es la única cura para ella y el único medio por el cual cada uno de nosotros se acostumbrará a tomar parte activa y consciente en el trabajo colectivo, y cesará de ser un instrumento pasivo en manos de los dirigentes" (Errico Malatesta, vida e ideas). Así los anarquistas son conscientes de la necesidad de organizarse de una forma estructurada y abierta. Como señala Carole Ehrlich, aunque los anarquistas "no se oponen a la estructuración" y simplemente "quieren abolir la estructura jerarquica" están "casi siempre estereotipados como que no quieren ninguna estructura." Esto no es así, para "organizaciones que se construyen con responsabilidad, la difusión de poder entre el maximo número de personas, rotación de trabajos, compartir las habilidades, y la difusión de la información y los recursos" que estan basadas en "los buenos principios anarquistas de organización!" (Socialismo, Anarquismo y Feminismo, Quiet Rumours: An Anarcha-Feminist Reader, p. 47 y p. 46)

El hecho de que los anarquistas están a favor de la organización puede parecer extraño al principio, pero es comprensible. "Para aquellos con experiencia solo en la organización autoritaria," sostienen dos anarquistas britanicos, "parece que la organización solo puede ser totalitaria o democratica, y que aquellos que no creen en gobiernos deben no creer en ningun tipo de organización. Esto no es así." (Stuart Christie y Albert Meltzer, The Floodgates of Anarchy, p. 122). En otras palabras, como vivimos en una sociedad en la que virtualmente todas las formas de organización son autoritarias, las hace que parezcan como la unica clase de organización posible. Lo que casi nunca se reconoce es que este modo de organización ha sido condicionado históricamente, surgiendo de una clase de sociedad particular - una cuyos motivos principales son la dominación y la explotación. Según los arqueólogos y los antropólogos, este tipo de sociedad sólo lleva en existencia unos 5.000 años, habiendo aparecido con los primeros estados primitivos basados en la conquista y la esclavitud, en los que el trabajo de los esclavos creo un excedente que mantuvo a la clase dominante.

Anteriormente, durante cientos de miles de años, las sociedades humanas y proto-humanas eran lo que Murray Bookchin llama "orgánicas", es decir, basadas en formas cooperativas de actividad económica involucrando el apoyo mutuo, el libre acceso a los recursos de producción y el compartimiento de los frutos de la labor comunal de acuerdo con las necesidades de cada uno. Aunque tales sociedades probablemente tenían rangos basados en la edad, no había jerarquías en el sentido de relaciones de dominio-subordinación institucionalizadas, impuestas por sanciones coercitivas resultantes en la estratificación de clases y suponiendo la explotación económica de una clase por otra (ver Murray Bookchin, La Ecología De La Libertad).

Hay que notar, sin embargo, que los anarquistas no abogan por un retorno a la "edad de piedra". Simplemente apuntamos que puesto que el modo de organización jerárquico-autoritario es un desarrollo relativamente reciente en el curso de la evolución social humana, no hay razón para suponer que de alguna forma está "destinado" a ser permanente. No creemos que los seres humanos estén genéticamente "programados" para una conducta autoritaria, competitiva y agresiva, al no haber pruebas convincentes que apoyen esta premisa. Al contrario, tal conducta esta condicionada socialmente, o aprendida, y como tal, puede ser desaprendida (ver Ashley Montagu, La Naturaleza De La Agresión Humana). No somos ni fatalistas ni deterministas genéticos, sino que creemos en el libre albedrío, que significa que la gente puede cambiar la manera de hacer las cosas, incluyendo la forma en que organizan la sociedad.

No cabe duda que la sociedad necesita ser organizada mejor, puesto que en el presente la mayor parte de la riqueza - que es producida por la mayoría - y el poder están distribuidos entre una pequeña minoría elitista en la cumbre de la pirámide social, causando privaciones y sufrimientos a los demás, particularmente a los que están en lo más bajo. De esta manera, ya que esta elite controla los medios de coerción a través de su control del estado (ver sección B.2.3), puede así someter a la mayoría e ignorar sus sufrimientos - un fenómeno que ocurre a menor escala en todas las jerarquías. No es de extrañar, pues, que la gente en las estructuras autoritarias y centralizadas lleguen a odiar a esas elites como una negación de su libertad. Alexander Berkman dice:

"Cualquiera que te diga que los Anarquistas no creen en la organización esta diciendo tonterias. La vida entera es organización, sea consciente o inconsciente (...) Pero hay organización y organización. La sociedad capitalista esta tan mal organizada que sus diversos miembros sufren: Tal como cuando tienes un dolor en alguna parte de ti, todo tu cuerpo te duele y tu estas enfermo (...), ni un solo miembro de la organización o el sindicato puede con impunidad ser discriminado, ahogado o ignorado. Hacerlo sería lo mismo que ignorar un dolor de muelas: enfermarías del todo."



Hasta ahora esto es lo que sucede precisamente en la sociedad capitalista, con el resultado de, efectivamente, "todo enfermo".

Por estas razones, los anarquistas rechazan las forams autoritarias de organización y en cambio apoyan las asociaciones basadas en el libre acuerdo. El libre acuerdo es importante porque, en palabras de Berkman "unicamente cuando cada uno es una unidad libre e independiente, cooperando con otros desde su propia elección por intereses mutuos, puede el mundo trabajar con exito y llegar a ser poderoso." (Op. Cit., p. 199). Como discutimos en la sección A.2.14, los anarquistas hacen hincapie en que el libre acuerdo tiene que ser complementado con la democracia directa (o, como es denominado normalmente por los anarquistas, la autogestión) dentro de la asociación de lo contrario la "libertad" sera poco más que elegir señores.

La organización anarquista esta basada en una masiva descentralización de poder recuperada por las manos del pueblo, es decir por aquellos que directamente son afectados por las decisiones que se toman. Citando a Proudhon:

"A menos que la democracía sea un fraude y la soberanía del Pueblo un chiste, debe ser admitido que cada ciudadano en la esfera de su industria, cada consejo provincial, de distrito, municipal dentro de su propio territorio (...) deber actuar directamente y por si mismo administrando los intereses que le incumban, y deberia ejercer plena soberanía en relación a ellos."



También implica una necesidad de federalismo para coordinar intereses colectivos. Para el anarquismo, el federalismo es el complemento natural de la autogestión. Con la abolición del Estado, la sociedad "puede y debe, organizarse de una forma diferente, pero no de arriba a abajo (...) La futura organización social debe estar hecha enteramente desde abajo hacia arriba, por la libre asociación o federación de trabajadores, primeramente en sus sindicatos, después en comunas, regiones, naciones y finalmente en una gran federación, internacional y universal. Solo entonces sera realizado el verdadero y vigorizante estado de libertad y bien común, que lo ordena, lejos de denegarla, por el contrario afirma y armoniza los intereses de los individuos y de la sociedad." (Bakunin, Mijail Bakunin: Selected Writings, pp. 205-206) Porque una "organización verdaderamente popular comienza (...) desde abajo" y "el federalismo se convierte en una institución politica del Socialismo, la libre y espontanea organización de la vida popular." Así el socialismo libertario "es federalista en esencia". (Bakunin, The Political Philosophy of Bakunin, pp. 273-274 y p. 272)

Por tanto, la organización anarquista esta basada en la democracía directa (o la autogestión) y el federalismo (o confederación). Son la expresión y el entorno de la libertad. La democracia directa (o participativa) es esencial porque la libertad e igualdad implican la necesidad de foros en los que la gente puede discutir y debatir como iguales y en los que se permite el libre ejercicio de lo que Murray Bookchin llama "el creativo papel del disidente." El federalimo es necesario para asegurar que los intereses comunes son discutidos y la actividad colectiva se organiza de forma que refleje los deseos de todos aquellos que esten afectados. Para asegurar que las decisiones fluyen de abajo a arriba en lugar de ser impuestas de arriba a abajo por unos pocos gobernantes.

