Autogestión

La autogestión es la gestión directa y la propiedad equitativa de una empresa autoorganizada por sus propios trabajadores. Este modelo económico permite el empoderamiento efectivo de la producción a cada uno de sus actores. El concepto está principalmente enfocado al aspecto económico, pudiéndose extender su uso al hablar de autogobierno. Es una práctica promovida principalmente por el anarquismo.

Principios

La administración de este organismo por sus partícipes se dá en un régimen autoorganizado por democracia directa o por decisiones consesuadas y su origen conceptual indica que las tareas que son sencillas de hacer, conviene que las hagan las personas directamente afectadas. Las empresas pueden tener diversas escalas aunque tienden a una escala amigable (micronegocios o empresas cooperativas, etc). Cada uno de los trabajadores participan asociadamente tanto de la propiedad como de las decisiones administrativas en igualdad de condiciones para generar sus propios recursos: compartiendo riesgos y beneficios, financiándose por medio de su trabajo propio, elaborando sus propios productos, escogiendo cuánto y cómo producirlos, distribuyéndolos de la forma más directa posible, etc.

En la autogestión no existe la figura del patrón, dueño o jefe y no siempre es lo mismo que el control obrero, el cual puede mantener la jerarquía y el control externo del organismo (o fábrica) a algún otro organismo o instancia superior (como un partido político, o un sindicato burócrata por ejemplo). No debe tampoco ser confundida con la cogestión (donde el patrón tiene la mayor parte de la propiedad y le cede un porcentaje a los trabajadores) ya que es incompatible con el principio de que los trabajadores son los propietarios.

Eficiencia

Los críticos (burócratas, administradores y capitalistas) argumentan que consultar a todos los empleados por cada pequeña cuestión significa un consumo de tiempo, ineficiente y, por lo tanto, inefectivo (además de oponerse a que ellos tengan efectivamente la propiedad).

Sin embargo esta apreciación es contraria al principo mismo de autogestión ya que el poder de acción lo tiene cada participante, como se ha visto en algunos ejemplos del mundo, sólo las grandes decisiones son hechas por todos los empleados durante un consejo; siguiendo el principio de democracia directa, únicamente deben decidir las personas directamente afectadas por una consulta en particular, eliminando así tiempos muertos y control de unos sobre otros.

Entonces la empresa autogestiva, cuando se ha instalado con firmeza, llega a ser más eficiente que la empresa capitalista o la empresa estatal; esto debido al empoderamiento de la acción por parte de cada trabajador y a la gestión cooperativa que hacen a un lado la centralización.

Ejemplos de cooperativas autogestionarias

• La famosa cerámica Zanon, de Argentina
• La editora anarquista AK Press, de Estados Unidos
• La editora anarquista Klinamen, de España
• La corporación Mondragón [1], del País Vasco, que es la septima más grande corporación de España

Véase también:

• Cooperativa
• Empresa recuperada
• Empresa social

Enlaces externos

• Autogestiona.net
• Movimiento Nacional de Fabricas Recuperadas
• Vecinet, barrios uruguayos y autogestión vecinal
• Fasinpat, Fábrica Sin Patrones, Industria cerámica.
• Inauco Instituto Intercultural para la Autogestión y la Acción Comunitaria
• Zanon bajo control Obrero o el patrón te necesita, tú no necesitas al patrón
• De la huelga salvaje a la autogestión revolucionaria -Ragteb
• Algunos apuntes sobre Autogestión -José María Fernández
• Utopía colectiva y autonomía individual: La perspectiva anarquista de la autogestión -Nelson Méndez y Alfredo Vallota