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La naturaleza humana y el Anarquismo
"Naturaleza Humana y Anarquismo" (Por Francisco Bassi)
Como principio formador del argumento ético del liberalismo moderno, la idea de naturaleza humana ha jugado un rol fundamental. La experiencia y evolución de los modelos e ideologÃas polÃticas a través de la historia de las sociedades, basados principalmente en teorÃas económicas, han cimentado la conciencia mundial con la estentórea idea de que la condición humana rige sus acciones en un ethos común e inherente a todos, denominado "naturaleza humana". Este concepto, esgrimido principalmente por los teóricos liberales, intenta explicar un aspecto de la historia de la humanidad que deviene secuencialmente de un modelo filósofico naturalista que ubica como premisa principal la idea de leyes naturales que pre-determinan la acción humana, es decir, el "hombre" es considerado como una consecuencia de dicha premisa principal, cuya voluntad y autonomÃa se ven limitadas por este concepto. Todas las ideologÃas burguesas requieren de esta noción para poder sustentar sus fundamentos, con el falso y despreciable objeto de hacernos creer que es imposible vivir sin estado, sin instituciones, y sin dinero como único medio de intercambio. Si suponemos la idea de una "naturaleza humana", nuestra conciencia se predispone inmediatamente hacia la idea del hombre como un ser egoÃsta, acaparador y violento, incapaz de resistir sus impulsos de sobrevivencia sin el atajo de un "estado de derecho". ¡Esto es absolutamente falso!, el hombre no es un ser predeterminado por leyes naturales, el hombre no es bueno ni malo, el hombre considerado como ente particular real es libre de elegir y decidir sus actos, incluso previo a una escala valórica moral. La noción de naturaleza humana ve a la humanidad como un universo homogéneo, en el que las particulas que conforman este universo se consideran como meros accidentes. Si somos capaces de comprender esta idea, nos daremos cuenta que nuestra sociedad actual tiene ese concepto de cada uno de nosotros, por lo tanto valores que hoy consideramos como ciertos o posibles, son netamente dirigidos. Veamos un ejemplo. Tu paÃs es democrático? Cómo ejerces tu liberad polÃtica? Cuál es la esfera y el lÃmite de tu libertad? Espero que ya te hayas dado cuenta. Creemos ser libres, creemos en el valor supremo de la libertad y sin embargo obtenemos como resultado algo totalmente opuesto al fin de este valor, la opresión. Esto supone una razón lógica: el sistema se encarga de enajenarnos, porque su concepto de sociedad (universo), es homogéneo. La única libertad de la cual gozamos se desenvuelve dentro del sistema y la legalidad. ¿Es esto una burla? La respuesta es, sÃ. Para los grandes grupos económicos, de poder y principalmente para el estado, nuestra individualidad solo alcanza el nivel de instrumento, de objeto cuyo valor es tasado en función del dinero. Una manera racional de obtener una libertad real, es que nos consideremos unos a otros como particulares únicos y autónomos que conforman ese universo y no al revés, haciendo innecesaria la creación de instituciones que intenten controlar aquello por lo que luchamos. Nuestro objetivo es real y plausible, y el primer paso es desmoronar teorÃas absurdas y opresivas que ciegan y paralizan nuestra lucha!