Las ideas anarquistas sobre la organización libertaria y la necesidad de la democracia directa y la confederación serán tratadas más adelante en la sección A.2.9 y la sección A.2.11

¿Los anarquistas están a favor de la libertad "absoluta"?[edit]

No. Los anarquistas no creen que cada cual pueda hacer "lo que le de la gana", ya que ciertas acciones invariablemente traen consigo la negación de la libertad de otros.

Por ejemplo, los anarquistas no apoyan la "libertad" de violar, explotar, u obligar a los demás. Tampoco toleramos la autoridad. Al contrario, puesto que la autoridad es un atentado contra la libertad, la igualdad y la solidaridad, (sin mencionar la dignidad humana), los anarquistas reconocen la necesidad de resistirla y derrocarla.

El ejercicio de la autoridad no es libertad. Nadie tiene "derecho" a mandar a los demás. Como señala Malatesta, el anarquismo apoya "la libertad para todos (...) con el único límite de la misma libertad para los demás; que no significa (...) que reconozcamos, ni deseemos respetar, la «libertad» para explotar, oprimir, mandar, lo cual es opresión y ciertamente no es libertad." (Errico Malatesta, Vida E Ideas, p. 53).

En la sociedad capitalista, la resistencia a todas las formas de autoridad jerárquica es la caracteristica de la persona libre -- ya sea en lo privado (el patrón) o en lo publico (el Estado). Como dijo Henry David Thoreau en su ensayo "Civil Disobedience" (1847)

"La desobediencia es la verdadera base de la libertad. Los obedientes son por fuerza esclavos."


"La libertad termina donde empiezan los derechos del otro."



¿Por qué los anarquistas estan a favor de la igualdad?[edit]

Como decíamos más arriba, los anarquistas están dedicados a la igualdad social porque sólo en este contexto puede florecer la libertad individual. Sin embargo, se han escrito muchas tonterías acerca de la "igualdad", y mucho de lo que comúnmente se cree acerca de ella es realmente extraño. Antes de discutir lo que los anarquistas quieren decir por igualdad, debemos apuntar lo que no queremos decir.

Los anarquistas no creen en la "igualdad de dotación", que no solamente no existe, sino que sería muy indeseable si se pudiese lograr. Cada uno es único. Las diferencias humanas determinadas biológicamente no sólo existen, sino que son "motivo de regocijo, no de miedo ni pesar". ¿Por qué? Porque "la vida entre clones no valdría la pena, y la persona cabal sentirá sólo alegría al ver que otros tienen habilidades diferentes a las suyas." (Noam Chomsky, Marxism, Anarchism, and Alternative Futures, p. 782)

Que algunos sugieran seriamente que los anarquistas al decir "igualdad" quieran decir que todo el mundo debe ser idéntico es un triste reflejo del estado de la cultura intelectual de hoy y de la corrupción de palabras - corrupción que se usa para desviar la atención lejos de un sistema injusto y autoritario y apartar a la gente hacia discusiones de biología. "La singularidad de uno mismo no contradice de ninguna forma el principio de igualdad," apunto Erich Fromm, "La tesis de que los hombres han nacido iguales implica que comparten las mismas caracteristicas humanas fundamentales, que comparten el mismo destino basico del ser humano, que todos tienen las mismas reclamaciones inalienables de libertad y felicidad. Además significa que su relacion es solidaria, no de dominación-sumisión. Que el concepto de igualdad no quiere decir que todos los hombres sean identicos." (The Fear of Freedom, p. 228). Así deberia ser más imparcial decir que los anarquistas buscan la igualdad porque reconocemos que todo el mundo es diferente y consequentemente, buscamos la plena afirmación y desarrollo de esa singularidad.

Tampoco están los anarquistas a favor de la llamada "igualdad de resultados". No tenemos deseos de vivir en una sociedad donde todo el mundo recibe los mismos bienes, vive en el mismo tipo de casa, lleva el mismo uniforme etc. Parte del motivo de la rebelión anarquista contra el capitalismo y el estatismo es la estandarización de tan gran parte de la vida (ver The McDonaldisation(?) Of Society de George Reitzer sobre por que el capitalismo conduce a la estandarización y al conformismo). En palabras de Alexander Berkman:

"El espiritu de la autoridad, de la ley, escrita y no escrita, tradición y fuerza de costumbre nos lleva a una arboleda común y hace a los hombres [o mujeres] automatas sin voluntad sin independencia o individualidad (...) Todos nosotros somos sus victimas, y solo aquellos excepcionalmente fuertes tienen exito en romper sus cadenas, y sólo parcialmente."



Los anarchistas, por tanto, tienen poco deseo de hacer esta "arboleda comun" todavía más profunda. Más bien, deseamos destruirla y a toda relacion o institución social que la crea en primer lugar.

La "igualdad de resultados" sólo puede ser establecida y mantenida a la fuerza, lo cual no sería igualdad en todo caso, puesto que algunos tendrían mas poder que otros!. La "Igualdad de resultados" es particularmente detestada por los anarquistas, ya que reconocemos que cada individuo tiene diferentes necesidades, habilidades, deseos e intereses. Obligar a todos a consumir lo mismo seria una tiranía. Es obvio pues, que si una persona necesita tratamiento médico y otra no, las dos no recibirán "el mismo" cuidado médico. Lo mismo pasa con otras necesidades humanas. Como dijo Alexander Berkman:

"la igualdad no significa la misma cantidad sino la misma oportunidad...No cometamos la equivocación de identificar igualdad en libertad con la igualdad forzada de un campo de prisioneros. La verdadera igualdad anarquista implica libertad, no cantidad. No quiere decir que todos deban comer, beber o vestir las mismas cosas, hacer el mismo trabajo, o vivir de la misma forma. Lejos de esto: Lo contrario de hecho.

Las necesidadades y los gustos individuales difieren, como los deseos son distintos. Es una igual oportunidad para satisfacerlos lo que constituye la verdadera igualdad.

lejos de nivelar, la igualdad abre la puerta para la mayor variedad posible de actividades y desarrollos. Dado que el caracter humano es diverso (...) La libre oportunidad de expresar y exteriorizar tu individualidad significa el desarrollo de las diferencias y variaciones naturales."



Para los anarquistas, los "conceptos" de "igualdad" como "igualdad de resultados" o "igualdad de dotacion" no tienen sentido. Sin embargo, en una sociedad jerarquica, la "igualdad de oportunidad" y la "igualdad de resultados" estan relacionadas. Bajo el capitalismo, por ejemplo, las oportunidades que cada generación encara son dependientes de los resultados de las anteriores. Esto quiere decir que bajo el capitalismo la "igualdad de oportunidades" sin una dura "igualdad de resultados" (en el sentido de ganancias y recursos) no tiene sentido, tal que no hay una real igualdad de oportunidades entre el millonario y el barrendero. Aquellos que defienden la "igualdad de oportunidades" mientras ignoran las barreras creadas por los resultados anteriores indican que no saben de lo que estan hablando - la oportunidad en una sociedad jerarquica depende no solo de un camino abierto sino también del mismo punto de partida. De este hecho obvio nace el error de que los anarquistas desean la "igualdad de resultados" - sino que se aplica a un sistema jerarquico, en una sociedad libre este no deberia ser el caso (como veremos).

La igualdad, en la teoría anarquista, no significa negar la diversidad o sigularidad individuales. Como observa Bakunin:

"una vez que la igualdad haya triunfado y esté bien establecida, ¿no habrá ya ninguna diferencia en talentos y en grados de aplicación de individuos diferentes? Habrán diferencias, no tantas como existen hoy, quizás, pero siempre habrán diferencias. Esto es una verdad proverbial que probablemente nunca dejara de ser verdad. Cuanto más sobre los hombres, siendo los hombres criaturas mucho más complicadas que las hojas. Pero tal diversidad, lejos de constituir una aflicción es ... uno de las ventajas de la humanidad. Gracias a ella, la raza humana es un todo colectivo donde cada ser humano complementa al resto y necesita de ellos; pues esta variación infinita en los seres humanos es la verdadera causa y la base principal de su solidaridad. Es un argumento muy importante a favor de la igualdad."



Para los anarquistas, igualdad quiere decir igualdad social, o, usando un termino de Murray Bookchin, la "igualdad de desiguales" (del mismo modo que Malatesta uso el termino igualdad de condiciones para expresar la misma idea). Con esto quiere decir que una sociedad anarquista reconoce las diferencias en las necesidades y capacidades de los individuos pero no permite que estas diferencias se conviertan en poder. Las diferencias individuales en otras palabras, "no tendrían consecuencias, porque la desigualdad de hecho esta perdida en la colectividad cuando no puede aferrarse a alguna institución o ficción legal." (Mijaíl Bakunin, Dios y el Estado)

Si las relaciones sociales jerárquicas, y las fuerzas que las crean, son abolidas a favor de aquellas que fomentan la participación y están basadas en el principio de "una persona, un voto" entonces las diferencias naturales no serían capaces de ser convertidas en poder jerarquico. Por ejemplo, sin los derechos a la propiedad capitalista no habria medios por los que una minoria podría monopolizar los medios de vida (la maquinaria y la tierra) y enriquecerse a si mismo por el trabajo de otros por medio del sistema de salarios y la usura (beneficios, renta e interes) De forma similar, si los trabajadores gestionan su propio trabajo, no hay clase capitalista que crezca rica de su trabajo. Así Proudhon:

"Ahora, ¿cual puede ser el origen de la desigualdad?."



"Como vemos... ese origen es la realización dentro de la sociedad de esta triple abstracción: capital, trabajo y talento."



"Es porque la sociedad se ha dividido a si misma en tres categorías de ciudadanos correspondientes a los tres terminos de la formula... por lo que las distinciones de castas han llevado siempre a que la mitad de la raza humana esclaviza a la otra... el socialismo consiste en reducir la formula aristocratica de capital-trabajo-talento en la formula más simple de trabajo!...de acuerdo a hacer que cada ciudadano simultanea, igualmente y en la misma extensión capitalista, trabajador y experto o artista."



Como todos los anarquistas, Proudhon vio esta integración de funciones como la clave de la igualdad y la libertad y propone la autogestión como el medio para conseguirla. Asi la autogestión es la clave para la igualdad social. La igualdad social en el trabajo, por ejemplo, quiere decir que cada uno tiene la misma voz en las decisiones acerca de cómo se desarrolla y se altera el trabajo. Los anarquistas creen firmemente en la máxima "aquello que afecta a todos es decidido por todos".

Esto no quiere decir, por supuesto, que la pericia sea ignorada o que todo el mundo lo decida todo. En lo tocante a la pericia, diferentes personas tienen diferentes intereses, talentos, habilidades, así pues es obvio que quieran estudiar diferentes cosas y hacer diferentes clases de trabajo. También es obvio que cuando una persona está enferma consulta con un médico - un experto - que gestiona su propio trabajo sin tener que ser dirigido por un comité. Sentimos tener que sacar a relucir estas cuestiones, pero cada vez que los tópicos de la igualdad social y la autogestión de los trabajadores salen, hay gente que empieza a decir disparates. ¡Es de sentido común que un hospital gestionado de una manera socialmente igualitaria, no pondrá personal no médico a votar sobre como los doctores deben de hacer una operación!. De hecho, la igualdad social y la libertad individual son inseparables. Sin la autogestión colectiva de las decisiones que afectan a un grupo (igualdad) para complementar la autogestión individual de las decisiones que afectan al individuo (libertad), una sociedad libre es imposible. Sin ambas, algunos tendrán poder sobre otros, tomando decisiones por ellos (es decir gobernándolos), y de esa manera algunos serán más libres que otros. Lo que implica, sólo para exponer lo obvio, que los anarquistas buscan la igualdad en todos los aspectos de la vida, no solo en terminos de riqueza. Los anarquistas "piden para cada persona no solo su parte de la riqueza de la sociedad sino también su porción de poder social." (Malatesta y Hamon, No Gods, No Masters, vol. 2, p. 20). Así la autogestión es necesaria para asegurar tanto la libertad como la igualdad.

La igualdad social es requerida por los individuos tanto para expresarse como para gobernarse, por lo que la autogestión quiere decir que "la gente trabaja en relaciones de tú a tú con sus compañeros para llevar la singularidad de su propia perspectiva a la responsabilidad de resolver los problemas comunes y alcanzar las metas comunes." (George Benello, From the Ground Up, p. 160) Así la igualdad permite la expresión de la individualidad y es una base necesaria para la libertad individual.

La sección F.3 ("¿Por qué los 'anarco-capitalistas' valoran en poco o no valoran la 'igualdad'?") trata las ideas anarquistas sobre la igualdad en más detalle. El ensayo "Igualdad" de Noam Chomsky (contenido en The Chomsky Reader) es un buen resumen de las ideas libertarias en este asunto

¿Por qué la solidaridad es importante para los anarquistas?[edit]

La solidaridad, o el apoyo mutuo, es una idea clave del anarquismo. Es el lazo de unión entre el individuo y la sociedad, el medio a través del cual los individuos trabajan juntos para satisfacer sus intereses comunes dentro de un entorno que apoya y nutre la libertad y la igualdad. Para los anarquistas, el apoyo mutuo es un rasgo fundamental de la vida humana, una fuente de fuerza y felicidad y un requisito fundamental para una plena existencia humana.

Erich Fromm, famoso psicólogo y humanista socialista, dice que "el deseo humano de practicar la unión con los demás tiene sus raíces en las condiciones específicas de existencia que caracteriza la especie humana y es uno de los más fuertes móviles de la conducta humana." (To Be or To Have, p. 107)

Por lo tanto los anarquistas consideran el deseo de formar "uniones" (usando el termino de Max Stirner) con otros como una necesidad natural. Estas uniones, o asociaciones, deben ser basadas en la igualdad y la individualidad para que sean totalmente satisfactorias para aquellos que las componen - es decir deben estar organizadas de manera anarquista, es decir, voluntarias, descentralizadas y no jerárquicas.

La solidaridad - la cooperación entre individuos - es necesaria para la vida y está lejos de ser una negación de la libertad. La solidaridad, observo Errico Malatesta, "es el único entorno en que que el Hombre puede expresar su personalidad y alcanzar su desarrollo óptimo y disfrutar del mayor bienestar posible." Esta "llegada juntos de los individuos para el bienestar de todos, y de todos para el bienestar de cada uno," resulta en "la libertad de cada uno de no ser limitado, sino complementado por - es más encontrando la razón de ser necesaria en - la libertad de los demás." (Anarchy, p. 29) En otras palabras, la solidaridad y cooperación consideran a todos como iguales, rehusando tratar a los otros como medios para un fin y creando relaciones que apoyan la libertad para todos en lugar de unos pocos dominando a la mayoría. Emma Goldman reiteró este asunto, citando "Qué resultados maravillosos ha logrado esta singular fuerza de la individualidad humana cuando se fortalece con la cooperación con otros individuos (...) la cooperación - en contraposición a las luchas intestinas y la disensión - ha funcionado a favor de la supervivencia y la evolución de las especies (...) Sólo el apoyo mutuo y la cooperación voluntaria (...) pueden crear las bases de una vida individual y asociativa libre" (Habla Emma La Roja, p.95).

La solidaridad quiere decir asociarse juntos como iguales para satisfacer necesidades e intereses comunes. Las formas de asociación que no están basadas en la solidaridad (aquellas basadas en la desigualdad) aplastarán la individualidad de los que están sujetos a ellas. Como indica Ret Marut, la libertad necesita de la solidaridad, en reconocimiento de intereses comunes:

"El mas noble, puro y verdadero amor de la humanidad es el amarse a sí mismo. !Yo quiero ser libre!, !Yo quiero ser feliz! Yo quiero disfrutar de todas las cosas bellas del mundo. Pero mi libertad está asegurada solamente cuando los demás a mi alrededor son libres. Yo sólo puedo ser feliz cuando la gente alrededor mío es feliz. Yo sólo puedo estar alegre cuando la gente que veo y conozco ven el mundo con ojos llenos de alegría. Y sólo entonces puedo llenar mi copa de pura felicidad cuando estoy seguro en el conocimiento de que los demás, también, pueden llenar su copa igual que yo. Y por esta razón, es una cuestión de mi propia satisfacción, sólo de mi propio yo, cuando me sublevo contra todo peligro que amenaza my libertad y mi felicidad (...)"



Practicar la solidaridad quiere decir que reconocemos, al igual que en el slogan de la Industrial Workers of the World, que "una afrenta a uno es una afrenta a todos". La solidaridad por tanto, es el medio para proteger la individualidad y la libertad y por eso es una expresión con interes propio. Como Alfie Kohn señaló:

"cuando pensamos en la cooperación (...) tendemos a asociar el concepto con un idealismo confuso (...) Esto puede venir de confudir cooperación y altruismo (...). La cooperación estructural desafia la dicotomia normal egoismo/altruismo. Establece las cosas de forma que ayudandote estoy ayudandome al mismo tiempo. Incluso si mi motivo inicialmente puede haber sido egoísta, nuestros destinos ahora estan enlazados. Nos hundimos o flotamos juntos. La cooperación es una astuta y altamente exitosa estrategía - una elección pragmática que sirve para obtener cosas hechas en el trabajo y en la escuela incluso más efectivamente que lo que se hace en competición. Hay también una buena evidencia de que la cooperación es más conductiva para la salud sicológica y para gustar uno al otro."



Bajo una sociedad jerárquica, la solidaridad es importante no solo por la satisfacción que nos da, sino también porque es necesaria para resistir a los que están en el poder. Las palabras de Malatesta son importantes aqui:

"las masas oprimidas que nunca se han resignado completamente a la opresión y a la pobreza, y aquellos que (...) muestran sed de justicia, libertad y bienestar, están comenzando a comprender que no seran capaces de conseguir su emacipación excepto por la unión y solidaridad de todos los oprimidos, todos los explotados en cualquier sitio del mundo."



Al estar unidos, aumentamos nuestra fuerza para conseguir lo que queremos. A la larga, organizados en grupos, juntos podremos comenzar a gestionar nuestros propios asuntos colectivos y así reemplazar a los patronos de una vez para siempre. "las uniones (...) multiplicarán los medios del individuo y asegurarán su propiedad amenazada" (Max Stirner, El Unico Y Su Propiedad, p. 258). Actuando con solidaridad, podemos asimismo reemplazar el sistema en vigor por uno más de nuestro agrado: "En la union esta la fuerza." (Alexander Berkman, What is Anarchism?, p. 74)

La solidaridad es pues el medio por el cual podemos obtener y asegurar nuestra propia libertad. Concordamos trabajar juntos para no tener que trabajar para otro. Acordando compartir con los demás aumentamos nuestras opciones para poder disfrutar más, no menos. El apoyo mutuo es en mi propio interés - es decir, yo me doy cuenta de que es ventajoso para mi llegar a acuerdos con los demás basados en el respeto mutuo y la igualdad social; ya que si yo domino a alguien, esto significa que existen las condiciones que permiten el dominio, así pues con toda probabilidad yo también seré dominado algún día.

Según lo ve Max Stirner, la solidaridad es el medio por el cual aseguramos que nuestra libertad es reforzada y defendida contra aquellos en el poder que nos quieren dominar: "¿Entonces tú mismo no cuentas para nada?" pregunta. "¿Estás dispuesto a permitir que cualquiera te haga lo que quiera? Defiéndete y nadie te tocará. Si hay millones de personas detrás de ti, apoyandote, entonces eres una potencia formidable y ganarás sin dificultad" (citado en The End of Anarchism? de Luigi Galleani, p. 79 - traducción diferente en The Ego and Its Own, p. 197).

Por consiguiente, la solidaridad es importante para los anarquistas porque es el medio por el cual la libertad puede ser creada y defendida contra el poder. La solidaridad es fuerza y un producto de nuestra naturaleza de seres sociales. Sin embargo, la solidaridad no debería ser confundida con el "rebañismo" que implica el seguir a un líder pasivamente. Para que sea efectiva, la solidaridad tiene que ser creada por gente libre, cooperando juntos como iguales. El "gran nosotros" no es solidaridad, aunque el deseo de "rebaño" sea un producto de nuestra necesidad de unión y solidaridad. Es una "solidaridad" pervertida por la sociedad jerarquizada, que condiciona a la gente a obedecer a líderes ciegamente.

¿Por qué los anarquistas abogan por la auto-liberación?[edit]

La libertad, por su propia naturaleza, no puede ser concedida. Un individuo no puede ser liberado por otro, sino que debe romper sus propias cadenas a través de su propio esfuerzo. Por supuesto, el esfuerzo propio puede ser parte de una acción colectiva, y en muchos casos así ha de ser para alcanzar sus fines. Como señala Emma Goldman:

"la historia nos dice que cada clase oprimida (o grupo o individuo) alcanzó la verdadera liberación de sus amos por sus propios esfuerzos."



Los anarquistas durante mucho tiempo han argumentado que el pueblo solo puede liberarse a través de sus propias acciones. Los distintos métodos anarquistas propuestos para facilitar este proceso serán discutidos en la sección J ("¿Qué hacen los anarquistas?") y no los discutiremos aquí. No obstante, todos estos métodos se basan en el pueblo organizándose, planteando sus propias agendas, y actuando de formas que los potencie y eliminando su dependencia de líderes que hagan las cosas por ellos. El anarquismo se basa en el pueblo "actuando por si mismo" (haciendo lo que los anarquistas llaman "acción directa" - ver la sección J.2 para entrar más en detalle).

La acción directa tiene un efecto potenciador y liberador sobre aquellos comprometidos con ella. La auto-actividad es el medio por el cual la creatividad, la iniciativa, la imaginación y el pensamiento crítico de los que están sujetos a la autoridad puede desarrollarse. Es el medio a través del cual la sociedad puede cambiar. Como indica Errico Malatesta:

"Entre el hombre y su entorno social hay una acción reciproca. Los hombres hacen de la sociedad lo que es y la sociedad hace de los hombres lo que son, y el resultado es por lo tanto una especie de circulo vicioso (...) Afortunadamente la sociedad existente no ha sido creada por la voluntad inspirada de una clase dominante, que ha logrado reducir a todos sus sujetos a instrumentos pasivos e inconscientes (...) Es el resultado de miles de luchas intestinas, de mil factores humanos y naturales (...)

Desde ahi la posibilidad de progresar (...) Debemos tomar ventaja de todos los medios, todas las posibilidades y las oportunidades que el entorno presente nos permite para actuar con nuestros compañeros (y compañeras) y para desarrollar sus conciencias y sus demandas (...) para reinvidicar e imponer aquellas transformaciones sociales más importantes que sean posibles y que efectivamente sirvan para abrir el camino a posteriores avances (...) Debemos buscar alcanzar a todo el mundo (...) para hacer demandas, imponerlas por si mismo y tomar para si mismo las mejoras y libertades que desee en cuanto alcance el estado de necesitarlas, y el poder para pedirlas (...) debemos empujar a la gente a querer siempre más e incrementar su presión [sobre la elite gobernante], hasta que se consiga la completa emancipación."



La sociedad, mientras moldea a los individuos, es a su vez creada por ellos, a través de sus acciones, pensamientos e ideales. El reto a instituciones que limitan la libertad de uno es mentalmente liberador, ya que pone en marcha el proceso de poner en duda las relaciones autoritarias en general. Este proceso nos da intuición sobre el funcionamiento de la sociedad, alterando nuestra ideas y creando nuevos ideales. Citando otra vez a Emma Goldman : "La verdadera emancipación comienza (...) en el alma de la mujer". Y del hombre también, podemos añadir. Es solamente aquí que podemos "empezar [nuestra] regeneración interna, deshaciéndonos del peso de los prejuicios, las tradiciones y las costumbres" (Op. Cit., p. 142). Pero éste proceso debe ser auto-dirigido, pues como apunta Max Stirner, "el hombre que es puesto en libertad no es más que un liberto ... un perro arrastrando una cadena" (Max Stirner, El Único Y Su Propiedad p. 168). Cambiando el mundo, aunque sea de forma pequeña, nos cambiamos a nosotros mismos.

En una entrevista durante la revolución española, el militante anarquista español Durruti dijo "Llevamos un mundo nuevo en nuestros corazones". Solo la auto-actividad y la auto-liberación nos permite crear tal visión en nuestros corazones y nos da la seguridad para tratar de realizarla en el mundo real.

Los anarquistas, no obstante, no creen que la autoliberación deba esperar el futuro, después de la "revolución gloriosa". Lo personal es político, y dada la naturaleza de la sociedad, según actuemos aquí y ahora tendrá influencia sobre el futuro de nuestra sociedad y nuestras vidas. Por consiguiente, incluso en sociedades preanarquistas los anarquistas tratan de crear, como dijo Bakunin, "no solo las ideas sino también los hechos del futuro mísmo". Podemos hacerlo creando relaciones sociales y organizaciones alternativas, actuando como personas libres en una sociedad no libre. Sólo por medio de nuestras acciones aquí y hoy podemos asentar los cimientos de una sociedad libre. Además, este proceso de autoliberación es continuo:

"Subordinados de todas las clases ejercitan su capacidad para la autoreflexión critica cada dia - esto es así por que sus amos los han frustrado, desbaratado y algunas veces derrocado. Pero a menos que los amos sean derrocados, a menos que los subordinados se metan en actividades politicas, ninguna cantidad de reflexión critica finalizara su sumisión y les traerá la libertad."



Los anarquistas esperan animar estas tendencias en la vida de todos los dias para rechazar, resistir y desbaratar la autoridad y llevarlos a su conclusión lógica - una sociedad de individuos libres, cooperando como iguales en libertad, con asociaciones autogestionadas. Sin este proceso de autoreflexión critica, la resistencia y la autoliberación de una sociedad libre es imposible. Así, para los anarquistas, el anarquismo viene de la natural resistencia de la gente subordinada en esforzarse en actual como individuos libres dentro de un mundo jerarquico. Este proceso de resistencia es llamado por muchos anarquistas "lucha de clases", y más genericamente "lucha social". Es esta resistencia de cada dia a la autoridad (en todas sus formas) y el deseo de libertad el que es la clave de la revolución anarquista. Es por esta razón que "los anarquistas hagan hincapie sobre que la lucha de clases proporciona el unico medio para que los trabajadores [y otros grupos oprimidos] consigan el control sobre su destino." (Marie Louise Berneri, Neither East Nor West, p. 32)

La revolución es un proceso, no un acontecimiento, y cada "acción revolucionaria espontánea" es generalmente el resultado de y está basada en el trabajo paciente de muchos años de organización y educación del pueblo por gentes con ideas "utópicas". El proceso de "crear el nuevo mundo dentro del cascarón del viejo" (usando otra expresión de la IWW) construyendo instituciones y relaciones alternativas, es sólo un componente de lo que debe ser una larga tradición de compromiso y militancia revolucionarios. Malatesta lo puso en claro, "fomentar toda clase de organizaciones populares es la consecuencia lógica de nuestras ideas básicas, y por lo tanto debería ser una parte integral de nuestro programa ... los anarquistas no quieren emancipar al pueblo; queremos que el pueblo se emancipe a sí mismo ..., queremos que la nueva forma de vida surja del pueblo y corresponda a su estado de desarrollo y que avance al paso que ellos avanzan" (Vida E Ideas, p.90).

A menos que un proceso de auto-emancipación tenga lugar, una sociedad libre es imposible. Solo cuando los individuos se liberen a si mismos, tanto materialmente (aboliendo el estado y el capitalismo) como intelectualmente (liberandose a ellos mismos de actitudes sumisas hacia la autoridad), puede una sociedad libre ser posible. No deberiamos olvidar que el poder estatal y capitalista, en una gran parte, es el poder sobre las mentes de aquellos que estan sometidos a él (apoyado, por supuesto, en una considerable fuerza por si la dominación mental falla y la gente comienza a rebelarse y resistir). En efecto, un poder espíritual como las ideas de que la clase goberante domina a la sociead e impregna las mentes de los oprimidos. Mientras que esto se mantenga, la clase trabajadora consentirá la autoridad, la opresión y explotación como condiciones normales de vida. Las mentes sumisas a las doctrinas y a las posiciones de sus amos no pueden esperar ganar la libertad, sino es con la revulta y la lucha. Así los oprimidos deben superar la dominación mental del sistema existente antes de que puedan quitarse su yugo (y, apuntan los anarquistas, la acción directa es el medio de hacer ambas cosas - ver la sección J.2 y la sección J.4). El capitalismo y el estatismo deber ser vencido espiritual y teóricamente antes de ser vencido materialmente (muchos anarquistas llamas a esta liberación mental consciencia de clase - ver la sección B.8.3). Y la auto-liberación a través de la lucha contra la opresión es la única manera de que esto pueda ser realizado. De este modo los anarquistas fomentan (usando un termino de Kropotkin) "el espiritu de la revuelta".

La auto-liberación es un producto de la lucha, de la auto-organización, solidaridad y acción directa. La acción directa es el medio de crear anarquistas, gente libre, y así "los anarquistas han aconsejado siempre tomar una activa parte en estas organizaciones de trabajadores que llevan la lucha directa del Trabajo contra el Capital y su protector, - el Estado. Esto es porque tal lucha (...) mejor que cualquier medio indirecto, permite al trabajador obtener algunas mejoras temporales en las condiciones de trabajo actuales, mientras que les abre sus ojos al mal que es realizado por el Capitalismo y el Estado que le apoya, y despiertan sus pensamientos acerca de la posibilidad de organizar el consumo, la producción y el intercambio sin la intervención del capitalista ni del estado," es decir, que ve la posibilidad de una sociedad libre. Kropotkin, como muchos anarquistas, señala a los movimientos sindicales como un medio de desarrollar las ideas libertarias dentro de la sociedad existente (aunque, como muchos anarquistas, no limitaba la actividad anarquista sólo a ellos). Efectivamente, cualquier movimiento que "permita a los trabajadores [y trabajadoras] realizar su solidaridad y sentir la comunidad de sus intereses... prepara el camino para estas ideas" de comunismo-anarquista, es decir la superación de la dominación espiritual de la sociedad existente dentro de las mentes de los oprimidos." (Evolution and Environment, p. 83 y p. 85).

Para los anarquistas, en palabras de un militante anarquista escocés, la "historia del progreso humano es visto como la historia de la rebelión y la desobediencia, con los individuos rebajados por el servilismo a la autoridad en sus muchas formas y capaces de conservar su dignidad solo a traves de la rebelión y la desobediencia." (Robert Lynn, Not a Life Story, Just a Leaf from It, p. 77) Este es el camino en el que los anarquistas hacen hincapie sobre la auto-liberación (y la auto-organización, auto-gestión y auto-actividad). El pequeño milagro que Bakunin consideró la "rebelión" como uno de los "tres principios fundamentales que constituian las condiciones esenciales del desarrollo de todos los humanos, colectivo o individual, en la historia." (Dios y el Estado, p. 12) Esto tan simple es por lo que los individuos y grupos no pueden ser liberados por otros, solo por ellos mismos. Tal rebelión (la auto-liberación) es el único medio por el que la sociedad existente llegara a ser más libertaria y una sociedad anarquista una posibilidad.

¿Es posible ser anarquista sin oponerse a la jerarquía?[edit]

Definitivamente no. Hemos visto que los anarquistas aborrecen el autoritarismo. Si uno es anti-autoritario, se debe oponer a todas las instituciones jerarquicas, pues personifican el principio de autoridad.


Como apuntó Emma Goldman, "no es solo el gobierno en el sentido del estado lo que es destructivo para el valor y cualidad de cada individuo. Es toda la dominación compleja de la autoridad e instituciones la que estrangula la vida. Es la superstición, los mitos, la pretensión, las evasivas, y la sumisión lo que apoya a la autoridad y la dominación institucional." (Red Emma Speaks, p. 435) Esto significa que "hay y siempre habra una necesidad de descubrir y superar las estructuras de la jerarquía, autoridad y dominacion y las restricciones a la libertad: esclavitud, esclavitud salarial [es decir, el capitalismo], racismo, sexismo, escuelas autoritarias, etc." (Noam Chomsky, Language and Politics, p. 364)


De este modo el anarquista consecuente debe oponerse a las relaciones jerarquicas tanto como al estado. Tanto económica, social o política, ser un anarquista significa oponerse a la jerarquía. El argumento para esto (si es que alguien lo necesita) es el siguiente:


Una jerarquía es una organización estructurada piramidalmente compuesta de una serie de grados, rangos, o cargos de poder, prestigio y (normalmente) remuneraciones crecientes. Los erúditos que han investigado la forma jerarquica han encontrado que los dos principios primarios que la plasman son la dominación y la explotación. Por ejemplo, en su artículo clasico "¿Que hacen los jefes?" (Revista de Economía Política Radical, Vol. 6, No. 2), un estudio de una fabrica moderna, Steven Marglin encuentra que la función principal de la jerarquía corporativa no es una mayor eficiencia productiva (como reivindica los capitalistas) sino un mayor control sobre los trabajadores, el proposito de tal control es hacer una explotación más efectiva.


El control en una jerarquía es mantenido por coacción, es decir, por la amenaza de sanciones de una clase u otra: físicas, económicas, sicológicas, sociales, etc. Tal control, incluyendo la represión de los disidentes y de la rebelión, por tanto exige centralización: un conjunto de relaciones de poder en la que el mayor control es ejercido por unos pocos en la cima (particularmente la cabeza de la organización), mientras los que estan en los rangos medios tienen mucho menos control y la mayoría de los que estan en la base no tienen virtualmente ninguno.


Ya que la dominación, la coacción, y la centralización son características esenciales del autoritarismo, y tales caracteristicas estan plasmadas en las jerarquías, todas las instituciones jerarquicas son autoritarias. Además, para los anarquistas, cualquier organización marcada por la jerarquía, el centralismo y el autoritarismo es del tipo estatal, o "estatista". Y como los anarquistas se oponen tanto al estado como a las relaciones autoritarias, cualquiera que no busque desmontar todas las formas de jerarquía no puede ser llamado anarquista. Esto se aplica a las empresas capitalistas. Como señala Noam Chomsky, la estructura de una empresa capitalista es extremadamente jerarquica, es más fascista, en naturaleza:

"un sistema fascista (...) [es] absolutista - el poder va de arriba a abajo (...) el estado ideal es el control de arriba a abajo con el publico esencialmente siguiendo ordenes.


Echemos un vistazo a una corporación (...) Si tu miras lo que son, el poder va estrictamente de arriba a abajo, desde la junta directiva a los gerentes a los jefecillos hasta llegar en ultima instancia a la gente del taller, a los mensajeros, y demás. No hay flujo de poder o planificación de abajo a arriba. La estructura de poder es lineal, de arriba a abajo."



David Deleon señala muy acertadamente estas similitudes entre la compañia y el estado cuando escribe:

"La mayoría de las fabricas son como dictaduras militares. Los que estan en lo más bajo son los soldados rasos, los supervisores son los sargentos, y así hacía arriba en la jerarquía. La organización puede imponer todo, desde nuestra vestimenta y corte de pelo a como debemos gastar una gran porción de nuestras vidas, mientras trabajamos. Puede forzarnos a realizar horas extras; puede exigirnos a ver al doctor de la compañia si tenemos una dolencia; puede prohibirnos el tiempo libre para meternos en una actividad política; puede suprimir la libertad de expresión, prensa o reunión - puede usar tarjetas de identificación y armar a los agentes de seguridad, junto con camaras de circuito cerrado para vigilarnos; puede castigar a los disidentes con «despidos disciplinarios» (tal como GM les llama) o puede echarnos. Estamos forzados, por las circunstancias, a aceptar todo esto, o unirnos a los millones de parados (...) En casi cualquier trabajo, sólo tenemos el «derecho» de irnos. Las decisiones principales estan hechas desde arriba y sólo se espera que las obedezcamos, ya trabajemos en una torre de marfil o en el pozo de una mina."



Algunos defienden que ya que una asociación es voluntaria, que tenga una estructura jerarquica en irrelevante. Los anarquistas no estan de acuerdo. Por dos razones. Primero, bajo el capitalismo los trabajadorres estan dirigidos por la necesidad económica de vender su trabajo (y su libertad) a aquellos que poseen los medios de vida. Este proceso refuerza las condiciones económicas que los trabajadores afrontan creando "masivas disparidades en riqueza (...) los trabajadores (...) venden su trabajo al capitalista a un precio que no refleja su valor real." Por lo tanto:

"para representar a las partes en el contrato de un empleo, por ejemplo, tan libre e iguales una y la otra es ignorar la grave desigualdad de poder de negociación que existe entre el trabajador y el empleador. Entonces vamos a representar la relación de subordinación y explotación que naturalmente resulta como personificación de la libertad es hacer un chiste tanto de la libertad individual como de la justicia social."



Es por esta razón por lo que los anaquistas apoyan la organización y acción colectiva: incrementa el poder negociador de la gente trabajadora y les permite hacer valer su autonomía (ver la sección J).


En segundo lugar, si tomamos el elemento clave de si una asociación es voluntaria o no podemos apuntar que el actual sistema de estado debe ser considerado como "anarquia". En una democracía moderna nadie fuerza al individuo a vivir en un estado especifico. Somos libres para dejarlo e ir donde queramos. Ignorando la naturaleza jerarquica de la asociación, puedes acabar apoyando organizaciones basadas en la negación de la libertad (incluyendo a las compañias capitalistas, las fuerzas armadas, o al estado) por que todas ellas son "voluntarias". Como apunta Bob Black, "demonizar el autoritarismo estatal mientras se ignora identicos, aunque consagrados por un contrato, acuerdos serviles en las grandes corporaciones que controlan la economía mundial es peor que el fetichismo." (The Libertarias as Conservative, The Abolition of Work and other essays, p. 142) La anarquía es más que ser libre de escoger amo.


Por lo tanto la oposición a la jerarquía es la clave de la posición anarquista, pues de otra manera solo seras un "arquista voluntario" - lo cual es dificilmente anarquista. Para más información ver la sección A.2.14 (¿Por qué no es la voluntad suficiente?)


Los anarquistas sostienen que las organizaciones no necesitan ser jerarquicas, pueden estar basadas en la cooperación entre iguales que gestionan sus propios asuntos directamente. De esta forma podemos hacerlo sin estructuras jerarquicas (es decir, sin la delegación de poder en manos de unos pocos). Solo cuando una asociación esta autogestionada por sus miembros puede ser verdaderamente anarquista.


Lamentamos la absurdez de este punto, pero para algunos defensores del capitalismo, que aparentemente quieren apropiarse del nombre "anarquista" debido a su asociación con la libertad, han reclamado recientemente que se puede ser a la vez capitalista y anarquista (algo llamado "anarco"-capitalismo). Ahora debería estar claro que dado que el capitalismo esta basado en la jerarquía (sin mencionar el estatismo y la explotación) el "anarco"-capitalismo es una contradición total. (Para más información, ver la sección F)

¿Qué clase de sociedad quieren los anarquistas?[edit]

Los anarquistas desean una sociedad descentralizada, basada en la libre asociación. Consideramos esta forma de sociedad como la mejor para maximizar los valores que hemos subrayado antes - libertad, igualdad y solidaridad. Sólo con una decentralización racional del poder, tanto estructural como territorialmente, puede la libertad individual ser acogida y fomentada. La delegación de poder en manos de una minoria es una negación obvia de la libertad y dignidad individual. Más que alejar de la gente la gestión de sus propios asuntos y dejarla en las manos de otros, los anarquistas son partidarios de organizaciones que minimizan la autoridad, manteniendo el poder de base, en manos de aquellos a los que afectan las decisiones tomadas.

La libre asociación es la piedra angular de una sociedad anarquista. Los individuos deber ser libres para unirse juntos de la forma que quieran, por que esto es la base de la libertad y dignidad humana. Sin embargo, cualquier libre acuerdo debe estar basado en la descentralización del poder, de otra forma sera una farsa (como en el capitalismo), tan solo la igualdad proporciona el necesario contexto social para que la libertad crezca y se desarrolle. Por tanto los anarquistas apoyan directamente a los colectivos democraticos, basados en "una persona, un voto" (para más información sobre la democracia directa o racional como contrapartida política al libre acuerdo, ver la sección A.2.11 - ¿Por qué la mayoría de los anarquistas apoyan la democracia directa?).

Deberíamos señalar aqui que una sociedad anarquista no implica ninguna clase de idilico estado de armonía donde todo el mundo esta de acuerdo. Lejos de eso!. Como Luigi Galleani señala, "los desacuerdos y las fricciones siempre existiran, De hecho son una condición esencial del progreso ilimitado. Pero una vez que la sangrienta area de la pura competición animal - La lucha por la comida - ha sido eliminada, los problemas de desacuerdo podrán ser resueltos sin la más leve amenaza al orden social ni a la libertad individual." (The End of Anarchism?, p. 28). El anarquismo espera "despertar el espiritu de la iniciativa en los individuos y los grupos." Estos "crearán en sus relaciones mutuas un movimiento y una vida basada en los principios del libre entendimiento" y reconoce que "la variedad, el conflicto incluso, es vida y que la uniformidad es muerte." (Piotr Kropotkin, Anarchism, p. 143).

Por tanto, una sociedad anarquista estara basada en el conflicto cooperativo pues "el conflicto, per se, no es perjudicial (...) los desacuerdos existen [y no deberían ser escondidos] (...) Lo que hace al desacuerdo destructivo no es el hecho del conflicto en si mismo sino la adición de la competición." Es más, "una demanda rigida a favor del acuerdo significa que la gente efectivamente estara prevenida de contribuir con su sabiduria al esfuerzo grupal." (Alfie Kohn, No Contest: The Case Against Competition, p. 156), Por esta razón la mayoría de los anarquistas rechazan las decisiones de consenso tomadas en grupos grandes (ver la sección A.2.12)

Así, en una sociedad anarquistas las asociaciones deberían regirse por asambleas masivas de todos los implicados, basadas en la discusión extensiva, el debate y el conflicto cooperativo entre iguales, con las tareas puramente administrativas realizadas por comites elegidos. Estos comites estarían compuestos por delegados temporales, elegidos y retirables que realizan sus tareas bajo los vigilantes ojos de la asamblea que los eligio. Así en una sociedad anarquista, "cuidaremos nuestros asuntos por nosotros mismos, y decidiremos que hacer. Y cuando, pongamos nuestras ideas en acción, haya la necesidad de poner a alguien al cargo de un proyecto, le diremos que hacer y de que forma y no de otra (...) nada debería ser realizado sin nuestra decisión. Así nuestros delegados, en vez de ser gente a los que hemos dado el derecho de mandarnos, serían gente... sin autoridad, solo el deber de llevar a cabo lo que todo el mundo implicado quiera." (Errico Malatesta, Fra Contadini, p. 34). Si los delegados actuan contra su mandato o intentan extender su influencia más alla de lo que ya decidió la asamblea (es decir, si comienzan a tomar decisiones políticas) pueden ser instantaneamente rechazados y sus decisiones abolidas. De esta forma, la organización permanece en las manos de la unión de individuos que la creo.

Esta autogestión por los miembros del grupo es la base y el poder de retirar son principios esenciales de cualquier organización anarquista. La diferencia clave entre un sistema estatista o jerarquico y una comunidad anarquista es quien tiene el poder. En un sistema parlamentario, por ejemplo, la gente da el poder a un grupo de representantes para tomar las decisiones por un perido de tiempo determinado. Si ellos cumplen sus promesas es irrelevante pues la gente no puede retirarlos hasta la siguiente elección. El poder esta en la cuspide y de los que estan en la base se espear que obedezcan. Similarmente, en en lugar de trabajo capitalista, el poder esta en poder de una minoria no elegida de jefes y gerentes en la cuspide y de los trabajadores se espera la obediencia.

En una sociedad anarquista esta relación esta al reves. Ningún individuo o grupo (elegido o no elegido) tiene el poder en una comunidad anarquista. En su lugar las decisiones son tomadas usando los principios democraticos directos y, cuando se necesitan, la comunidad puede elegir o designar delegados para realizar estas decisiones. Hay una clara distinción entre hacer politica (que es realizado por todos a los que les afecta) y la coordinación y administración de la politica adoptada (que es el trabajo de los delegados).

Estas comunidades igualitarias, fundadas en el libre acuerdo, tambien estan libremente asociadas juntas en confederaciones. Cualquier libre confederación deberia estar hecha de abajo a arriba, con decisiones yendo desde las asambleas elementales hacia arriba. Las confederaciones deberian sser de las misma forma que las colectividades. Habria conferencias locales, regionales, "nacionales" e internacionales en la que todos los problemas importantes y los problemas que afecten a los colectivos implicados deberían ser discutidos. Además, los fundamentales, principios que guian y las ideas de la sociedad serían debatidos y las decisiones politicas tomadas, puestas en practica, revisadas y coordinadas. Los delegados simplemente "tomarían sus mandatos sobre las reuniones relativas e intentarian armonizar sus necesidades y deseos variados. Las deliberaciones siembre estarian sujetas al control y aprobación de aquellos que delegaron" y así "no habría peligro de que los intereses de la gente fueran olvidados." (Malatesta, Op. Cit., p. 36)

Los comites de acción serian formados, para coordinar y administrar las decisones de las asambleas y sus congresos, bajo estricto control de los de abajo tal como se discutio antes. Los delegados tendrían una limitada tenencia y, como los delegados de los congresos, tendrían un mandato fijado - no estan capacitados para tomar decisiones en nombre de la gente por la que son delegados. Además, como los delegados de las conferencias y los congresos, estarian sujetos a la instantanea retirada por parte de las asambleas o congresos en los que surgieron en primer lugar. De esta forma cualquier comite necesario para coordinar las actividades conjuntas estaria, citando las palabras de Malatesta, "siempre bajo el control directo de la población" y así expresará las "decisiones tomadas en las asambleas populares" (Errico Malatesta: His Life and Ideas, p. 175 y p. 129)

De forma más importante, las asambleas de la comunidad básica puede volcar cualquier decision alcanzada por las conferencias y retirarse de cualquier confederación. Cualquier compromiso que fuera realizado por un delegado durante las negociaciones tendría que ratificarse en una asamblea general. Sin esa ratificación cualquier compromiso que realizara un delegado no sería vinculante para la comunidad que ha delegado una tarea particular en un individuo o comite particular. Además, pueden convocar las conferencias confederales para discutir nuevos desarrollos y para informar a los comites de acción sobre deseos de cambio y para instruirles sobre cualquier desarrollo e idea.

En otras palabras, cualquier delegado necesario dentro de una organización o sociedad anarquista no es representante (como lo son los gobiernos democraticos). Kropotkin tiene clara la diferencia:

"La pregunta de una delegación verdadera versus la representación pues ser mejor comprendida si uno imagina a cien o doscientos hombres [y mujeres], que se encuentran cada dia en su trabajo y comparten las mismas preocupaciones (...) que han discutido cada aspecto del asunto que les preocupa y han alcanzado una decisión al respecto. Entonces eligen a alguien y le envian para alcanzar un acuerdo con otros delegados de la misma clase... El delegado no esta autorizado a hacer más que explicar a los otros delegados las consideraciones a los que han llegado sus colegas. No esta capacitado poara imponer nada, el [o ella] buscara un entendimiento y volvera con una simple proposición que sus electores pueden aceptar o rechazar. Esto es lo que sucede cuando una delegación verdadera se hace."



De distinta forma que en un sistema representativo, el poder no es delegado en las manos de unos pocos. Más bien, cualquier delegado es simplemente un portavoz para la asociación que le eligio (o le selecciono de alguna forma) in primer lugar. Todos los delegados y comites de acción estarían obligados y sujetos a la instantanea retirada para asegurar que ellos expresan los deseos de las asambleas de las que vienen en lugar de las suyas. De esta forma el gobierno es reemplazado por la anarquia, una red de libres asociaciones y comunidades cooperando como iguales basadas en un sistema de delegados, con retirada instantanea, libre acuerdo y libre federacion de abajo a arriba.

Solo este sistema aseguraría "la libre organización de la gente, una organización de abajo a arriba." Esta "libre federacion de abajo a arriba" comenzaria con una "asociación" basica y su federación "primero en una comuna, despues una federación de comunas en regiones, de regiones en naciones, y de naciones en una asociación fraternal internacional." (Mijaíl Bakunin, The Political Philosophy of Bakunin, p. 298). Esta red de comunidades anarquista trabajaría en tres niveles. Habria "Comunas independientes para una organización territorial, y federaciones de Sindicatos para la organización de hombres [y mujeres] de acuerdo con sus funciones diferentes (...) [y] asociaciones libres y asociadas (...) para la satisfacción de todas las necesidades posibles e imaginables, economicas, sanitarias, y educativas; para la protección mutua, para la propaganda de las ideas, de las artes, para la diversión y para todo." (Piotr Kropotkin, Evolution and Environment, p. 79) Todo estaria basado en la autogestión, la libre asociación, la libre federación y la auto-organización de abajo a arriba.

Organizado de esta forma, la jerarquia es abolida en todos los aspectos de la vida, porque la gente en la base de la organización tiene el control, no sus delegados. Sólo esta forma de organización puede reemplazar el gobierno (la iniciativa y la autoridad de unos pocos) por la anarquía (la iniciativa y la autoridad de todos). Esta forma de organización existiría en todas las actividades que requieran el trabajo de un grupo o la coordinación de mucha gente. Sería, como dijo Bakunin, el medio "para integrar a los individuos en estructuras que podrían comprender y controlar." (citado por Cornelious Castoriadis, Political and Social Writings, vol. 2, p. 97). Para las iniciativas individuales, el individuo involucrado las gestionaría.

Como puede ser visto, los anarquistas desean crear una sociedad basada en estructuras que aseguran que ningún individuo o grupo es capaz de ejercer el poder sobre otros. El acuerdo libre, la confederación y el poder de retirada, los mandatos fijos y la tenencia limitada son mecanismos por los que el poder es eliminado de las manos de los gobiernos y colocado en las manos de aquellos a los que directamente afectan las decisiones.

Para una mayor discusión de lo que una sociedad anarquista sería ver la sección I. La Anarquía, sin embargo, no es una meta distante sino más bien un aspecto de las actuales luchas contra la opresion y la explotación. Los medios y los fines estan enlazados, con la acción directa generando organizaciones participativas de masas y preparando a la gente para gestionar directamente sus propios intereses personales y colectivos. Esto es por lo que los anarquistas, como discutimos en la sección I.2.3, vemos que el marco de una sociedad libre estara basado en las organizaciones creadas por los oprimidos en su lucha contra el capitalismo aqui y ahora. En este sentido, la lucha colectiva crea las organización del mismo modo que las actitudes individuales con las que el anarquismo necesita trabajar. La lucha contra la opresión es la escuela de la anarquia. Nos enseña no solo como anarquistas sino que tambien nos da un vistazo de lo que una sociedad anarquista debiera ser, que podría ser su inicial marco organizacional y la experiencia de gestionar nuestras propias actividades sera necesario para que la sociedad vaya bien. Del mismo modo, que los anarquistas intentamos crear la clase de mundo que queremos en nuestras actuales luchas y no pensamos que nuestras ideas solo son aplicables "tras la revolución". Es más, aplicando nuestros principios hoy traemos la anarquía mucho más cerca.

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